Segunda parte de una nueva oportunidad... ¿Volverá el amor vencer nuevos obstáculos? ¿el amor de Lili y de César podrá triunfar esta vez? acompañame a darle vida a esta nueva historia de amor, pasión.
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¿Qué fue lo que pasó?
El aliento alcohol de los labios de César mareaba aún más a Lilit. La chica nunca fue besada con tanta pasión.
Por un momento se sintió asfixiada por la manera tan posesiva en que el chico besa sus labios.
El aire dejó de entrar a sus pulmones, tuvo que separarse de César para no morir. César cedió a separarse por un momento.
No podía distinguir con claridad como se miraba Lilit.
El dormitorio se encontraba en total oscuridad, solamente, la luz de la luna entraba por la ventana.
César colocó sus dos dedos en la barbilla de la chica, bajando de nuevo la cabeza para volver a besar los labios de Lilit.
La chica se dejó llevar por el deseo de apagar el fuego dentro de ella. Cerró los ojos, colocando sus manos al rededor del cuello del chico.
El beso se fue haciendo más apasionado, rápidamente, la temperatura subió al interior del dormitorio.
Cada caricia de un hombre lograba el efecto que tanto anhelaba Lilit. César la dejó con cuidado encima de la cama.
La chica ansiosa de hombre, pasaba su mano por su cuerpo. Escitando a un más a César.
______ Hazme tuya. _____ Seguía suplicando.
César se colocó encima de ella, besando cada parte de su cuerpo. Sus labios pasaron por el cuello blanco de Lilit, para luego ir bajando por sus pechos.
Metió la mano por debajo de la espalda de la chica, para soltar su sujetador. Dos redondos senos quedaron a merced del chico.
Eran perfectos, los acaricio, y enseguida metió uno a su boca. Los pezones de la chica reaccionaron, poniéndose duros.
Los leves gemidos de placer se comenzaron a escapar de los labios de la chica. César fue bajando por el cuerpo de la chica.
Su lengua recorrió el vientre de Lilit, hasta que se detuvo en el más íntimo lugar. Abre cuidadosamente las piernas de la chica.
La última prenda que quedaba en el cuerpo de Lilit fue arrojada al piso. Las piernas de la chica fueron levantadas y colocadas en los hombros de César.
Sintiendo una ola de máximo placer, Lilit agarró con fuerza las sábanas debajo de ella. César era un experto en el sexo.
De pronto se alejó de ella. Se quitó su ropa en un par de segundos.
Giro el cuerpo de Lilit, boca abajo, poniendo una almohada por debajo de ella. Las caderas de la chica se levantaron.
César se colocó encima de ella, besando su espalda blanca y dejando huellas que estuvo ahí.
La chica soltó un fuerte gemido de dolor, al ser su primera vez con un hombre, fue inevitable no quejarse.
César se detuvo por un momento, pero la chica le suplicaba que no se detuviera. Siguió hasta que el cuerpo de la chica no pudo más. Lilit quedó profundamente dormida, a lado de César.
La noche fue larga e inolvidable para los dos. Los rayos del sol golpearon el rostro del chico.
Abre los ojos, extendiendo su mano y tocando a la chica a su lado. César voltea a ver a Lilit, recordando un poco de lo que pasó la noche anterior.
El chico enderezó su espalda, llevando sus manos a su rostro, se quitó la sábana que cubría su cuerpo.
Observa la mancha de sangre, la cual quedó en las sábanas. Se sintió mal por la chica; ya que ambos se dejaron llevar.
Recogió su ropa interior y fue al baño para darse una ducha antes de hablar con la chica. César era consiente de que no estuvo bien lo que paso entre ellos.
Al entrar al baño, abrió la regadera, dejando que el agua helada cayera por su cuerpo. Al terminar volvió al dormitorio.
Para su sorpresa la chica ya no estaba. Se había ido aprovechando que César no estaba.
Después de que César entró al baño, Lilit despertó con un fuerte dolor de cabeza. Al intentar levantarse, sintió un fuerte dolor en todo su cuerpo.
Al darse cuenta de que estaba completamente desnuda y las múltiples marcas de pasión en su cuerpo, la chica quedó asustada.
Recordó vagamente lo que había sucedido, se levantó de la cama y recogió sus cosas. No quería estar ni un solo segundo más ahí.
Sin despedirse del chico, salió corriendo de la suite. No podía creer lo estúpida que al entregarle lo más preciado que tenía a un desconocido.
Ella deseaba tanto que su primera vez fuera con César. Lo había imaginado tantas veces, pero ahora todo se derrumbó.
En el ascensor, Lilit se encontró con el amigo de César. Al ir tan distraída, no se dio cuenta de que Armando iba a bajar.
Durante toda la noche el chico buscó a César. Lo llamó por varias horas, pero nunca contestó ninguna de sus llamadas.
______ ¡Ten más cuidado, niña! ____ Armando regaño a Lilit.
La chica ni siquiera se disculpa con Armando, subió al ascensor, apretados continuamente el botón.
Al llegar al vestíbulo del hotel, Lilit no pudo más y se derrumbó en un sitio donde nadie la pidiera ver.
Sus lágrimas mojaban continuamente sus mejillas. Se sentía tan mal que parecía no haber nada que cure su dolor.
Como puede se pone de pie y sale a la calle, toma un taxi. Sentada en el asiento trasero de un taxi, la chica miraba a través del cristal de la ventanilla.
Sus lágrimas caían sin control de sus mejillas. Sus ojos, ya estaban hinchados de tanto llorar.
_______ Señorita, hemos dado varias vueltas por la ciudad y todavía no me ha dicho a donde la llevé.
Lilit no quería ir a su casa, sus padres se preocupaban por ella, tampoco podía ir a ver a Sarah, no se sentía preparada para enfrentar lo que le paso.
______ Lléveme a esta dirección. _____ Lilit le obsequió la dirección de su nuevo departamento, aunque, todavía no estaba 100% arreglado, era mil veces mejor que ir a la casa de sus padres o a otro lado.
Pronto llegaron al lujoso edificio donde estaba ubicado el nuevo departamento de Lilit. La chica cubrió el costo del pasaje y bajó como pudo.
