Williams, un joven adolescente, descubrió su orientación sexual con su amigo más cercano. Al revelarlo a su familia, se encontró con una oposición feroz y fue expulsado de su hogar sin ayuda. Desesperado, buscó a su amado solo para descubrir que también lo había abandonado. Destrozado, vagó por las calles en busca de un lugar donde vivir. En su camino, se cruzó con Luke, un hombre bondadoso que, junto a su esposa, le ofreció refugio y apoyo. Años después, Williams conoció a Steven, un lobo delta que lo reclamó como su pareja, trayendo consigo una nueva esperanza y un futuro lleno de amor y aceptación.
tercer libro de Génesis la gran luna
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capítulo 4
Gastón dejó caer una mano suavemente sobre la pierna de Williams, mientras sus labios buscaban nuevamente los suyos, esta vez con un deseo más palpable. El beso era lento al principio, como si ambos quisieran saborear cada segundo, pero poco a poco se volvía más intenso. Williams correspondió dejando escapar un jadeo qué se perdió en el contacto.
Gastón acarició el rostro de Williams con delicadeza, delineando su mandíbula mientras se inclinaba más cerca, cubriéndolo casi por completo con su cuerpo, --- te amo, --- susurró Gastón con voz ronca.
Williams lo miró a los ojos que brillaban, --- y, yo a ti,--- respondió llevando sus manos al cuello de Gastón, atrayéndolo más hacia él. Sus dedos se entrelazaron con su cabello, mientras el calor entre ellos iba creciendo.
El sonido de la tormenta parecía lejano, en comparación con el latido de sus corazones.
Gastón deslizó su mano por la espalda de Williams, atrayéndolo aún más cerca, mientras sus labios abandonaban sus labios, buscando su cuello. Williams arqueo levemente la espalda, un estremecimiento recorriéndolo con cada roce de los labios de Gastón sobre su piel.
--- Gastón,--- murmuró Williams su voz un susurro apenas audible, cargado de emoción.
--- Estoy aquí,--- respondió Gastón sin detenerse, mientras sus manos encontraban el borde de la remera de Williams y empezaba a deslizarla por arriba dejando descubierta su piel, sus dedos trazaron líneas invisibles, dejando una estela de calor en su camino, Williams cerro los ojos, entregándose por completo a las caricias.
Los minutos pasaron lentamente como si el tiempo ni el mundo existiera, cada beso, cada toque, cada susurró creando un espacio solo para ellos, donde nada más importaba. En ese instante no había lluvia, ni tormenta, ni mundo exterior. Solamente estaban ellos dos explorándose, amándose sintiéndose como nunca antes.
Gastón con su respiración agitada quita la bermuda de Williams y se desviste, mira cada detalle del cuerpo del chico, volviendo a sus labios y su cuello donde deja pequeñas mordidas.
Los gemidos de Williams inundan por completo la habitación, los dedos de Gastón se deslizaban por la entrada de Williams, cuando estuvo dilatado se posiciona y empieza a introducir su miembro, besando los labios de Williams, al entrar por completo espera un poco y empieza a moverse despacio.
Los besos y caricias hacen que Williams se sienta amado deseado por Gastón, cada movimiento era maravilloso.
Gastón empujaba aumentar sus estocadas, el calor cada vez es más intenso, volviéndose incontrolable, sus ojos café, por un instante se vuelven blancos con su aureola roja.
Sigue embistiendo con fuerza alcanzando ese lugar en Williams qué lo hace desear más y disfrutar de cada movimiento.
Una voz en la cabeza de Gastón empieza a hablar, "ni se te ocurra marcarlo," "¿por qué no?, lo amamos"," pero no es nuestro destinado sufrirá cuando encontremos a nuestra destinada y la marquemos", "no marcaré a nadie más Williams es mío."
Sin pensar Gastón muerde el cuello de Williams, descargando toda su semilla dentro del chico, mientras esa voz en su cabeza solo dice," eres un maldito egoísta".
Williams mira los ojos de Gastón están color café, su sonrisa lo calma,--- me siento extraño y cansado,--- los ojos se van cerrando, quedando profundamente dormido.
Gastón lo carga en sus brazos y lo lleva a la habitación del ático, acaricia el rostro de Williams con mucho cariño, --- perdón Will, pero eres solamente mío, soy un egoísta, pero nunca estaré con nadie más, ---
"no digas tonterías, cuando nuestra destinada aparezca, tú no podrás resistirte a ella y la vas a reclamar, y este humano sufrirá por tu culpa".
Gastón ignora por completo esa voz en su cabeza no quiere reconocer que tiene razón, él ama a Williams y quiere que sea solo suyo, besa su frente y se acuesta a su lado lo abraza, envolviéndolo en sus brazos.
Mientras tanto en el hotel..
---¿en qué tanto piensas?,--- pregunta Lujan a su esposo
--- en Gastón y Williams, --- responde Diego
--- ellos se aman,--- dice Lujan
--- pero no es su pareja, sabes perfectamente que al encontrarla, no podrá con su instinto salvaje, la va a reclamar, y Williams será quién sufra,--- dice Diego
Lujan queda pensando en lo lamentable que será ese día para los chicos, pero también están los padres de Williams, son muy tradicionales y su padre es inflexible, ese hombre nunca reconocerá la sexualidad de su hijo mayor.
En la cabaña Gastón nota que su mordida no formó una marca y poco a poco se desvanece, en su mente piensa que lo morderá cada vez que le haga el amor a Williams, para que su esencia permanezca en él.
Nuevamente, esa voz interior, para Gastón ya es muy molesto escucharlo, "sabes perfectamente que nunca podrás formar una marca en él."
Como ya lo ha hecho Gastón ignora por completo esa voz y se duerme abrazando a Williams.
En la mañana Williams despierta con los besos de Gastón y su cuerpo caliente sobre el suyo, se deja envolver por completo en esa nube de lujuria qué lo transporta al placer uniendo sus cuerpos en uno solo, como lo hizo la primera vez volvió a morder el cuello del chico. Esta vez Williams no se durmió, su gran sonrisa de felicidad ilumina su rostro completamente, la tormenta afuera es cada vez más intensa, como si la madre naturaleza los quiere solos.
--- te voy a preparar el desayuno, --- dice Gastón mirando a Williams
--- Gastón tráeme un calmante,--- pide Williams
Gastón asiente con su cabeza y deja un beso en la frente de Williams, va por el desayuno, lo sube junto con un calmante.
Los dos desayunan juntos, en la habitación mientras hablan de un futuro juntos, haciendo planes.
En la tarde la tormenta había minorado y eso permitió a los padres de Gastón, regresar a la cabaña. Al llegar bajan del auto, con las bolsas de combustible, y el olor a sexo llega a su nariz, ambos intercambiaron miradas y suspiran deseando que Williams no sufra por las locuras de su hijo, saben perfectamente que Gastón ama a Williams, pero su naturaleza es demasiado fuerte.
viene la calma en tu camino de cruzaron personas con un gran corazón