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Divorciada

Divorciada

Status: En proceso
Genre:Posesivo / Autosuperación / Divorcio / Amor en la madurez
Popularitas:78.1k
Nilai: 4.8
nombre de autor: Paola Alejandra Paolini

Sofia acaba de divorciarse luego de un matrimonio tranquilo en el que la falta de comunicación entres ella y su exesposo Erik los llevo al divorcio. En esta etapa de su vida ella decide renacer y hacer todas esas cosas que nunca hizo por lo que primero empieza con un nuevo trabajo.
Alessandro es el nuevo jefe de Sofia, el ayuda a la mujer a mejorar cada día mientras que poco a poco se va acercando a ella con el fin de no dejarla jamás.

NovelToon tiene autorización de Paola Alejandra Paolini para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

capitulo 23

Definitivamente e despertado al mostro de las cavernas.

Ese hombre gruñón ahora no hace mas que acosarme y perseguirme como si no hubiera un mañana. Prácticamente tuve que echarlo de las duchas para poder seguir con el dia que nos esperaba hoy.

Es increíble. No puedo creer que haya pasado de ser una persona completamente distanciada a una que no me deja de manosear a cada rato, no se en que momento le di esa libertad, pero no puedo quejarme del todo, me encanta su exceso de atención.

Es contradictorio, pero necesitamos poner un limite entre el trabajo y la vida personal. No soy de esas que se esconden debajo del escritorio del jefe y no pienso empezar a serlo ahora.  Como diría mi hija, después de vieja artista. No señor eso si que no.

Por ello ahora me fundo en mi mejor papel de secretaria y entro en el consultorio de mi jefe para darle los expedientes de los próximos pacientes que asistirán el dia de hoy.

—Tienes dos pacientes para el dia de hoy —murmuro antes de dejar los expedientes.

Su mirada en mi me hace cosquillas de una forma que no debería de ocurrir, se supone que soy una empleada eficiente y no una cachonda hormonal.

—Si, eso ya lo revisé, por lo que tendrás algo de tiempo para que revisemos unas cosas cuando quede libre —dice mirándome siempre con esa mirada que sugiere cosas prohibidas en el lugar del trabajo.

—No voy a follar en la oficina —aclaro, algo acalorada de tener que aclarar esto.

—Lo se, mi departamento esta a solo unos pasos de aquí —enfatiza divertido.

—Menos en horario de trabajo —insisto. Además de sentirme acalorada, siento que mi garganta va a necesitar un tratamiento extra.

—Pues te delego de todas tus responsabilidades desde el momento en el que mi ultimo paciente cruce la puerta —devuelve agrandando esa sonrisa que me hace dudar de mis creencias.

—Tu hermana me pidió ayuda para un proyecto —casi grito histérica, si no fuera porque tengo un dolor insoportable, para disimular que esta logrando ponerme cachonda, ¿O es que nunca deje de estarlo?

—Mi hermana puede buscarse su propia asistente y dejar de robarme la mía —dice con ese tono gruñón que me hace querer cruzar las piernas, pero que disimulo muy bien.

Buena chica. Me felicito solita.

—Eso seria ridículo cuando claramente estaré libre hasta la hora del almuerzo —murmuro y ahora sus ojos brillan con un nuevo interés—. ¡Sigue siendo mi hora de trabajo! —chillo enseguida. Juro que mi garganta debe estar al rojo vivo.

—Pues tu jefe insiste en que deberías de ser mas caritativa con todas las cosas que le provocas —dice el muy cretino sin apartar su idea fija de darme como mesa chueca.

—Pues mi jefe debería de saber que hay limites con respecto al trabajo y a la vida privada —enfatizo sintiéndome triunfante—. Además de que mi garganta esta muy maltrecha.

—Pues deberíamos hacer algo al respecto —murmura, me guiña un ojo y luego toma uno de los expedientes para concentrarse en su contenido.

Maldito tramposo.

Salgo del consultorio echando humo. Creí haber ganado la primera ronda, pero resulta que su estocada final fue muy certera dejándome con la ultima palabra en la boca. También mas caliente de lo que quiero suponer o admitir.

Vuelvo a mi escritorio dentro de mi super oficina y me concentro en mi trabajo, reviso el correo del gimnasio y me encuentro con nuevas solicitudes y una que me parece de lo mas interesante.

Al parecer no esta tan libre de trabajo después de todo.

El correo que llama mi atención es de un entrenador de futbol de una preparatoria, al parecer el gimnasio de la escuela a sufrido unos inconvenientes y están pidiendo el apoyo de la comunidad para poder asistir a los estudiantes atletas para que puedan seguir con su entrenamiento sin perder el cronograma escolar.

El profesor ya tiene distribuido a todos los estudiantes de diferentes cursos en diferentes gimnasios y solicitan el permiso para que los estudiantes de ultimo año puedan usar las instalaciones de este gimnasio.

Soy de las que apoyan a los necesitados cuando puedo y esto me parece algo que se podría hacer sin ningún problema si coordino con el profesor para acomodar un horario acorde para que los estudiantes puedan usar las instalaciones, aun así, debo contar con la autorización del jefe supremo.

Le reenvío el correo y espero a que termine de trabajar con su ultimo paciente para hablar sobre la solicitud del profesor, mientras tanto subo donde esta Laura. Hoy es un dia en el que imparte clases a ansíanos y su clase es sumamente tranquila.

Llego justo en el momento en que les da un descanso a las jóvenes ochenteras y me sonríe al divisarme.

—¿Que era lo que querías comentarme? —pregunto inmediatamente al notar que su clase todavía no culmino.

—Necesito ayuda para publicitar mi espacio, ¿Crees que podrías ayudarme con ello? —pregunta.

—Bueno.... puedo intentarlo... —digo luego de un carraspeo, todavía puedo sentir mi garganta rasposa, no muy segura de lo que ella necesita—. ¿Que es lo que necesitas?

—Quiero incrementar la audiencia en mis clases, sobre todo me gustaría llegar a un publico mas juvenil —murmura para que las jóvenes ochenteras no la escuchen y yo rio por lo bajo al notar su indirecta.

Realmente la cantidad de mujeres mayores que vienen a sus clases son muchas pero la diversión siempre esta en el juvenil.

—Bien, pensare algunas ideas y luego hablamos, ahora necesito hablar con mi gruñón sobre un pedido de la prepa —digo queriendo salir.

—¿Tu gruñón? —pregunta Laura.

—Si, Alessandro —susurro — ¿No has notado que se la pasa gruñendo? Casi que lo llevo a que le hagan algún tipo de análisis, no vaya a ser que tenga rabia.

Ella se ríe de mi chiste malo, intento volver a mi puesto, pero me detiene.

—Debería de pedirle a mi hermano que revise tu garganta, suenas muy mal —sugiere.

—Si, claro... si fue justamente su persona la que me dejo así —digo por lo bajo.

—¿Como has dicho? —pregunta ante mi balbuceo bajo.

—Que tienes razon, debería de habar con el —rápidamente respondo, mis mejillas arden y decido salir de allí lo mas rápido posible antes de que se de cuenta.

 Un momento mas tarde y veo la cara de mi sexi jefe asomar por la puerta de mi oficina.

—Odio este lugar, estas muy lejos —dice.

—Nos separa casi una puerta de diferencia, no es muy lejos —farfullo y me acomodo en mi silla para verlo mejor, tan rico el hombre—. ¿Leíste el correo que te reenvié?

—Si, estoy de acuerdo siempre y cuando esos jóvenes asistan en un horario que no perjudique la rutina de mis clientes —enfatiza ya ingresando a mi lugar, ocupando casi todo el espacio con su enorme cuerpo.

Que calor que hace de pronto.

—Buenísimo, analizaré los horarios de tus clientes y luego le mandare un correo al profesor adjuntando los posibles horarios.

—¿Hablaste con mi hermana? —se acomoda en la silla que tengo en frente, yo me levanto de la mía y rodeo el escritorio para acomodarme en la orilla de este y así estar mas cerca de mi gruñón.

—Si, quiere que la ayude a promocionar su espacio —comento—. Estaba pensando que se podría aprovechar y hacer una promoción de dos por uno, tanto para aquí como para su espacio. ¿Que te parece?

—Puede ser... —responde y estira su mano para atraerme a su cuerpo y quedar sentada sobre sus fuertes piernas—. Ahora si... hola hermosa —susurra sobre mis labios.

—Hola —respondo ansiosa por sentir su boca sobre la mía.

—¿Puedo basarte o debo ordenártelo? —pregunto tentándome con un rose de sus carnosos labios, gimo en respuesta —. Dilo.

—Por favor, deme su orden para poder besarlo señor —digo como una buena niña, ganándome una cálida sonrisa antes de que me roben completamente el respiro.

—¡Bésame! —me ordena y yo cumplo inmediatamente.

Tomo su cara ente mis manos y profundizo el beso tan ansiado, ese que se supone que dejaríamos para después del trabajo, pero que no puedo resistir cuando lo tengo cerca.

El me aprieta contra su pecho, pasando sus manos firmemente por mis caderas, llegando a la altura de mis pechos que con un simple roce me hace gemir. Me acomodo para quedar a horcajadas sobre el y me recibe el calor de su excitación que pugna por salir de sus pantalones.

Muevo mis caderas para rozarlo y ambos gemimos en sincronía. Se siente tan bien estar así, pero estamos en un espacio de trabajo y esto debemos dejarlo para después. Lentamente me separo de su boca, pero el me retiene por mis caderas fuertemente.

—Estamos en el trabajo —le recuerdo.

—Lo se, solo déjame sentirte un ratito mas —pide con un tono ronco que me hace querer arrancarle su bata de medico, explorar su pecho y hacer a un lado mi ropa deportiva solo a tirones.

—Esto es una tortura —murmuro rozando su nariz.

—No lo seria si me dejaras arrancarte la ropa —pasa su lengua por mis labios tentándome.

—Nos queda un par de horas para que eso ocurra —murmuro levantándome de sus piernas, miro su entrepierna y casi lloro... debería de ser mas libertina.

—Bien —dice con un tono medio enfadado—. Hoy me ocupo yo del almuerzo —dice.

—Puedo hacerlo yo —digo volviendo a mi lugar.

—Tengo tiempo y necesito distraerme —apunta su increíble y fuerte excitación.

—Te prometo que lo compensare —digo rápidamente sintiéndome mal de cierta forma.

—Si, dalo por sentado —señala con una mirada que me hace temblar de anticipación—. No solo te va a doler la garganta querida mía —promete saliendo de mi oficina.

Bien. Ahora si, ¿Qué escusa deberé de usar cuando me deje hecha un despojo de persona?

1
Tere Jimenez
y sobretodo que es mayor de edad y si lo adoptaro difícil será que les informe
Tere Jimenez
muy cruel su reacción
Tere Jimenez
no temas deja que firmen una opinión de ti
Tere Jimenez
muy fuerte el capítulo
Tere Jimenez
con mucha fobia pero va creo que ya se le pasó
Tere Jimenez
si así es
Tere Jimenez
si quien será
Tere Jimenez
que amiga tan metiche
Next Sowth
excelente
me encanta la novela
Gaby🌹
Por fin hablo!!
Gaby🌹
Que tortura 😱
Gaby🌹
😍😍😍😍❤️
Verito Marroquin
Excelente
Vane
que dice la carta
Gaby🌹
Nooo y la dejo así😱 que tortura!!
Gaby🌹
❤️❤️❤️❤️
Gaby🌹
Dios!! que tentación 😋
Susy Cisneros
Bueno
Ismerai Montes Chavez
que lindo que lo apoye y más que nada que es mutuo , ambos de ayudan , a césped no se empieza como uno espera ,pero eso lo hace más bonito /Smile/
Ale 🇨🇱
Hay, que dice la carta?
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