Por Culpa De Aquella Noche

Los meses fueron pasando y la vida de Matteo se estaba yendo a la mierda, la fidelidad que le había prometido a Liz se había convertido en un sin fin de mujeres que pasaban por su cuerpo intentando que aquellos recuerdos en su mente se callaran y entre ellas Livia se había convertido en la más asidua.

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- Martina, ya tengo todo el expediente, demoré un poco pero es porque el hombre es como una caja de sorpresas, destapas una y adentro hay otra mejor.

Martina Lombardi al teléfono recibía al fin la noticia que estaba esperando con ansias.

- Que bueno Lucian, envíalo completo a mi hermana pero en total anonimato, ella no puede saber de donde salió toda esa información ni que yo fui la que encargué el trabajo, creo que ya es hora de poner a esa alimaña en su sitio.

- No te preocupes, sé como hacerlo.

Aquella misma tarde Giulia se encontraba en su despacho leyendo detenidamente el contenido de un sobre que misteriosamente llegó a sus manos, la verdadera historia de Sorrento di Mola.

- Jim, ven un momento por favor.- le pidió a su esposo por teléfono.

Cuando el Yakuza llegó puso en sus manos el expediente y lo invitó a leer.

- Esto es demasiado, debemos vigilarlo para ver si por lo menos algo no es cierto, por el bien de él espero que todo esto sea una mentira de alguien que quiere sembrar una discordia, de no ser así ya sabes lo que tenemos que hacer.

- Esto solamente hay una forma de pagarlo.

Desde ese día una persona al servicio de Giulia se convirtió en la sombra de Sorrento sin que este lo supiera y poco a poco fue descubriendo que lo que recibieron era una gran verdad.

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- Señor Sorrento encontré a la chica, le envié unas fotografías.

El mafioso abrió un archivo en su ordenador y vio las imágenes de una joven rubia embarazada y por el tamaño de la barriga y la fecha imaginó que debía estar cerca de dar a luz, al fin iba a tener en sus manos la pieza que necesitaba para imponerse sobre aquella mujer y dejar las cosas en su sitio, la cabeza de la familia Lombardi debió seguir siendo un hombre y él iba a tomar ese lugar, no se merecía menos que eso.

- Está bien, regresa cuando quieras, yo mismo iré a buscarla.

Le contestó antes de colgar la llamada, memorizó la dirección que decía en el mensaje que recibió y llamó a uno de sus hombres.

- Prepara todo para viajar ahora mismo, voy a bañarme y nos vamos.

Mientras los hombres preparaban lo necesario para partir, desde la misma casa se hacía otra llamada.

- Señora, el buitre va a volar, creo que está escapando porque todo fue muy rápido, según escuché va por la ruta de el oeste que es donde más está invirtiendo para su seguridad.

- Bien, allí lo esperamos, trata de no estar en medio.

- Sí señora.

- Saca a los hombres y vamos, Sorrento se va de viaje. - le comentó Giulia a su esposo después de colgar como quien habla del clima- Que lástima que para él este será un viaje sin regreso.

Y así fue, Sorrento no llegó ni a pisar el aeropuerto privado por el que saldría, en el camino fue emboscado y una bala que salió del arma de Giulia Lombardi fue guardada celosamente en su cabeza, pero con él se llevó un secreto que la señora de la mafia le habría gustado conocer.

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Unos días después el imprevisto para el que las chicas se estaban preparando llegó con el parto, la pequeña hija de Mia había nacido con una cualidad en la sangre que la llevó a necesitar cuidados especiales, y ahí se fueron las joyas que tan celosamente habían guardado.

- Es una niña muy hermosa. - le comentó a las dos rubias una enfermera que se ocupaba de la bebé en la habitación de hospital que compartía con su madre- ¿Desde cuando son pareja ustedes?

Las dos chicas se miraron y Mia tuvo ganas de reír, pero se contuvo al ver la cara de enfado de su tía.

- Desde que yo iba a cumplir cuatro años y mi madre la tuvo a ella.- le contestó Anneta con una voz gruñona, ella sabía que Tiana no era su madre pero era la única que recordaba.

- Oh, perdón, pensé que eran pareja, es que ahora es muy común ver que matrimonios del mismo sexo contraten una clínica de fertilidad y tengan hijos.- intentó disculparse la mujer- Y como la niña no se parece en nada a ustedes, es china y últimamente la gente busca a los chinos para todo, pues pensé que habían pagado para tenerla.

- Pues está pensando mal, la niña es mi sobrina y no es china, es italiana, nació aquí, no importa como tenga los ojos.

La mujer notó que se había metido en donde no la llaman y terminó rápidamente para salir huyendo.

- ¿Pero que fue eso?- le preguntó Mia con una sonrisa a su tía intentando que se relajara.

- ¿Qué se ha pensado esa, que compramos a la niña en un mercadillo? Cada día me molesta más la gente metiche, y no es porque haya creído que tenemos una relación, todo el mundo tiene derecho de amar libremente a quien desee, es porque solamente estaba metiendo el dedo para ser ella quien tuviera la primicia de las les que tuvieron una hija de un chino y salir contándolo por los pasillos, la gente hace lo que sea por tener quince minutos de fama.

- No te enfades por eso Anneta, olvida la gente así, mejor trae a mi bebé hasta aquí para darle un poco de mamar.

Anneta caminó hasta la pequeña cuna y tomó a la niña en sus brazos, solo de mirarla se había olvidado de su enfado.

Era tan bella en verdad, el pelo negro como un azabache y abundante como si hubiera nacido hace meses, la piel muy blanca y esos rasgos asiáticos que hacían que de mirarla te enamoraras.

- ¿Ya tienes un nombre?- le preguntó poniéndola en los brazos de su sobrina.

- Pensé ponerle el nombre de mamá, pero cuando la vi anoche en el momento que la pusieron sobre mi pecho supe que Tiana no iba con ella, alguna vez va a preguntar de donde salió y porqué no se parece a mi y me veré obligada a contarle una historia de amor que no tendrá nada que ver con la realidad.- Mia ya tenía a la niña contra su pecho y la miraba succionar con desespero el alimento que ella le proporcionaba- Cuando me trajeron aquí tomé mi teléfono y busqué en Internet a ese hombre y dice que su familia es japonesa, entonces me decidí por un nombre de ese país, Aiko, significa hija querida, y para mi eso es lo que ella es, mi hija del alma, la que esperé tener con todo el amor que tengo para entregárselo, Aiko, mi hija va a llamarse Aiko.

- Aiko- repitió Anneta- Es hermoso como ella, y es nuestra hija querida, así que no hay mejor nombre que ese.