Tentación

Salvador

Jamás pensé que mi hermana menor me viera casi desnudo, pero las cosas se dieron sin pensar, y ahora estoy aquí escuchando las estupideces de Felipe, no pensé que mi noche fuera a terminar así, estamos en la casa que le regalaron los papas de Felipe a él y a Mía cuando se iban a casar.

-Tú debes saber quién es Manolo, tú y yo somos amigos desde niños, dime quién es Manolo. -su voz sonaba acelerada.

- De que Manolo me estás hablando, deja de decir pendejadas. – ya me estaba cansando de sus berrinches.

- Pues con el baboso que se está acostando tu hermana. – Mía con otro, eso sí, es novedad.

- Primero cálmate y segundo, no tengo ni idea quién es Manolo, además tú con que derecho te crees de reclamar lo que haga o deje de hacer Mía, la embarraste y la embarraste feo.

- Aunque yo la haya embarrado, grábate algo Salvador, tu hermana es solo Mía y ningún baboso de medio pelo me la va a quitar. -hablaba como un demente.

- Deja de decir estupideces, te vas a casar con Sofía, vas a tener un hijo con ella, deja a Mía en paz.

- No señor, no señor. -este hombre solo sabía gritar.

- Mira Felipe, yo estoy muy cansado y lo último que quiero escuchar son tus estupideces, la cagaste y Mía no te va a perdonar, así que deja esto de este tamaño y me voy porque no quiero amargarme la noche. -tenía muchísima rabia con él.

- No son estupideces, yo amo a Mía. - Ya me tenía mamado de tanta cosa, así que le di un puño en la cara que lo dejé en el piso. – que te pasa idiota.

- Fui muy claro, cuando te metiste con Mía, te dije, no la hagas sufrir, y no te basto, te metiste con mis dos hermanas, así que deja a Mía en paz, me entendiste.

No lo quería ver más, así que me fui de esa casa y me subí a mi auto, reviso mi celular antes de arrancar y un mensaje llama mi atención. “Que debo hacer para que vengas a mi casa” “No tienes que hacer nada, solo con saber que me quieres ver es más que suficiente para mí”

Prendo el auto y me dirijo donde Bella, sé que ella y yo somos muy diferentes, pero es una mujer que siempre me ha cautivado y si hoy tengo la oportunidad de estar con ella no la voy a dejar pasar.

Bella

Mientras Mía está en el baño, saco mi celular para ver si Salvador respondió mi mensaje “No tienes que hacer nada, solo con saber que me quieres ver es más que suficiente para mí” “entonces te espero" Salvador siempre ha sido un caballero en toda la extensión de la palabra y eso siempre me ha parecido muy interesante en él.

-Quiero pensar que te ríes de un meme – la voz de Mía me saco de mis pensamientos.

- Estaba hablando con tu hermano. – ella y yo nunca hemos tenido secretos y esto no va a ser la excepción.

- Tú sabes que yo te quiero, pero ten cuidado con Salvador. – sé que somos muy distintos, pero no voy a desperdiciar esta oportunidad. - ¿Desde cuándo te gusta mi hermano?

- Mía entre Salvador y yo hay un antecedente, que nunca te lo quise contar.

- Como que antes, tú y Salvador desde cuando están en estas. – sabía que le iba a sorprender lo que le estaba diciendo.

- Mía, yo necesito hablar primero con tu hermano, pero solo te puedo decir que el primer hombre con el que estuve fue él. – abrió su boca y la volvió a cerrar. – después que hable con tu hermano, te prometo que te cuento todo.

- Tú sabes todo de mí, como me ocultaste esto.

- No te lo oculte, omití el nombre no más.

- Tu amor platónico, con el que estuviste y preferiste salir corriendo porque te dio miedo, ese hombre es mi hermano. -la sorpresa no era solo de ella, sino también mía. – y porque ahora sí.

- No sé, de pronto maduramos, Mía yo no soy como tú, a ti no te da miedo enamorarte, entregarte, pero a mí sí, yo tengo miedo de sufrir, de enamorarme y me dañen, pero básicamente he sufrido en silencio por tu hermano. – no pensé que mis ojos se fueran aguar.

- Te entiendo, en estos momentos lo último que yo quiero saber es de amor, pero a ti él no te hizo daño, Bella las experiencias de los demás, es eso de los demás, no tuyas, Salvador es distinto, que, si tiene su genio, pero es algo que se puede llevar.

- Yo solo quiero algo bonito y esta tarde algo cambio, pues la verdad no quiero huir, quiero ver hasta donde llega esto.

- Pues vívelo, y como sé que esa risita que tenías era porque estabas hablando con él, así que me voy, solo disfruta y déjate llevar.

Acompaño a Mía hasta la puerta y me estoy despidiendo de ella, cuando llega Salvador, Mía se despide de su hermano y se va, los dos ingresamos al salón, antes que nada, necesitábamos hablar.

-Sabes hace cuanto tiempo yo deseaba recibir un mensaje tuyo. – sus manos jugaban con las mías, mientras me miraba a los ojos.

- Sé que la primera vez que estuvimos me comporte como una niña, y solo me la pase evadiéndote. – agacho mi mirada, pero él coge mi mentón y me hace mirarlo.

- Mírame, ya paso, aquí estamos y pues si me volviste a escribir significa que no vas a salir corriendo.

- Claro que no. -me acerco a él buscando sus labios, besarlo se sentía distinto a otros, siento que solo buscaba la misma sensación que me daban sus labios en otros, pero fue imposible conseguirlos. – me encanta.

Mía

Llegue a la casa y tal cual como salí estaba, no había nadie, ni mi papá, desde que llegue de Italia solo lo he visto dos veces no más, no entiendo como esta familia se acabó y todo por su culpa, pero bueno al menos a pesar de tanta cosa, Salvador está feliz, mi mamá está tranquila y Sofía va a ser madre.

Me recuesto en mi cama y reviso mi celular, tengo un mensaje de Manolo y otro de Sofía, abro el de Sofía para ver que es lo que quiere “Necesito hablar contigo, sabes donde encontrarme” ahora está que quiere.“Mira Sofía, no tenemos nada de que hablar, usted preocúpese por su hijo y a mí déjeme en paz”

Lo último que me faltaba, escuchar también a Sofía, vamos a ver que quiere Manolo “Estaría mal si hago una excursión a Sicilia con la mejor alumna”sus ocurrencias solo me hacen sonreír, sé que no es amor, pero esto no tiene que seguir así. “Mejor se inventa una segunda luna de miel y la disfruta con ella”

Dejo mi celular en la cama y me voy a duchar, cierro los ojos mientras el agua caliente recorre mi cuerpo y siento como si fueran sus manos tocándome, tenerlo tan cerca en el auto, me hizo sentirlo, desearlo, quererlo tener, no solo era sexo, era conocer el cielo.

Me ducho rápido porque el agua no me estaba ayudando y no quería tocarme pensando en él, mientras él estaba con Pamela, decido acostarme, mañana será otro día y espero que sea mejor que este.