Él ayuda a su mejor amigo a castigar a su hija dándole un empleo en su empresa, pero lo que no contaba era que ella estaba completamente diferente de lo que recordaba. La deseó en cuanto la vio entrar en su oficina. Ella siempre ha estado enamorada de él y lo tentará como el mismo diablo.
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Capítulo 24
Com Henry
- Entra dentro de mi mansión con una angustia solo de pensar que Otávio va a prohibir mi noviazgo con Mel. Siento algo malo en el pecho\, agarro mi celular y la llamo.
Llamada
Mel- ¿Hola? ¿Ya llegaste a casa?
Henry- Necesito verte.
Mel- ¿Ahora?
Henry- ¡Sí! Por favor, te necesito.
Mel- ¿Dónde estás?
Henry- En mi casa.
Mel- Ya voy para allá.
- Voy directo a mi cuarto y me doy una ducha. Golpeo la pared\, enfadado. Pierdo la noción del tiempo\, pero pronto la puerta de mi cuarto se abre y Melissa aparece en el baño. Se acerca\, la abrazo fuerte\, mojándola toda\, y ella no se importa con eso. La levanto en mis brazos\, ella entrelaza las piernas en mi cintura y la llevo debajo de la ducha. Ella acaricia mi rostro.
Mel- Pareces tan perturbado.
Henry- Solo necesito hacer el amor contigo.
- Beso sus labios con deseo y la presiono contra el cristal de la ducha. Ella suelta un gemido\, bajo la tirante del vestido\, dejando su pecho al descubierto y la beso con pasión. Ella aprieta mi hombro mientras su pezón se enrojecía por las mordidas y succionadas\, luego vuelvo a besarlo. Ella sonríe mientras coloco su braga de lado y la penetro. Soltamos un gemido entre los besos y muevo profundo. "No quiero perder a Melissa"\, no puedo perderla.
Mel- No voy a aguantar más.
- Susurra entre mis labios y siento su cuerpo temblar mientras alcanza el orgasmo. Mel me abraza y aumento la velocidad de mis embestidas.
Henry- Te necesito.
Mel- Ya me tienes, Henry, de cuerpo y alma.
- No me contengo y me derrumbo dentro de ella. La única certeza que tengo es que enfrentaré todo y a todos por esta mujer. No voy a renunciar a Melissa, incluso si eso significa perder la amistad de Otávio.
- La ayudo a quitarse el vestido y la braga mojada\, tomamos una ducha y la llevo a la cama. Acuesto a Melissa con cuidado y vuelvo a besar sus labios con todo el amor que siento por ella. Empiezo a penetrarla con toda la tranquilidad del mundo\, moviéndome lentamente mientras beso sus labios con ternura.
Mel- ¿Qué estamos haciendo?
- Pregunta\, respirando entrecortadamente\, y no dejo de moverme dentro de ella\, sintiendo su interior apretarme.
Henry- Estamos haciendo el amor, Melissa. Eso es lo que estamos haciendo.
- Ella abre la boca sin decir una palabra\, sostengo su rostro y vuelvo a besar sus labios. Entre gemidos y besos\, llegamos a nuestro clímax. Es la primera vez que hago el amor con una mujer. No fueron solo dos cuerpos fundiéndose\, fue el encuentro de dos almas\, el encaje perfecto. Mi encaje perfecto. Melissa es la mujer de mi vida\, y ahora no tengo más dudas de que realmente estoy enamorado de ella. Estoy perdidamente enamorado.
Mel- ¿Qué pasó?
Henry- ¡Nada! Solo tenía ganas de verte.
Mel- ¿Estás tratando de engañarme?
- La miro y le beso la frente.
Henry- Lo último que haría en mi vida es engañarte, Melissa. Sé muy bien lo que quiero.
- Sus ojitos brillan mientras me observa.
Mel- ¿Y qué quieres?
Henry- ¡Te quiero! Y voy a asumir que eres mía ante el mundo.
- Me doy cuenta de que ella se bloquea y acaricio su rostro.
Henry- ¿No quieres asumir nuestra relación?
- Ella niega con la cabeza.
Mel- Solo esperemos un poco más y prometo que hablaré con mi padre, ¿de acuerdo?
Henry- Haré lo que tú digas, amor, aunque eso no me haga feliz. Vamos a hacerlo a tu tiempo.
- Ella sonríe y la abrazo.