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De La Luz A La Oscuridad

De La Luz A La Oscuridad

Status: Terminada
Genre:Romance / Completas / Intrigante / Maltrato Emocional / Dominación
Popularitas:2.1k
Nilai: 5
nombre de autor: Daniel__CL

Es un libro sobre un romance entre dos jovenes universitarios, Nyx Frost y Jasper Brooks. Nyx es fría y distante, mientras que Jasper es cariñoso y comprensivo. La historia se centra en cómo Jasper se involucra en el oscuro mundo de Nyx, afectando su relación con sus seres queridos y explorando temas de manipulación y relaciones tóxicas.

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Capitulo 22: El Peso de la Verdad

El sol matutino se filtraba por las cortinas de mi habitación, lanzando suaves destellos de luz sobre mi rostro. Abrí los ojos lentamente, esperando el peso aplastante de la ansiedad que me había acompañado en los últimos días. Pero, sorprendentemente, no estaba allí. Por primera vez en lo que parecían años, sentí que podía respirar con facilidad. Una extraña sensación de paz se había apoderado de mí, como si el universo me hubiera concedido un respiro temporal de la tormenta que había estado viviendo.

Bajé las escaleras con pasos ligeros, y al entrar en la cocina, la escena que encontré me resultó extrañamente reconfortante. Mis padres estaban sentados en la mesa, sumergidos en la rutina diaria. Mi madre, con su cabello peinado cuidadosamente, vertía café en su taza mientras mi padre, concentrado en el periódico, daba pequeños sorbos a su propia taza. La tranquilidad del momento se sentía casi surrealista, como una burbuja de normalidad en medio del caos que era mi vida.

—Buenos días —dije, tomando una taza de café recién hecho.

—Buenos días, cariño —respondió mi madre con una sonrisa cálida que, por un instante, hizo que todo se sintiera bien.

—Dormiste bien, ¿verdad? —preguntó mi padre, sin apartar la vista de su periódico.

—Sí... mucho mejor que en días anteriores —respondí, sorprendido por lo genuino que sonaba.

Nos sumergimos en una conversación ligera, hablando de cosas triviales: el clima, planes para el fin de semana, noticias locales que realmente no importaban. Y sin embargo, esas pequeñas cosas me dieron una sensación de seguridad, como si, por un breve momento, el mundo fuera un lugar menos aterrador.

Decidí salir a caminar después del desayuno, un intento de prolongar esa paz que me envolvía. El aire fresco de la mañana se sentía revitalizante, despejando cualquier rastro de la pesadez que había sentido antes. Caminé sin rumbo fijo, saludando a conocidos del vecindario y observando la vida cotidiana que seguía su curso. Los niños jugaban en el parque, sus risas resonando como un eco lejano de tiempos más simples. Era un día cualquiera, uno que me permití disfrutar, aunque fuera solo por un rato.

De vuelta en casa, subí a mi habitación con la intención de relajarme un poco más. Me tumbé en la cama, cerrando los ojos mientras dejaba que la tranquilidad se asentara en mi mente. Me pregunté si esto era lo que significaba sentirse "normal". La calma era una extraña compañera, una que había olvidado cómo era.

Pero como suele suceder, la realidad no tardó en irrumpir, desgarrando esa frágil burbuja de paz.

El zumbido de mi teléfono rompió el silencio de la habitación. Lo tomé de la mesita de noche, sin pensar mucho, y al desbloquearlo, vi un mensaje sin leer. No reconocí el número, pero al abrirlo, el contenido me dejó helado. Una foto apareció en la pantalla: Zack y Nyx, juntos, sonriendo en un lugar que no identifiqué de inmediato.

El golpe fue visceral. Mi primer instinto fue buscar una explicación lógica, algo que me hiciera entender lo que veía. Pero cuanto más observaba la imagen, más incómoda se volvía la sensación en mi pecho. Zack, mi mejor amigo, con Nyx... la misma Nyx que había cambiado mi vida de formas que apenas empezaba a comprender. Había algo en esa foto que me erizó la piel, como si una sombra oscura se deslizara en mi mente, susurrándome que nada de lo que creía era cierto.

Comencé a repasar mentalmente cada conversación, cada encuentro con Zack, buscando algo que pudiera indicar que me había estado ocultando algo. ¿Cuándo se habían conocido? ¿Por qué nunca mencionaron nada? El desconcierto se transformó rápidamente en desconfianza, un veneno que empezó a extenderse por mi mente, contaminando todo.

Volví a mirar la imagen, tratando de encontrar algún detalle que explicara lo que estaba viendo, pero la única cosa que lograba era sentirme más atrapado en una maraña de sospechas. Todo lo que pensaba saber sobre Zack, sobre Nyx, comenzaba a desmoronarse, dejando al descubierto una verdad que no quería enfrentar: tal vez nunca los había conocido realmente.

Sentí que mi corazón se aceleraba, y el sudor frío comenzaba a aparecer en mi frente. ¿Qué estaba pasando realmente? ¿Zack estaba involucrado con Nyx de alguna forma que yo desconocía? Y si era así, ¿qué significaba eso para mí? La idea de que ambos podrían haber estado conspirando a mis espaldas me provocó un nudo en el estómago, uno que no podía ignorar.

La tranquilidad de la mañana se había esfumado, dejándome solo con una creciente sensación de paranoia. No podía confiar en nadie. Ni siquiera en mi mejor amigo. Y esa idea me carcomía, desgarrando cualquier rastro de paz que hubiera sentido al despertar.

En medio de mi agitación, el teléfono vibró nuevamente en mi mano. Era un mensaje de Nyx.

—“Necesitamos hablar.”

Las palabras eran simples, pero el impacto que tuvieron fue devastador. Miré el mensaje durante largos segundos, mi mente atrapada en un torbellino de dudas y temores. Nyx rara vez decía algo sin motivo, y esa ambigüedad solo servía para profundizar la grieta que se había abierto en mi confianza.

Me levanté de la cama, incapaz de quedarme quieto. Caminé de un lado a otro en la habitación, tratando de procesar todo lo que estaba ocurriendo. La paz que había sentido era ahora un recuerdo lejano, una burla cruel de lo que realmente era mi vida. El nudo en mi estómago se apretaba más con cada paso que daba, como si supiera que la tormenta que estaba por venir sería más devastadora que cualquier cosa que hubiera experimentado antes.

Finalmente, me detuve frente a la ventana, mirando el exterior con ojos desenfocados. Sabía que debía responder a Nyx, pero las palabras se negaban a formar coherencia en mi mente. ¿Podía seguir confiando en ella? ¿En Zack? ¿En alguien? Las sombras de la duda se cernían sobre mí, haciéndome sentir más solo que nunca.

La calma había desaparecido, y en su lugar, la tormenta se preparaba para estallar.

Me quedé mirando la pantalla del teléfono, las palabras de Nyx parecían pesar toneladas. "Necesitamos hablar." Dos palabras que, en otro contexto, podrían haber sido inofensivas, pero que ahora resonaban como una sentencia. Me enfrentaba a la posibilidad de que todo lo que creía conocer estaba al borde del abismo.

Salí de mi habitación, bajando las escaleras mientras sentía una presión creciente en el pecho. El sol, que antes me había parecido tan cálido y reconfortante, ahora solo servía para resaltar la frialdad de mi interior. La idea de enfrentar a Nyx, de descubrir qué secretos ocultaba, me hacía sentir como si estuviera caminando sobre una cuerda floja, con el vacío esperándome abajo.

El sonido de la televisión en la sala de estar era casi irritante. Mis padres seguían allí, viendo un programa sin importancia. Su presencia, que había sido un bálsamo al despertar, ahora solo servía para intensificar mi sensación de desconexión. Ya no me sentía parte de esa normalidad; era como si la paz de la mañana hubiera sido una cruel ilusión.

—¿Te sientes bien, Jasper? —preguntó mi madre, notando mi agitación.

—Sí, mamá. Solo… solo necesito salir un momento —respondí, tratando de mantener la compostura.

Ella asintió, aunque su mirada reflejaba preocupación. Sabía que había algo más, pero también sabía cuándo no presionar. Le di una sonrisa que se sintió más como una mueca y salí de la casa. El aire fresco, que antes había sido revitalizante, ahora se sentía cargado, pesado con el peso de mis pensamientos.

Caminé sin rumbo, buscando un lugar donde pudiera pensar con claridad. No quería enfrentar a Nyx, no todavía. Necesitaba entender qué significaba todo esto, qué papel jugaba Zack en este enredo oscuro. La posibilidad de que él estuviera involucrado con Nyx de alguna manera se aferraba a mi mente, retorciéndola con suposiciones. ¿Desde cuándo la conocía? ¿Por qué nunca me dijo nada?

Mis pies me llevaron a un parque. Las imágenes de esos días despreocupados inundaron mi mente, contrastando dolorosamente con el caos actual. Me senté en un banco, observando a los niños jugar en los columpios, sus risas y gritos llenos de una inocencia que ahora me resultaba casi alienígena.

Saqué el teléfono, repasando mentalmente las posibles respuestas a Nyx. Ninguna parecía correcta. Todo sonaba falso, forzado. Al final, simplemente escribí: "De acuerdo. ¿Dónde?" Envié el mensaje y esperé, el sonido del viento en los árboles era mi único consuelo.

No pasó mucho tiempo antes de que recibiera su respuesta: "En mi cabaña, esta noche."

Mi corazón dio un vuelco. La cabaña. El lugar donde había sido testigo de cosas que no debería haber visto, donde había cruzado líneas que nunca imaginé cruzar. Ese lugar representaba todo lo que había cambiado en mi vida, todo lo que Nyx había traído consigo. No sabía si estaba preparado para enfrentar lo que ella tenía que decirme, pero no tenía opción. La única forma de avanzar era a través de la oscuridad.

Le respondí con un simple "Ok" y guardé el teléfono. Sentí que el nudo en mi estómago se apretaba aún más. Las dudas sobre Zack seguían atormentándome. ¿Debería hablar con él antes? ¿Enfrentarlo? Pero la idea de confrontar a mi mejor amigo, de acusarlo de algo sin tener pruebas concretas, me parecía aterradora. ¿Y si estaba equivocado? ¿Y si solo estaba proyectando mis miedos?

Pasé las horas restantes del día en un estado de tensa expectativa, incapaz de concentrarme en nada. Mis pensamientos eran un laberinto, cada giro me llevaba de vuelta al mismo punto: la traición, la incertidumbre, el miedo. Zack siempre había estado a mi lado, pero ahora, esa cercanía se sentía como un filo afilado contra mi garganta.

La noche cayó rápidamente, y mientras caminaba hacia la cabaña, el frío en el aire parecía morder mi piel con una intensidad inusual. Las sombras de los árboles se extendían como dedos oscuros sobre el camino, y la silueta de la cabaña se alzó entre la penumbra, un recordatorio silencioso de todo lo que había cambiado en mi vida.

Al llegar, toqué la puerta suavemente, mi corazón palpitando con un ritmo inquietante. Casi de inmediato, Nyx abrió la puerta. Sus ojos me miraron con una intensidad fría, su expresión impenetrable. Sin decir una palabra, hizo una señal para que entrara, y la atmósfera dentro de la cabaña era tan densa y opresiva como la última vez que estuve allí. Cada rincón del lugar parecía estar cargado de un silencio pesado, un preludio a algo inminente.

Nos sentamos frente a frente, y por un momento, ninguno de los dos habló. La quietud en el ambiente se alargaba, tensa, mientras trataba de encontrar las palabras adecuadas. Pero antes de que pudiera decir algo, Nyx rompió el silencio.

—Encontraron el cuerpo de Marcus.

Su voz era fría, cortante, y cada palabra parecía clavarme como un puñal. Un escalofrío recorrió mi espalda al escuchar su nombre. Marcus. El hombre al que habíamos matado. Ahora su cuerpo había sido descubierto.

—¿Qué…? ¿Cómo? —balbuceé, la sorpresa y el terror mezclándose en mi mente.

Nyx mantuvo su mirada fija en la mía, sus ojos tan oscuros como el abismo.

—Lo encontraron esta mañana unos montañeses que pasaban por el lugar, vieron rastros de sangre. La policía lo ha identificado, pero aún no saben quién lo hizo.

Mi corazón comenzó a latir con fuerza, el pánico invadiendo mis pensamientos. Marcus estaba muerto, lo habíamos matado, pero ahora, con su cuerpo encontrado, todo nuestro plan se tambaleaba. ¿Qué tan cerca estaba la policía de descubrirnos? ¿Podían rastrear el asesinato hasta nosotros?

—¿Y… qué vamos a hacer? —logré preguntar, sintiendo cómo el nudo en mi estómago se apretaba aún más.

Nyx se inclinó ligeramente hacia adelante, sus palabras eran afiladas como cuchillas.

—Necesitamos mantener la calma. La policía no tiene ninguna prueba que nos conecte con su muerte. Lo importante es no cometer errores que puedan levantarnos sospechas.

Su tono era frio, pero no lograba calmar la tormenta en mi interior. Cada escenario pasaba por mi mente a una velocidad vertiginosa. Si la policía encontraba algún indicio, si alguien había visto algo... La posibilidad de que todo se desmoronara era aterradora.

—¿Y si… y si nos descubren? —mi voz temblaba, traicionando mi creciente pánico.

Nyx me miró con una mezcla de paciencia y firmeza, como si ya hubiera anticipado mi reacción.

—No lo harán, Jasper. Siempre y cuando mantengamos la calma y no hagamos nada que los dirija hacia nosotros. Marcus tenía muchos enemigos, y la policía se enfocará en eso.

Intenté tragar el nudo en mi garganta, pero las palabras de Nyx no lograban disipar mis miedos. Podría confiar en su frialdad, en su capacidad para manipular las situaciones, pero no podía ignorar el peso de lo que habíamos hecho. No se trataba solo de la muerte de Marcus, sino de la cadena de eventos que esta desataría. Un error, un descuido, y todo podría venirse abajo.

—¿Hay algo más que deba saber? —pregunté, mi voz apenas era un susurro, temeroso de la respuesta.

Nyx me observó por un momento, sus ojos eran inescrutables, antes de responder.

—Por ahora, eso es todo. Pero mantente alerta. Las cosas pueden complicarse rápidamente.

El peso de sus palabras se asentó sobre mí como una losa. Sabía que la situación estaba lejos de terminar, y que cada decisión que tomara a partir de este momento sería crucial. Salí de la cabaña sintiendo que llevaba una carga insoportable, consciente de que la oscuridad que nos rodeaba no hacía más que profundizarse.

Mientras caminaba de regreso a mi departamento, el silencio de la noche se rompía con cada uno de mis pasos, resonando como el eco de una condena inminente. El cuerpo de Marcus había sido encontrado, y aunque su amenaza había desaparecido, algo mucho más oscuro había tomado su lugar. Y en el centro de todo, estaba Nyx, con sus secretos, sus mentiras, y su habilidad para manipular todo a su alrededor. Pero ahora, más que nunca, sabía que no podía confiar completamente en ella. La duda había echado raíces en mi mente, y no había vuelta atrás.

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Kaidenn
Me encanta como escribes, me hace sentir parte de la historia. Espero poder seguir leyendo más de tus obras.
Daniel: Muchas gracias por el apoyo 🫂😊 me da gusto saber que en algun lugar del mundo hay alguien a quien le gusta mi manera de contar las historias.

Espero no defraudarte y seguir contando con tu apoyo 🫂
total 1 replies
Tsubasa Oozora
Interesante, porfi no tardes en actualizar
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