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EL PADRE DE LAS DOCE PRINCESAS BAILARINAS

EL PADRE DE LAS DOCE PRINCESAS BAILARINAS

Status: Terminada
Genre:Completas / Mujer poderosa / Doctor / Época / Diferencia de edad / Secretos de la alta sociedad / Duque
Popularitas:48.4k
Nilai: 4.9
nombre de autor: Guadalupe Nieves

¡LA TEMPORADA DE ESCÁNDALOS HA COMENZADO!

Tras haber salvado la vida de su hija, casada con el príncipe heredero y madre del nieto de la reina regente, se enfrenta a la insistencia de esta última para que vuelva a casarse y disfrutar de su jubilación en compañía. A pesar de sentirse desalentado por la idea de encontrar pareja como un divorciado de mediana edad, que para nada es atractivo, accede a asistir a los bailes debut para complacer a su hija. Lo que no imagina es que en ese ambiente hipócrita podría hallar una nueva oportunidad en la duquesa de Rosaria, la primera mujer en heredar un título nobiliario y formar parte de la guardia real. ¿Podrá un hombre marcado por el estigma de un divorcio, su edad y de su fealdad, encontrar nuevamente el amor en alguien como ella, que desafía las convenciones sociales con su posición y poder?

NovelToon tiene autorización de Guadalupe Nieves para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

CAPÍTULO 8

—Es gusto saludar a la gran duquesa de Rosaria, lady Serena—dijo mientras se quitaba el antifaz—me alegra volver a verla.

De inmediato, Serena abrió la poca sorprendida por lo que estaba viendo, ya que, después de que la posesión de su tío, quien no pudo hacerse del título de su padre, fuera anulada por la misma reina, este había jurado jamás volver a ver a su prima.

—¡Selena!—espetó la duquesa abrazándola.

Al ser sus madres gemelas, y al haber nacido tanto ella como su prima en el mismo día, ambas habían recibido nombres similares, solo que con la diferencia de una letra. Aquello había sido hecho para que, en el futuro, el lazo de hermandad no se perdiera aun si las dos hubieran nacido como primas.

—¿Y mi tío?—preguntó—perdón, ¿y sir Joseph?

—Padre hablando con sus socios, mientras mi hermano lo acompaña—la tomó de la mano e hizo que se sentara en un banco con ella—por eso he podido escaparme de ellos.

El corazón de Serena palpitó con fuerza, podía sentir aquella calidez de su fallecida tía en las manos de su prima. Por un momento creyó poder recuperar algo de la familia que había perdido; sin embargo, recordando el odio que su tío le tenía, puesto que por su culpa no había podido ser el nuevo duque como la ley lo dictaba, sus ilusiones se apagaron con brusquedad.

La prima de la joven duquesa sonrió, mientras afianzaba aún más su tacto. Desde que se había enterado en la tarde que podía reencontrarse con su prima, había hecho todo lo posible para que su padre no sospechara y escaparse. Quería volver a hablar con aquella mujer con la que compartía casi el mismo nombre.

—¡Estoy tan contenta!—expresó la duquesa.

—El sentimiento es mutuo, querida prima—le dijo la chica—¡No sabes lo feliz que estuve al verte llegar! ¡Pareces una princesa de cuentos de hadas! ¡Estoy segura de que encontrarás a tu galán!

Serena solo asintió, mientras miraba a otro lado con las mejillas sonrojas. Su prima, observándola con cuidado, sonrió. Al parecer, sir Jeremy había sido el galán que la duquesa de Rosaria había encontrado para su corazón. Riéndose un poco, con el fin de molestarla, se colocó su antifaz antes de levantarse.

—He de volver—expresó—padre deberá estar buscándome ya, está cansado de que no encuentre un pretendiente para casarme.

—¡¿Aún no has encontrado esposo?!—preguntó sorprendida la duquesa—¡Pero si eres la mujer más hermosa que he conocido!

Su prima se detuvo, dándole la espalda un segundo, suspirando un poco del cansancio que tenía. No obstante, antes de que la duquesa se diera cuenta, le sonrió para darle una reverencia, prometiendo hacer todo lo posible para poder enviarle cartas.

A los cinco minutos de haber salido del balcón, Miranda se acercó para llevarla de regreso al salón de baile, puesto que dentro de unos segundos comenzaría el primer baile. No obstante, al momento de levantarse, un leve ardor en su dedo la detuvo. Notando que, en uno de sus dedos, una leve mancha de sangre se notaba en su guante, frunció el ceño sin saber cómo fue que se había lastimado.

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Al llegar al salón de baile, ya la música había comenzado y las parejas bailaban con elegancia bajo el adorno de luces y rosas blancas. Debido a que aquel baile era para las debutantes, todo estaba decorar para representar la inocencia y pureza con la cual estas se presentaban en sociedad.

Serena, buscando a sir Jeremy, notó que alguien se posaba a su lado. El padre de la princesa consorte por fin había llegado y estaba dándole una reverencia para invitarla a bailar. Fue allí que el peso de la realidad cayó como balde de agua fría para la duquesa, no solo le molestaba el pinchazo que tenía en su dedo, sino que su ignorancia en el baile también le causaría problemas.

—Sir Jeremy, lo lamento—se excusó mientras caminaba a la pista de baile—yo...

—Tranquila, sir Anthony me explicó—le respondió con una sonrisa—puede pisar mis pies, yo guiaré el baile.

Sorprendiéndose ante la amabilidad del hombre, Serena hizo lo que este le dijo y gracias al largo del vestido, parecía que ambos estuvieran bailando a la par mientras era Jeremy quien lo hacía. Solo cuando debían separarse unos segundos se notaba su inexperiencia, pero el médico real supo ocultarlo bastante bien.

Sir Jeremy sonrió sin percatarse lo roja que estaba la duquesa, el sentimiento de calidez que sentía era bastante grande. Muy pocas veces se sentía cómodo en un evento social, solo cuando acompañaba a su hija podía desprenderse un poco de su realidad. Sin embargo, para hombres como él, la sociedad también era duro. Por eso es que duda cumplir el deseo de sus nietos de casarse, alguien tan feo era imposible tal hecho.

—Lo siento, no quiero incomodarlo—habló en un susurro Serena.

—No es eso, por favor—respondió dándole una vuelta—solo recuerdo mi primer baile con mi hija, a decir verdad, este ha sido uno de los eventos que más me he sentido cómodo. Le agradezco el haberme invitado a bailar, duquesa.

—Pero me agradece como si lo hubiera hecho a la fuerza—respondió en el momento en que quedó cerca de él—de verdad quería bailar con usted.

Aquellas palabras hicieron tambalear a Jeremy,  quien apenas notó la cercanía de los rostros de ambos. Tropezándose un poco, agradeció que el primer baile hubiera acabado y disculpándose con la pareja que estaba detrás de ellos, tomó de manera un poco torpe la mano de la duquesa para sacarla de la pista de baile.

Al momento de intentar tomar unas copas de vino de una mesa cercana, notó su guante con sangre. Extrañado porque no tenía ninguna herida, observó que en la mano derecha de su dedo, había una herida pequeña pero notoria. Serena, al sentir como este tomaba su mano, se sonrojó aún más.

Mientras Jeremy vendaba con cuidado el dedo de Serena con su pañuelo de seda blanca, una mujer encapuchada los observaba escondida en la oscuridad de una esquina. Aprovechando que casi todos a su alrededor estaban concentrados en el acto del padre de la princesa consorte, se acercó un poco más.

—Déjela unos minutos, dejará de sangrar pronto—respondió separando sus manos—he de ir un momento a los sanitarios, no demoro.

—¡Claro!—respondió llevándose su mano vendada a su corazón.

Sin darse cuenta de que aquella mujer misteriosa perseguía a Sir Jeremy, la duquesa observó perderse en la lejanía al hombre. El tacto del médico real era bastante ameno, muy agradable, con una dulzura sorprender. Si bien no era buen mozo, y su edad le jugaba en contra, para ella, que tuvo que crecer en un ambiente frío y duro, apreciaba el corazón de un buen hombre por encima de su atractivo.

Agradeciendo que no hubiera nadie en los sanitarios, Sir Jeremy entró en estos y abrió el grifo para lavarse un poco el rostro. Se sentía con las mejillas calientes desde que había entrado al salón de baile, pensando que tal vez estaba resfriado, se extrañó al sentir que su corazón latía aún más con fuerza.

—¡Eres tonto, Jeremy!—se regañó así mismo, recordando lo sucedido con Serena—¿Cuántos años crees que tienes?

Después de sacarse el rostro, justo al momento de darse la vuelta para salir de los sanitarios, se asustó al ver a una mujer encapuchada detrás de él. Sin darle tiempo de reaccionar, esta sopló un extraño polvo rojizo en frente del médico real que lo tumbó de inmediato.

Estando en el piso, sintiéndose mareado, solo pudo ver como la mujer se acercó y le susurró palabras casi inaudibles antes de perder por completo la consciencia. La mujer, con una sonrisa siniestra, observó unos segundos más a un dormido Jeremy antes de irse de los sanitarios de hombres.

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Serena, quien era observada por varios invitados que se burlaban de ella ante la ausencia de Jeremy, fue a buscarlo tras diez minutos de haber iniciado el segundo baile de la noche. Justo cuando estaba por doblar al pasillo de los sanitarios, se encontró a Anthony preocupado, mientras entraba a una de las habitaciones de descanso para hombres.

—¡Gracias a Dios te encuentro, querida!—expresó Miranda—vamos adentro, es sir Jeremy.

Preocupada, Serena se dejó guiar por Miranda, quedando asustada al ver inconsciente al médico real. Acercándose un poco, observó como Anthony lo examinaba en lo que el médico encargado del evento llegaba a auxiliar al hombre. Pidiendo expresamente que nadie se enterara de esto, los criados que encontraron a Jeremy asintieron.

Anthony estaba preocupado por el estado de salud del hombre; sin embargo, si se generaba un rumor en ese momento de alguien relacionado con la realeza, peor iba a ser. Por lo que, lo mejor era guardar aquello en silencio el mayor tiempo posible.

—¿Estará bien?—preguntó Serena.

—Debido a su estado físico, Sir Jeremy sufre de la presión—respondió sinceramente—supongo que esto fue relacionado con su padecimiento, en fin, ahora queda esperar al médico.

Serena asintió, sentándose en el sofá de al frente. Sabía muy bien los riesgos de salud para alguien con sobrepeso, pero le molestaba de sobre manera que alguien tan dulce y atento como sir Jeremy sufriera de eso. Sabía que si bien era mayor, aún estaba muy joven. Aún había una oportunidad de que él mejorara su estado de salud. Por lo que, decidida a ayudarlo, esperaría a que él despertara.

1
Anonymous
Y si no hubieran ido a verla quemar, no habrían recibido la maldición ?
Anonymous
No entiendo por qué la Sociedad está en contra d q una mujer sea fuerte y defienda lo que le pertenece por herencia !!
Y tampoco entiendo por que piensan que Jeremy va a cargar un lastre, por casarse con Serena, al contrario creo que va a salir ganando
Martha Sanchez
Excelente
Majo Alvarez
Yo me pregunto, cómo es que no hay nadie vigilando en la habitación de ellas, sabiendo lo que pasó con Anastassia? Dejan que se las arrebaten así no más? Lo que pasó con la mayor sucedió estando en esa habitación, entonces no puedo entender tanta negligencia , no están a la altura de la situación, no dan la talla. No es por tu edad que no podés casarte con Anastassia, es por negligente, todo pasa adelante de tus narices y no lo podés anticipar, siendo que ya están al tanto de lo que iba a pasar. En contra de lo que te dijo Baba esperaste al último día para entrenar a Jeremy. Definitivamente los demonios están ganando por goleada
America Lopez
ya se sabe quién es la envidiosa
Marisa Cendra
Excelente
Ernestina Puerto
ay no, pobres chicas se la van. a bailar de todas las maneras posibles, que mala onda..ojalá solo sea en sus sueños y no en la realidad
Ernestina Puerto
jajaja será violado el doc jajaja 🤣
Ernestina Puerto
que bien que la van a ayudar,
Ernestina Puerto
ay no que le den una porción para que quede Bonita nuevamente
Ernestina Puerto
que prima tan sinvergüenza, que le coorteen laaa caabeezaa
Ernestina Puerto
bingo sabía que era la envidiosa prima ojalá que se quede como bruja fea y arrugada
Ernestina Puerto
es la prima loca seguro
KAMELIA
Sinceramente mucho sufrimiento para la duquesa y ahora también con sus hijas, no me parece justo
KAMELIA
Que pecado tanto sufrimiento y todavía no termina😔😔
KAMELIA
Sii sii hacerte, el pequeño es su salvador😇😇😇
KAMELIA
Yo creo que el pequeño jeremi será su salvador
KAMELIA
Jajaja que imaginacion😇😆😆
KAMELIA
Me encantó ese comentario 👏👏👏
KAMELIA
😆😆😆Que cosas no jajaja
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