Maryory Williams es una mujer de 33 años de edad periodista de profesión cuya carrera está a punto de ser destruida por defender a su antiguo amor de la secundaria y se encuentra en un momento muy importante de su vida porque debe enfrentar su mayor reto profesional, Porfirio Ruíz es un hombre de 33 años, un exfutbolista exitoso el cual está enfrentando el peor momento de su vida
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Capítulo XV: Mejor de lo esperado
Santiago se encontraba durmiendo en la casa de Milena cuando recibió una llamada y aunque deseaba ignorarla porque se tomó la noche libre debido a que Porfirio le garantizó que todo iba a estar bien durante la fiesta, el problema es que la persona al otro lado no dejaba de insistir
-¿Acaso no puedo tener una noche de descanso? – Preguntó Santiago con molestia
Santiago observó a Milena, la cual dormía placidamente a su lado y acarició su rostro porque le gustaba cuando podían pasar tiempo juntos, el problema es que ambos tenían empleos muy demandantes
-Santi contesta tu teléfono, por favor – Dijo Milena somnolienta
Santiago resopló con molestia porque no deseaba que ella se despertara, así que tomó su teléfono para contestar la llamada, tenía sueño, sin embargo, una vez que escuchó el motivo de la llamada se levantó de su cama de forma abrupta
-¿Acaso es esta una broma? – Preguntó Santiago
Santiago caminaba de un lado al otro buscando sus prendas para vestirse mientras Milena, la cual ahora estaba despierta, lo observaba con preocupación
-¿Qué pasó esta vez? – Preguntó Milena con curiosidad
-Dalia murió, esta noche – Respondió Santiago
La pareja hizo varias llamadas debido a que tenían muchas preguntas, no obstante, no recibían respuestas y estaban muy preocupados por las repercusiones de esa noticia
-Necesito saber que está haciendo Porfirio en este momento y evitar que complique su situación – Dijo Santiago con preocupación
A Santiago le preocupaba que Porfirio terminara relacionado con otro escándalo ahora que finalmente superaron
la crisis creada debido a las falsas acusaciones de Dalia
-Debo cuidar de que los niños se encuentren bien – Dijo Milena
Debido a los planes de Dalia, esta necesitaba que Milena no se encontrara por los alrededores así que
le dio la noche libre y dejó a los niños en la casa de sus padres
-No me gustaría que vayas a la casa de los padres de Dalia
Milena sabia que Santiago se preocupaba por ella, el problema es que había cuidado de esos niños desde que
nacieron y les tenía mucho afecto
-Santiago no puedo dejarlos solos en este momento cuando acaban de perder a su madre
-Prométeme que no vas a hacer nada estúpido – Dijo Santiago
-Te lo prometo – Dijo Milena cruzando los dedos
Milena condujo hasta la casa de los padres de Dalia y por suerte cuando llegó los niños se encontraban durmiendo, así que ignoraban lo que le había ocurrido a su madre y aunque sabía que su presencia no era bien recibida en este lugar mientras no se decidiera quien tenía la custodia de los niños ella debía cuidarlos
-¿Porfirio porque no atiendes tu teléfono? - Se preguntaba Santiago una y otra vez
Santiago conducía a gran velocidad en dirección al lugar donde se celebró la fiesta para escuchar las versiones de los empleados, sintió alivio cuando le dijeron que Porfirio salió del lugar mucho antes de que Dalia colapsara y que durante toda la noche conversó con varias personas, bailó con algunas mujeres y fue visto por muchas personas así que Santiago obtuvo copias de los videos de las cámaras
-Espero que esto sea suficiente para que Porfirio no tenga problemas en el futuro – Dijo Santiago
Carelia, hizo uso de sus contactos, para que la noticia de la muerte de Dalia se hiciera pública, dejando entrever que se trataba de una sobredosis, a pesar de que los doctores aún desconocían la causa de su deceso
-Al parecer alguien me va a ayudar a hacer mi trabajo más fácil – Dijo Santiago
Debido a que era el publicista de Porfirio, era contactado por algunas personas de los medios de comunicación y sabía que debía aprovechar este momento para que la imagen de Porfirio nuevamente no se viera afectada por culpa de Dalia
-Ahora me pregunto dónde está Porfirio – Dijo Santiago
Maryory agarró por el cuello a Porfirio y se aferró a él envolviendo sus muslos alrededor de su torso mientras se daban un beso muy apasionado, Maryory estaba extasiada debido a sus besos porque era muy hábil y siendo una persona muy atlética caminó con mucha facilidad en dirección a la habitación principal de su apartamento, abrió la puerta para mostrar un lugar decorado de forma muy sobria y aun sin soltarla cerró la puerta con un puntapié, Maryory se preguntaba cómo había logrado ese nivel de precisión aunque luego se dijo a sí misma que ese no era su asunto
-Me gustan mucho tus besos – Dijo Porfirio
Porfirio y Maryory bebieron separarse por un momento para recuperar el aliento, Maryory observaba a su alrededor y se sentía como en un trance porque aún no podía creer lo que estaba a punto de suceder, y a diferencia de sus encuentros sexuales anteriores no tomó en cuenta aspectos tan importante como la protección o la altura del mes en el cual se encontraba su ciclo entre otros porque solo se dejaba llevar por sus deseos
-Voy a hacer el striptease más rápido de la historia – Dijo Maryory de forma seductora
Porfirio esbozó una sonrisa porque a pesar de la medicina intentaba no apresurarse debido a que si esto sería una experiencia única quería disfrutarlo al máximo, y deliberadamente encendió su equipo de sonido y puso la canción “Más y más” de la Unión y le excitó mucho escuchar como ella la cantaba no solo debido a su hermosa voz sino a lo sexy que Maryory se veía en ese momento
……..“Haz conmigo lo que quieras, nena.
Sabes que te pertenezco, nena
cada poro de mi piel es tuyo
haz conmigo lo que quieras nena.
Cede a tus tentaciones reina.
Vamos a volvernos locos, nena.
Vamos a subir al cielo juntos
haz conmigo lo que quieras nena
Cabalgando en la pasión
juego ritual
cabalgando en la pasión
deseo más y más
movimiento sensual.
Ahora harás lo que yo diga, nena
sabes que perteneces, nena
cada curva de tu piel es mía
ahora harás lo que yo diga, nena….”
Maryory movía sus caderas provocativamente mientras cantaba antes de alcanzar detrás de ella y desabrochar su vestido, debido a lo fluida de la tela, este cayó lentamente revelando su cuerpo, el cual solo estaba cubierto por un diminuto panti, para Porfirio esta imagen fue algo que le quitó el aliento porque se daba cuenta de que realmente era perfecta incluso más allá de lo que alguna vez se imaginó, y su hombría estaba tan dura que era casi insoportable
-Porfirio – Lo llamó Maryory con una pícara sonrisa
Maryory caminó de forma muy sensual en dirección a Porfirio porque se sentía muy cómoda con su cuerpo, y le
regaló una amplia sonrisa, lo cual le causó mucho asombro a Porfirio porque estaba acostumbrado a ser el que daba no a estar del lado receptor, dócilmente se dejó quitar su chaqueta, Maryory abrió los botones de su camisa y acarició su tonificado pecho, deslizó su mano hasta su pantalón y sintió como bajaba su cremallera lo cual lo hizo sentir un poco de alivio porque la presión en esa zona lo estaba enloqueciendo
-Creo que debemos hacer algo con este problema – Dijo Maryory tocando su hombría
Porfirio se sonrió porque era evidente que ella quería tomar el control, así que se rindió totalmente a ella y sintió como lo empujó contra la cama y con mucha destreza lo ayudó a quitarse el resto de sus prendas luego se subió sobre él para besarlo y acariciarlo presionando sus caderas contra las de él y sentía tanta desesperación por poseerla que no pensó en usar protección
-No necesitas apresurarte cariño – Le susurró Maryory
Esto era algo nuevo para Porfirio, porque Maryory no solo se preocupaba por su propio placer, sino que también
se esforzaba por hacerlo sentir muy deseado así que lentamente comenzó a poseerla mientras le decía palabras dulces, ambos estaban disfrutando el momento y con cada embestida Maryory creía que iba a enloquecer porque había deseado tanto este momento durante los últimos 15 años que aún creía que estaba soñando, pero debía admitir que era mejor de lo que había esperado, ambos eran muy ruidosos debido a lo mucho que lo estaban disfrutando
-Al menos no tengo que preocuparme por lo que está haciendo Porfirio – Dijo Santiago un poco avergonzado
Santiago decidió ir hasta el apartamento de Porfirio, aunque suponía que no estaría allí porque nunca traía mujeres a su casa y siempre que asistía a algún evento a pesar de que llegaba solo, siempre se iba en compañía femenina, así que le sorprendió mucho cuando abrió la puerta principal del apartamento y escuchó los gemidos que salían de la habitación principal
-Creo que mejor me voy – Dijo Santiago
Fueron tres las veces que hicieron el amor esa noche y al final ambos estaban exhaustos, Maryory se acurrucó a su lado y Porfirio la atrajo hacia su pecho para abrazarla porque se sentía muy relajado y en esa cómoda posición finalmente se quedaron dormidos,