Hay un justo momento en la Vida, que se cruzan los caminos, de dos personas destinadas a estar juntas, cual es la fuerza que los atrae, quién los une? se han preguntado porque solo con una mirada, se revoluciona todo, nuestro ser sin pensar objetivamente. Estará dispuesto Fernando Cáceres permitirse vivir esto que está sintiendo o seguir con su vida. como si nada hubiese pasado.
Fernando tendrá que Permitir el nuevo amor de su Madre Emma.
Emma, dejara atrás los prejuicios, y se entregara al amor. A que edad se deja de sentir.
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Capítulo 15 La Entrega Total
Entramos a la habitación y la tomé en mis brazos. El ambiente era idílico: un camino de pétalos conducía a la cama, adornada con champán y aperitivos. Brindamos por nuestro futuro. 'Te amo, Sofía', susurré. 'No tengo ninguna duda, es la primera vez que siento esta felicidad al estar cerca de alguien'.Le quité la copa y me acerqué a ella. Acaricié su cabello, descendiendo lentamente hasta su cuello. Sentí su cuerpo estremecerse. 'No tengas miedo, mi amor', susurré en su oído. La giré suavemente y descubrí su piel blanca y suave. Mi respiración se aceleró y mi corazón palpitaba con fuerza. Deslicé el vestido por sus piernas y la giré para quedar frente a frente.Era hermosa. La deseaba intensamente, pero procedí con cuidado, consciente de que era su primera v…Entramos en la habitación y la tomo en mis brazos, el ambiente ideal para mí. Recién casados, había un camino de pétalos hasta la cama. Champán y algunos aperitivos.
Brindamos por nuestro futuro, Te amo. Sofía, no tengo ninguna duda, es la primera vez que siento felicidad de estar cerca de alguien.
Le quito la copa, me acerco, le acaricio el cabello, bajando mi mano hacia el cuello; siento su temblor, le susurro en el oído: no tengas miedo, mi amor. La giró de espalda poco a poco y apareció su piel blanca. Roso mis dedos, siento la suavidad, mi respiración está entrecortada, el corazón se me agita, es intenso. Delizco el vestido por sus piernas; le doy la vuelta a su cuerpo quedando de frente.
La observo, es hermosa, la deseo, pero voy con cuidado por ser su primera vez, qué privilegio.
La tomo en brazos, la llevo a la cama, voy reconociendo cada parte de su cuerpo con mis besos; ella tiembla, está disfrutando, sus gemidos lo demuestran. Continuo bajando a su intimidad. Necesito recorrer cada espacio de su cuerpo. La exploro; beso tan intenso; ella no puede resistir; grita mi nombre, Fernando. Siento cuando ella llega al máximo placer. Subo el beso en los labios. Nos besamos con tanta pasión, la comunicación es clara, nos deseamos con amor. Bajo un poco a sus pechos; los tomos; cada uno lo poseo; está gimiendo; me coloco en posición encima de ella. Le susurro en el oído: amor, respira hondo, entro lento, siento como la estoy desgarrando, se queja del dolor. ¿Me detengo, amor? Ella responde: "Continua… deje que retome el aliento". Retome un ritmo lento hasta que note que cambió la expresión de su rostro; ya no era de dolor sino de placer. Acelere el ritmo o las sensaciones tan intensas. Te amo Sofía... eres única¡! Me recuesto a su lado, ella me mira, te amo, Fernando, ha sido maravilloso, nos abrazamos todavía, nuestros sentidos estaban a flor de piel. Nuestros cuerpos cansados, nos quedamos dormidos; le hice el amor nuevamente, una vez más; me contuve, por ser su primera vez, aunque si fuera por mí, lo hubiese hecho mío toda la noche. Me desperté primero que ella; solo la observaba dormir; esto se llama felicidad. Hice el amor por primera vez en mi vida; desear y amar una persona es lo más fuerte que he vivido. Para ella todo era nuevo; la segunda vez que le hice el amor se aventuró a tocarme; explorando mi cuerpo me estaba volviendo loco. La noche fue única; lo que sentí nunca lo había sentido con otras mujeres; cuando estás enamorado, ya deja de ser solo sexo; es amar. Sofía se comienza a despertar, me mira y se sube la sabana para taparse el rostro. ¿Qué haces, mi amor, tengo vergüenza, ¿por qué amor? Le bajo la sabana y está colorada por todo lo que hicimos anoche. No tienes por qué sentir vergüenza, hicimos el amor. Vamos a la ducha, ella trató de taparse. Sofía, por favor, soy tu esposo, y conozco todo tu cuerpo; lo tengo grabado en mi memoria. Comencé a besar su cuello mientras el agua caía por su cuerpo; le hice el amor. La beso al terminar le tome la mano y se la coloque en mi pecho. Le dije, recorre todo mi cuerpo, esposa, mira como me tienes. Con timidez, toco mi cuerpo, mi miembro que ya está activo de nuevo; no puedo parar; ella me responde a cada caricia; su deseo está igual que el mío; cada vez que lo hacemos está más desinhibida. Salimos del baño. Pedimos desayuno a la habitación. En treinta minutos nos llegó un suculento desayuno variado. Todo estaba delicioso, teníamos que recuperar energía, luego de desayunar, le pregunto a Sofía, nos recostamos a descansar un tiempo, ella me respondió: si te soy sincera no te creo que quieras quedarte quieto, eres insaciable. Te prometo que solo será descansar, claro, para tener energía para la noche. Al acostarnos en la cama, le dije mirándola a los ojos: —Te amo, Sofía, fue la primera vez que hice el amor.
Sofía:
Cómo describo la noche que pasé con mi esposo, no tengo palabras. Su toque en mi piel, el recorrido de sus besos por mi cuerpo hasta cuando llegó a mi intimidad; allí sentí morir, exploté por dentro; la sensación me controlaba, luego me hizo suya. Al principio, el dolor intenso, luego fue pasando poco a poco; él quiso detenerse; le dije que continuará. Llegamos al clímax los dos. Hacer el amor no tiene descripción.
Hicimos el amor, otra vez en la noche, luego en el baño o en la ducha. Fue revelador; él me colocó la mano en su cuerpo y me pidió que lo recorriera.
Tengo vergüenza de verlo a la cara, solo imaginar lo que hemos hecho.
Su cuerpo es perfecto y es todo para mí; descansamos un rato después de desayunar, y me invito a conocer el lugar y cenar fuera.
Estoy tranquila porque lo he visto colocarse protección. Por ahora no queremos bebé, ya lo hablamos.