Amores que se volvieron a encontrar, pero todo vuelve a cambiar cuando el Ejército de Benjamín Walton, la Medicina de Diana Santos, Sofía Sandoval y la Mafia que domina Arnaldo Benzema crucen sus límites y sus caminos y se vuelven uno para llegar a Legendaria, aquel cargamento que los hará derramar Sange, sudor y lágrimas que los hará renunciar a sus principios y a sus juramentos.
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CAPÍTULO 8
Diana se había quedado callada observando la espalda desnuda de Benjamín - Quizás sea mi culpa por haberla engañado, pero solo Dios sabe que cuándo ella me había dicho que estaba embarazada, yo me aleje de ti, me aleje de todo - Benjamín sonrió a medias - Pero nunca le perdonaré que me haya mentido de esa manera la he antepuesto ante todos incluso ante mis amigos, pero luego le había descubierto ella se había hecho la víctima y fue allí que todo exploto cuándo se intentó de suicidar.
— ¿Cómo descubriste de su mentira? - Diana se había colocado una bata por encima de su cuerpo acercándose al Coronel.
— De una de las maneras menos inimaginables que pueda existir tenía una amiga que también es doctora y con quien yo había hablado acerca de la condición de Victoria me había preguntado acerca de la Doctora que la había atendido porque todos decían que aquella Mastóloga era la mejor de todas yo había hablado con Victoria queda aclarar que tampoco se llevaba bien con mis amigos en fin, Victoria me había dado el número de la Doctora - Benjamín sonrió— Pero ni siquiera era su número - Se podía notar que el Coronel había cambiado su semblante - Era un número que ella tenía bien guardado, pero para suerte mía y mala suerte la de ella mi amiga si había contactado con la Doctora, Victoria en aquel entonces decía que sufría mucho de dolor a mi me dolía verla así, ella era joven era una rosa que se estaba marchitando y te vuelvo a repetir que lo único que le pedía a Dios si es que existía era que la sanará incluso yo estaría dispuesto a dar mi vida por la de ella.
Diana tragó saliva al escuchar las palabras del Coronel— Pero esa noche llovía fuertemente y ella decía que no soportaba el dolor da la casualidad de que mi amiga también estaba en contacto con la Doctora y le había pedido su número en realidad era para qué me explicará todo lo que podría ocurrir con ella recuerdo como si fuera ayer cuando escribí aquel Mensaje - Buenas noches, Doctora soy el novio de una sus pacientes a quien exactamente hace un mes había sometido a Cirugía - luego de explicarle todo y brindarle los datos de Victoria la respuesta que ella me había dado fueron tremendas bofetadas.
*Ella solamente tenía nódulos que fueron extirpados para su análisis correspondientes, pero todo salió bien, aquello que tú estás describiendo no es la paciente a la cual yo le estoy dando seguimiento* - Aquello me quebró, mi corazón moría de agonía cada palabra suya para mí era una mentira fue allí que empecé a indagar aún más descubriendo que ella no estaba embarazada que era su amiga y que había sido la amiga de ella la que había abortado, ella se había sostenido de todo eso para verme la cara de imbécil y fue allí que yo descubrí que las mujeres no aman también fue allí que confirmé las palabras de mi madre nunca quieras del todo a un extraño, mis sueños de amar se fueron para más no volver.
— No todas somos iguales - Diana se posicionó por delante de el - Quizás la manera de quererte que ella.
— Ella no me quiso, solo quería verme sufrir y tenerme a su antojo y lo consiguió como se supone que yo podré soportar aquello, no podría mirarla a los ojos sin recordar lo que me ha hecho, el daño que me causó es lo mismo que lo tuyo con Martín— El Coronel se acercó a Diana.— ¿Acaso tú podrás seguir con él, y que cada vez que lo mires no recordarás su traición con tu amiga que también está embarazada? - Aquello fue un golpe bajo para Diana y allí ella entendió a Benjamín.
— Tienes razón, no puedo - Expresó Diana.
— Pero lo peor para mí fue cuando mis padres me quisieron obligar a arreglar las cosas con ella fue allí que yo había dicho que no ya yo estaba avanzando bastante en la Milicia, pero no acepte hablar con ella luego de eso ella de hecho fingió suicidarse, pero no caí sus padres me destruyeron hicieron que me enviaran lejos porque según ellos su hija sufre por mi culpa fue allí que volví a reconstruirme yo solo sin la ayuda de nadie volví a renacer cómo el Ave Fénix porque los Padres de Victoria hicieron que me cerrarán todas las puertas pensando que así yo volvería con su hija - Benjamín sonrió - No aquello no volverá a ocurrir porque si yo miro hacia atrás es para ver hasta dónde voy llegando Victoria Herrera murió para mí y aquello nunca cambiará ella me enseñó que tan perversas son las mujeres obsesionadas, lo mío es solo follar, solo sexo, pasión, disfrutar y nada más, ninguna mujer volverá a ser la razón por la cual las lágrimas de Benjamín Walton se derramen, ni siquiera mi madre porque ella también prefirió apoyar a Victoria, prefirió darle su hombro de Consuelo a la mujer que me destruyó que a mí que soy su hijo.
— Pero me tienes a mí - Lo expresado por Diana Santos hizo que el cuerpo de Benjamín temblará, él cerró los puños.
- ¿Qué acabas de decir? - El Coronel no se atrevió a mirar a la cara de Diana, porque solamente él sabe que sus sentimientos no le van a corresponder a la hermosa morena, él no la puede querer.
— Me tienes para follar, para tener sexo sin compromiso, porque aquello es casualmente lo que yo estoy buscando, porque también así como a ti una mujer te jodió la vida la mía la jodió un hombre ambos somos víctimas del engaño - Diana se acercó a el - Esto es Lazos Oscuros simplemente sexo, deseó nada más como años anteriores.
—¿Eres consciente de lo que me estás diciendo? ¿Podrás soportarlo? No te enamores, no esperes nunca un te quiero o te amo de mi parte - Benjamín la miraba directamente a los ojos con aquellos ojos oscuros como su alma.
— Ambos tenemos cielos perdidos, dejamos ir sueños y a lágrimas de media noche aprendimos que nuestros sueños y nuestra mejor versión se quedaron en el ayer para nunca volver y tampoco necesitamos que vuelvan - Digna Santos estaba muy segura de lo que estaba expresando sabía que se podía estar equivocando, pero ¿Qué más daba? Primero eran ellos, aquello que los hacía feliz y luego el resto y ambos saben que juntos se complementan ya sea de manera sexual o de otra manera.
— ¡Morena! - Susurró Benjamín sintiendo como su virilidad empezaba a reaccionar nuevamente - ¿Ya te he dicho que DESNUDARTE ES ARTE?
Diana al escuchar lo que Benjamín dijo agachó la cabeza - Quizás sea una última vez entre usted y yo, quizás sea la oportunidad de cambiar aquella primera vez - Diana se había sonrojado al expresar aquellas palabras.
— ¿Quieres cambiar tu primera vez? - Benjamín sonrió.
— No quiero cambiar nada, pero quiero un mejor recuerdo - Expuso Diana empezando a acariciar el torso del Coronel.
— ¿Amantes Clandestinos? - Preguntó Benjamín - Implica inmensa Pasión, cero sentimientos, nada de celos, prohibido enamorarse.
— Cero sentimientos jugaremos a lo prohibido, a lo clandestino - Respondió Diana alejándose de Benjamín —¿Qué malo podría ocurrir?
*Varias horas después.*
— ¡Coronel Walton! - La voz de Victoria Herrera se escuchaba bastante baja, aquello producía cierto fastidio en Benjamín.
— Aquello que tenga que decir, diga de una buena vez y evite estar cerca de mí - El Coronel la fulminó con la mirada.
— Benjamín hablemos.— La mujer tenía súplica en la mirada.
— Dime Coronel Benjamín Walton— Benjamín seguía manteniendo una postura impenetrable - Antes que nada no olvide que soy su Coronel aquel que tiene los Logros como escalera a la Gloria.
— Deja la jodida arrogancia si yo te he destruido no eres lo suficientemente fuerte Benjamín y sabes algo incluso con todo el daño que te hice aún no eres capaz de soltarme - Victoria se veía muy segura - No eres superior a nadie yo fui la causante de que construyeras aquellas Barreras, pero yo misma puedo destruirla nuevamente.
— Victoria desde el momento en que me convertiste en un hombre sin sentimientos, juré que la única razón para mirar hacia atrás es para recordar cómo llegue en donde estoy ahora— Benjamín se acercó a la Mujer - Ya no eres nada para mí ya te enterré, pero no te niego que volver a verte tuvo en efecto en mí, pero es normal, sin embargo, déjame dejarte en claro que como mujer ya no me interesas en lo absoluto.
— No encontrarás ninguna mujer que sea mejor que yo y no te niego, eres muy buen amante cualquiera se sentiría codiciosa por ti - Victoria ya no se escondía detrás de un caparazón derrochando falsa inocencia.
— Esta actuación te queda mucho mejor que la de una Mariposa inofensiva— Benjamín se burló - No soporto tenerte cerca de mi Victoria piérdete - Benjamín le tronó los dedos, definitivamente no podía sentirla cerca sin recordar de todas sus mentiras y su última acción, aquella de la cual Benjamín aún no está preparado para hablar.
— No eres capaz de negarme aquello que te estoy diciendo por qué tú sabes que estoy diciendo la verdad Benjamín.
— ¿Quieres que te diga la verdad? - Benjamín le mostró una sonrisa peligrosa a la Mujer - Fuiste la mujer que amé, no lo niego, pero nunca fuiste mi mejor polvo, no acostumbro a hablar de mi intimidad, pero desnudarte nunca fue un Arte te llevas el trofeo a la más perra en manipulación, a la mejor actriz, pero no te llevas mis Gemidos de satisfacción porque aquellos tienen dueña desde 6 años atrás porque incluso amándote a ti sé perfectamente quién es la mujer que puede tenerme a sus pies y no necesariamente por amor.
Victoria no oculto su disgusto propinándole un fuerte golpe en el rostro a Benjamín, el Coronel bien podía haber detenido aquella bofetada, pero solamente la analizó por unos segundos - Ninguna mujer puede ser mejor que yo Benjamín, ninguna, Benjamín Walton.
— Tienes razón, nadie te iguala y nadie te merece, porque tú eres un Lugar llamado fracaso, ahora sal de mi Oficina y no vuelvas a molestarme tú y yo ya no tenemos nada de que hablar, eres mi pasado y mi mejor aprendizaje me has convertido en, un rompe cabezas sin piezas gracias a ti me perdí, pero también gracias a ti volví a encontrarme - Benjamín le señalo la puerta a Victoria.
— No voy a dejarte ser feliz Benjamín, porque si yo no soy feliz contigo tú no lo serás con nadie y si la vida nos volvió a cruzar es porque estamos destinados por amor o por dolor a estar juntos.
— En cuanto cruces la puerta no vuelves a saber nada de mí - Benjamín ya le había dado la espalda a la mujer.