Adam es un gángster y una madrugada, cae en una trampa, al descubrir que estaba siendo traicionado por su novia, con su mayor rival, durante esta trampa, termina gravemente herido y es salvado por Samantha, una mujer sencilla, que más tarde descubre que trabaja en uno de sus hoteles, ella es una hermosa mujer que está pasando, como él, por una desilusión amorosa. Después de que Samantha le salve la vida, Adam empieza a protegerla de su rival, que se entera de que le ha salvado la vida y se obsesiona con ella.
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Preguntas
Samantha buscó inmediatamente entre las llamadas recientes, para ver si encontraba el número del hombre que él había mencionado y su suerte fue buena en ese momento, porque las últimas llamadas que allí estaban registradas, eran para ese hombre.
Marcó el número y esperó angustiada, hasta que alguien contestó al otro lado, cuando el otro contestó, escuchó una voz somnolienta, proveniente del hombre.
- Hola Adam, ¿pasa algo? - la voz también venía con tono preocupado.
- Hola, en realidad no es él quien habla -dijo un poco incómodo.
Al otro lado de la línea, Caio se levantó rápidamente e inmediatamente empezó a preguntar quién estaba usando ese número y dónde estaba Adam.
- ¿Quién es? ¿Y dónde está Adam?
- Si te refieres al dueño de ese teléfono, ahora mismo está tumbado en mi sofá, le dispararon, no me explico cómo ocurrió, habló de llamar a alguien llamado Caio, imagino que serás tú -habló muy educadamente, porque no sabía con quién estaba tratando.
- ¿Cómo está ahora? - preguntó, mientras se levantaba de la cama.
- Parece estar durmiendo, debido a la pérdida de sangre se debilitó - explicó Samantha lo mejor que pudo.
- ¿Cómo que parece dormir? ¿No has comprobado si respira? - Caio se preocupó aún más.
Puso el móvil en altavoz y empezó a ponerse la primera ropa que vio delante de él, tenía que coger a unos hombres e ir a por Adam, ya que era el jefe de seguridad.
- No le he tocado, pero voy a acercarme a ver si respira -habló yendo hacia el hombre que estaba en el sofá.
Samantha se acercó a él con el móvil aún en la oreja, le miró bien el pecho para comprobar sus movimientos respiratorios, pudo ver que respiraba y en ese momento incluso ella respiró aliviada.
- Sí, respira -le informó con tono de alivio.
El mismo alivio que sintió Caio al otro lado de la línea, cuando escuchó la respuesta de la mujer que le hablaba, Caio ya se había vestido y ya salía de la habitación que tenía en la casa de Adán.
- Presta atención, necesito que me envíes la ubicación de la dirección donde te encuentras, ya me voy de aquí inmediatamente - Caio tenía prisa.
- Ahora mismo te la envío -respondió Samantha, todavía asustada.
Terminaron la llamada y Samantha le envió lo que él le pedía, aunque aún tenía miedo, por no saber quién iría a su casa, ni lo que podía esperar de aquella visita.
Mientras Samantha esperaba a que Caio llegara a la clínica donde llevaron a Sabrina, Oliver esperaba una respuesta médica, pero aunque no obtuvo esa información, dio nuevas órdenes a sus hombres.
- Necesito que averigües por donde se fue Adam\, revisa todas las alcantarillas\, papeleras de la zona\, y sus posibles vías de escape\, si realmente salió de allí\, necesitamos saber cómo\, mira las cámaras de seguridad de las tiendas\, o el sistema de tráfico.
Las órdenes de Oliver eran precisas, quería, de todas las maneras posibles e imposibles, encontrar la forma de saber qué había pasado, después de que Adam saliera del piso, esa pregunta seguiría resonando en su cabeza, hasta que obtuviera la respuesta.
Mientras Oliver daba instrucciones a sus hombres sobre lo que debían hacer, el médico que atendía a Sabrina apareció para dar la noticia sobre la paciente.
- La operación ha terminado, hemos conseguido extraer la bala sin ningún daño, está fuera de peligro y pronto estará en su habitación.
El doctor le dio toda la información necesaria sobre su estado a Oliver, quien la hizo poner en una de las mejores habitaciones de la clínica, sabía que cuando despertara y no viera que estaba en la mejor, le hablaría mucho al oído, como no estaba en paciencia para quejas, ya estaba preparado de inmediato.
En casa de Samantha, ya estaba impaciente, quería darse un baño para quitarse el olor a sangre que le quedaba, por la ayuda que le dio a Adam, pero no quería que la pillaran todavía en el baño, cuando llegara ese hombre.
Fue un par de veces sin dejar de mirar al hombre tendido en el sofá, ahora sabía que se llamaba Adam, notó que estaba sudado y le tocó la frente y pudo ver que tenía un poco de fiebre, pensó en coger una toalla húmeda para secarle el sudor e intentar bajarle la temperatura, pero oyó el timbre de la puerta.
Samantha miró a través del ojo mágico de la puerta, pudo ver a un hombre apuesto, pero al frente y a cuatro hombres más detrás, supuso que era la persona a la que había llamado y abrió la puerta.
Samantha miró fijamente al hombre que estaba frente a ella y lo saludó, pero no pudo evitar notar que estaba armado.
- Buenas noches\, ¿eres Caio? - preguntó inmediatamente.
- Exacto, ¿dónde está Adam? - Caio fue directo como ella.
- Pasa, está allí, en el sofá.
Samantha le permitió entrar en la casa, Caio dijo a los otros hombres que esperaran fuera y entró solo.
Fue directo a donde estaba Adam tumbado y lo tocó intentando llamarlo.
- He notado que empieza a tener fiebre, la herida puede estar infectándose, no pruebo antiinflamatorios en casa, creo que será mejor que lo lleves al médico, hice lo que pude para extraer la bala, pero no soy un profesional.
Le pasó la información necesaria a Caio, ella ya había hecho su parte, extrajo la bala y ayudó a aquel hombre, luego quería que se lo llevaran pronto, si no podía resistir la herida, quería que se fuera lejos de allí.
Caio estaba agachado a su lado y se levantó haciendo preguntas a Samantha.
- ¿Sabes cómo ocurrió? ¿Dónde lo encontraste? ¿Estaba solo?
- Una pregunta cada vez, por favor - dijo ella haciendo un "Stop" con las manos.
- Primero, no sé cómo ni quién le hizo esto, segundo, yo estaba parada en un semáforo y él golpeó la ventanilla, me dijo que abriera la puerta y lo llevara a mi casa y sí, estaba solo - respondió a las tres preguntas a la vez.
Caio estaba pensando después de esa respuesta, no tenía sentido querer saber nada por ella, tenía que llevarlo y esperar su recuperación, así podría saber todo lo que había pasado para que llegara en ese estado.