Anya es una joven modesta, inocente y alegre que fue criada por su tía después de que su vida se viera sacudida por la trágica perdida de sus padres, sin embargo, eso no era lo único, ya que el destino le tendría otra mala pasada.
Se suponía que buscaba tener un futuro feliz, tranquilo; sin embargo, nunca creyó que su vida terminaría atada de la forma menos pensada.
¿Podrá ser feliz?
¿Podrá conocer lo que es el amor?
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capítulo 8
Como se encontraba cansada, Anya quería descansar, pero no sé atrevía a dormirse, se quedó mirando la vista de la ciudad y reflexionando sobre, lo que hizo su tía, ni siquiera imaginaba que haría, o como haría para salir de lo que estaba pasando, la situación era estresante y difícil, porque, por una parte, sintió alivio de no seguir bajo el yugo de su tía, ¿pero a cambio de qué? ¿De su futuro y bienestar? Bastian, por otra parte, miraba las cosas más claras, pues supo que Anya era una jovencita sin malicia e inocente, cosa que lo usaría a su favor, procedió a entregarle unas cosas de uso personal y ropa para que se cambiara, Anya lo miró y no quiso.
—yo no quiero nada que venga de su parte, y no me quedaré aquí.
—ya te expliqué que te quedarás aquí, hasta que te acostumbres, una vez que lo hagas conocerás a mi familia.
—no quiero, y no me voy a acostumbrar.
—oye, ya me estoy cansando de tu comportamiento infantil, ya te expliqué, lo que te beneficiaria si aceptas el trato.
—hay muchas chicas en el mundo que lo harían sin pensarlo, déjame a mí en paz.
—sí, parece que no entiendes, que se pagó dinero por ti, créeme que si tuviera otra forma de hacer las cosas, tú no estuvieras aquí.
— entonces trabajaré y pagaré mi libertad, si es por el dinero yo puedo pagarlo, al pronunciar Anya las palabras, Bastian sonrió, cosa que molestó a Anya.
— ¿te estás riendo de mí? ¿Dije algún chiste acaso?
— si, me causa mucha risa lo que dijiste, porque tendrías que trabajar el resto de tu vida, para cubrir la cantidad del dinero que se le entregó a tu tía, claro, día y noche sin parar.
— entonces lo haré, pero pagaré todo.
—¿qué, prefieres vender tu cuerpo, que casarte conmigo?, porque eso es lo que más te dará, y lo que puedes conseguir aquí siendo una indocumentada, dice Bastian en forma de burla, Anya sintió esa sensación de estómago revuelto, y sintió repugnancia, jamás en su vida la habían humillado tanto.
— las personas que son miserables como usted, que se aprovechan de las situaciones, y del dolor de los demás, es porque su ego y sus escrúpulos son tan bajos, que la única manera de llenar su alma vacía es insultando y humillando a los vulnerables.
— ¿por qué no te rindes de una buena vez?, mírate, no podrás llegar a ningún lado, eres muy débil, y las personas débiles siempre serán unas perdedoras, toma en cuenta ese consejo, recalcó Bastian para luego tratar de irse hasta que Anya lo detuvo.
— yo no soy una perdedora ni mucho menos una débil, usted no es nadie para decir eso, yo desde niña he vivido muchas cosa, y he tenido que aguantar, insultos, maltratos físicos y psicológicos, y pasé lo que ningún ser humano debe pasar en su niñez, la pérdida de mis padres, crecer sin familia, ni nadie que se preocupe por ti, y cuando cumplí mis 15 años, supe que era más fuerte de lo que creía, y ¡Ahí! En ese instante me prometí que lograría lo que me propondría siempre, por esa razón, usted menos que nadie, tiene derecho de hablar algo que nunca ha tenido que vivido, porque no sabes nada de mí.
Bastian, pasmado por las declaraciones de Anya, no sabía que decir, la miraba a los ojos que se tornaban más azules cuando se molestaba, seguía callado, era la primera vez que no tenía argumentos para defenderse.
—no tienes nada que decir, eso está bien, no me vuelvas a insultar, no necesito sus consejos ni discursos baratos, soy joven sí, pero soy consciente de la vida y de lo que esta implica, te lo repito de nuevo, tú no sabes nada de mí, y no le voy a permitir uno más de tus insultos, Bastian no dijo nada y salió del apartamento, Anya se quedó llorando y sintiendo un poco de paz porque estaba sola, mientras Bastian iba a reunirse con su amigo Noah.
Noah quien conocía perfecto a Bastian, preguntó,
— ¿cómo te fue con la chica?
— Que te puedo decir, me odia con sus fuerzas, ella no funciona con ningún método, estoy tan molesto, no sé cómo mi padre quiso esto.
— tienes que tranquilizarte, no ganarás nada con molestarte, ¿y ella no sabía que tú ibas por ella?
—no, nada, no sabía nada, me la traje a la fuerza, no sabes lo mal que me sentí, es muy joven y me pregunto, ¿cómo fue capaz su tía de venderla?
— vaya, está fuerte, ¿y cuándo dices que es joven, que tanto es?
— tiene dieciocho años, recién cumplidos.
— sí, es joven, muy joven.
— así es, cuando inició en el jardín de niños, tú y yo estábamos por terminar la preparatoria, conozco a mi abuelo, quiso que fuera joven para el terminarla de educar con sus reglas.
— ¿y por lo menos es guapa?
— mucho, es hermosa, tiene una belleza natural, es como si se hubieran tomado el tiempo para tallar su rostro y cuerpo cuidadosamente, pero también es tan terca y testaruda.
— ¡Ah! ¿y que piensas hacer?
— bueno lo que si tengo claro es que, no voy a permitir que mi primo sea el presidente de la empresa, ni voy a trabajar bajo sus órdenes, eso nunca pasará, aunque para eso tenga que casarme.
— ¿y dónde la dejaste, en casa de tus padres?
— en mi apartamento, según su tía, yo tenía que acercarme y conquistarla, enamorarla para que se casara voluntariamente, pero yo no iba a perder el tiempo así que me la traje a la fuerza, no la llevé donde mis padres porque tengo que calmarla y llegar a un acuerdo con ella.
— ¿y sus padres, tiene hermanos?
— no, su única familia es su tía, ella es huérfana desde los cinco años, por eso la vendieron.
— que cruel, bueno, tienes que entender la situación que ella está viviendo, tú quieres tus objetivos, pero tienes que pensar en ella, es joven y, imagina cómo se sentirá, su propia familia le hizo eso, tú eres noble y se que buscaras la manera de ayudarla, no nada más tienes que pensar en ti.
— si, lo sé, por esa razón me mantengo sereno, para mantener el control.