La Esposa Humana Del Vampiro

Ambos niños dan un paseo por los inmensos jardines mientras sus nanas lo siguen cuidando que no hagan una travesura.

—¿No te parece raro la extraña actitud de nuestra madrastra?

Pregunta Mía mirando a su hermano que siempre tiene un rostro serio.

—Si, la he notado diferente estos últimos días.

Dice el niño pensativo.

—¿Será que quiere cambiar o es una trampa?

—Puede ser cualquier cosa, solo debemos estar alerta.

La voz de Albert es un poco baja y sus ojos miran fijamente como su madrastra intercambia palabras con una chica hermosa que a los pocos segundos se marcha dejándola sola.

Ambos niños se ponen alerta al sentir la presencia de un espectro, sus pequeños colmillos salen al aire y miran un punto fijo, hacia su madrastra que al parecer corre peligro.

LAURA:

Despido a Noelia prometiendo volver a vernos para el baile y que nos mantendremos en contacto por medio de cartas.

Ella se marcha y me quedo sola en el inmenso jardín ¿Y ahora que voy a hacer?

Me pregunto mirando todo mi alrededor, pero un escalofrío recorre toda mi espalda y me giro quedándome paralizada en el momento.

Frente a mí, un extraño ser que en vez de tener ojos tienes dos cuencas vacías, una horrible nariz deformada y varios dientes en forma de colmillos en su inmensa boca.

—Deliciosa...

Escucho como susurra relamiéndose los labios y no me quedo para escuchar más, así que patitas, a correr se ha dicho.

Mis pies se mueven solos a toda velocidad y a unos pocos metros observo a los niños que vienen hacia mí y les hago señas para que huyan del lugar, pero ellos hacen lo contrario y vienen hacía mí.

Sin saber que hacer me acerco a ellos mientras observo que la cosa extraña ha desaparecido.

—¿Por qué vienen hacia aquí? Tienen que...

Mi voz se detiene al sentir el mismo escalofrío y me giro para encontrarme la misma criatura que me mira con una sonrisa terrorífica.

—Nosotros nos encargaremos de él duquesa, un espectro no es rival para nosotros.

Dice la niña con confianza y abro los ojos asustada.

—¡Están locos!

Chillo y antes de que diga algo, observo como alguien ataca a la criatura y en un abrir y cerrar de ojos este se desvanece en el aire.

—Pan comido.

Dice Akir con una sonrisa y con un instinto protector coloco a los niños detrás de mí.

—Oh, pero miren que tierna, protegiendo a sus hijastros.

Escucho un tono burlón, pero aun así no me aparto de los pequeños revoltosos haciendo que Akir se ría con más fuerzas.

—Esto es gracioso... Hola pequeños, me alegra poder conocer a los futuros herederos Cortés.

Ellos tratan de salir de detrás de mí, pero no se los permito.

—¿Qué es lo que quieres?

Pregunto con tono serio y autoritario.

—Oh, tienes carácter, eso me gusta querida Laura.

—Señora Cortés para ti, no somos cercanos.

Él vuelve a reírse, pero esta vez sus ojos se dirigen a los niños mientras borra la sonrisa de su rostro.

—Un espectro no es un oponente fácil, piénselo dos veces antes de atacar uno, podrían morir en el intento.

—Somos vampiros fuertes, papá nos ha entrado.

Habla mía y Akir la mira fijamente.

—Ustedes no son vampiros completos, hay sangre humana corriendo por sus venas, además son solo unos niños mimados que creen que lo pueden todo, el mundo es diferente.

—Akir...

La voz ronca y fuerte de Víctor nos hace mirarlo y este se acerca a nosotros inmediatamente.

—¿Qué haces aquí?

Pregunta con el ceño fruncido y este vuelve a sonreír como antes.

—Le salvé la vida a tu dulce esposa, como recompensa quiero a tu amiga.

Dice lo último mirándome a mí y niego.

—Eso jamás.

—Jaja, ya veremos.

Dice para desaparecer de nuestras vistas y tomo una respiración profunda.

—¿Están bien?

Antes de que yo responda la pregunta de Víctor los niños se adelantan.

—Un espectro horrible, horrible, estaba siguiendo a la duquesa y ella corrió como niña asustada.

Relata mía y Albert le quita la palabra.

—Sí, nosotros íbamos a luchar, pero llegó ese señor odioso y lo venció en tan solo unos segundos, estoy seguro de que yo lo haría en menos, pero él me quitó la oportunidad.

Víctor me mira y luego a ambos niños.

—Ustedes no pueden con un espectro, no vuelvan a ponerse en peligro ¿De acuerdo?

—¡Pero papá!

Exclama mía.

—No se diga más, esos seres son peligrosos y ustedes todavía son unos niños, si otro se vuelve a aparecer prométanme que huirán lejos ¿De acuerdo?

—Está bien.

Dicen ambos no muy felices y Víctor le hace señas a las nanas para que se lleven a su habitación.

Cuándo estamos solos él me mira con rostro serio.

—¿Tú estás bien?

Suspiro y asiento.

—Estoy bien, aunque creo que estoy un poquito asustada.

—¿Un poquito?

Pregunta alzando las cejas.

—Si, solo un poquito... ¿Sabes por qué ellos están detrás de mí? No creo que sea por qué soy tan hermosa ¿O sí?

—No, no es por eso, dice Akir que tu alma es deliciosa, la verdad es que no entiendo, pero hay que investigar que pasa... Todo esto es extraño.

—Si es extraño para ti, tú que vives en este mundo, imagínate yo.

Suspiro pensando que ganarme este cuerpo joven y hermoso tiene un precio muy alto.