NovelToon NovelToon
El Reino De Los Engaños

El Reino De Los Engaños

Status: En proceso
Genre:Amor en la guerra / Secretos de la alta sociedad / Pretendiendo ser otra persona / Romance
Popularitas:708
Nilai: 5
nombre de autor: Gianna Viteri (gilover28)

El Rey Arturo y su hermana de sangre, Neferet, compartieron un amor prohibido que dio origen a dos gemelas. Para ocultar su romance ilícito y evitar el castigo de sus padres, idearon un plan desesperado: Neferet se llevó a una de las niñas, mientras Arturo confió la otra a una madre adoptiva, una princesa de un reino lejano. Dieciocho años después, las gemelas han crecido en mundos separados, ignorando la existencia de la otra. Pero cuando el destino las cruza, una cadena de secretos, mentiras y traiciones sale a la luz. En El Reino de los Engaños, nada es lo que parece...

NovelToon tiene autorización de Gianna Viteri (gilover28) para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 7

Irina

Con enojo metí un par de prendas de ropa en una de las maletas de cuero que me pertenecía desde hace unos pocos años atrás. Mamá dijo que iríamos al castillo del rey y mi ira no paraba de aumentar por su causa.

¿Qué clase de asuntos teníamos que resolver con el rey? No lo entiendo, juro que no lo hago. No era capaz de ocultar la rabia que sentía.

—Irina...—Rania tocó la puerta, solté un ligero suspiro y le abrí la puerta de inmediato.

—¿Necesitas algo, Rania? —Me senté en el filo de mi cama y la invité a hacer lo mismo.

—Quiero pedirte que ya no continúes tan molesta con tu madre, Irina. Cuando ya estén en el castillo, llegarás a entender la razón de muchísimas cosas.

—No tengo ni las más mínimas ganas de ir al castillo —Murmuré— No pienso poner un pie allá, bajaré a decírselo a mamá.

No le permití que respondiera y bajé las escaleras, encontrando a mi madre en medio de la sala con un rostro de completa preocupación. Me acerqué a ella rápidamente y le indiqué:

—No iré con ese rey por ningún motivo o circunstancia, sólo saldré de esta casa con ese destino estando muerta ¿Me escuchaste, madre? —Admito que fue demasiado grosero de mi parte, pero ya no aguantaba seguir fingiendo que nunca había visto nada— Madre, ve tú. Por favor, te lo ruego de rodillas si deseas.

— ¿Estás segura de no querer ir? —Acarició mi rostro con delicadeza y me dio una hermosa sonrisa.

—Estoy más que segura mamá, más que segura —Sonreí y suspiré sentándome en uno de los muebles de la sala— Si hay algo que quieres que sepa, dímelo cuándo sea un momento adecuado. No quiero que te confieses con apuro, es lo peor que puedes hacerme además de que ya me has mentido.

—Me habría gustado que fueras al reino. Por esta vez, respetaré tu decisión —Sonrió apretando mis mejillas— Rania te cuidará durante los dos días que estaré quedándome en el castillo. Ya sabes que no necesitas permitir que alguien vea tu rostro o que hable contigo.

—No es necesario que me repitas lo mismo tantas veces cómo tú sueles hacer. Ya sé que debo hacer y que no, y ya tengo suficiente tortura con eso.

Para ella es complicado escuchar cosas como esas que vengan de mí, sin embargo no aguantaba más la vida que acostumbraba a llevar. Mi madre salió de nuestro hogar muy en la noche, acompañada por uno de los guardias más confiables del rey Arturo. Me sentí preocupada al verla partir pues no sabía con qué objetivo lo hacía, pero me controlé y me fui a la cama de inmediato.

Esperaré a que el mismo destino me ponga las cartas sobre la mesa y me demuestre lo que cada una de éstas significa. No intervendré en lo absoluto, por el respeto y afecto que le tengo a la mujer a la que llamo madre.

Rey Arturo

Me miré en el espejo por tercera consecutiva en menos de cinco minutos. El reloj marcaría las diez de la noche en menos de cinco minutos y me sentía bastante ansioso porque Neferet llegara y me abrazara una vez más. Como es costumbre, observaba desde una de las torres más altas del castillo y al ver que alguien entraba al mismo, salí corriendo y me detuve al llegar a la sala principal y ver a mi hermana frente a mí con una sonrisa torcida.

—Oh Arturo, hace mucho qué no nos hemos visto —Rió, supongo que se debía a los nervios.

Permanecí quieto por solo unos segundos, después corrí hacia ella y la envolví en mis brazos con miedo de cómo podría reaccionar pues hace demasiados años que no nos hemos encontrado ni una sola vez.

—Arturo...Has cambiado mucho —Sonrió— Hace dieciocho años que no nos hemos visto, aquello es mucho tiempo. En verdad lo es.

—Neferet, a pesar de ser más adulta no pierdes tu belleza —La alagué y me sonrió al instante— Necesito que vayamos a un lugar un tanto más privado que debemos hablar de miles de cosas que suceden ahora.

—Entonces vamos al lugar que solíamos frecuentar al ser jóvenes ¿Te parece?

Neferet asintió levemente, es que ella siempre fue tan delicada, y me siguió hasta el lugar antes mencionado. Al llegar, se sentó en una de las butacas y me dijo sin titubiar:

—Irina se muestra extraña, es cómo si no conociera a mi propia hija...

—¿No la traerías a castillo para que yo pudiese conocerla al menos?

— Estaba en mis planes —Respondió y después me sonrió con tristeza— Quise traerla, sin embargo su respuesta no fue buena y no la iba a obligar. Nunca le he permitido tener tanta libertad a Irina así que lo menos que puedo hacer por ella es dejar que tome sus propias decisiones.

—Sabes que esta oportunidad que hemos tenido para vernos luego de tanto, posiblemente no va a volverse a repetir —Contesté con un molestia—En serio quisiera verla.

— ¿No crees que también deseo con mi vida entera conocer a Sade? —Se puso de pie y se acercó a mí mientras su tono de voz iba subiendo subiendo sin algún control— ¡Dime! ¿Acaso crees que no compartíamos los mismos sueños e ilusiones?

Lo que dijo me enojó de cierta forma, así que decidí reclamarle lo que rondaba mi cabeza:

— ¿Y tú por qué demonios te quedaste en el reino y no huiste tan lejos como fuera posible? Tus acciones han sido estúpidas.

— ¡Por esa misma razón! Eso fue lo más lejos que pude huir, Arturo —Soltó con furia— Si me subía a un barco con una niña en brazos, correría peligro de que alguien me reconociera y dijiera que seguía con vida. Ni siquiera tienes el derecho de reclamarme nada ya que yo fui la que se llevó la peor parte de toda esta historia tan desastrosa.

— ¡Yo me ofrecí a irme en tu lugar y aún así te negaste rotundamente! —Le grité y me retracté de inmediato al ver la expresión de pánico que se formaba en su rostro— Disculpa mi amor, no quise tratarte así ¿Lo sabes, cierto?

Se alejó de mí, enarcó una ceja y comentó:

— Honestamente, no me gustaría que me sigas llamando de alguna forma cariñosa puesto que yo ya no te amo —Al escucharla decir algo así, mi corazón se rompió en cientos de miles de pedazos.

1
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play