AMARTE, DUELE

Narra Kate

Después de salir con Marco, me he dado cuenta que Bastián en realidad no está interesado en mí, en cambio Marco si muestra su interés a todo derroche, pero le dejo claro que no estoy interesada en ninguna relación, el acepta ser mi amigo, aunque dice que no se dará por vencido, con el la paso súper, es un hombre muy gracioso, además de que es muy guapo, sin embargo no es el que mi corazón anhela.

Pasan los días y me he enterado por papá que Bastián saldrá a un viaje de negocios, trato de cambiar de tema siempre que escucho su nombre y agradeciendo que Kenia tampoco lo menciona, cosa que me parece extraño, últimamente se ve un poco más madura, espero que su etapa este culminada.

En pocos días me iré a otro país, lejos de mi familia y mis amigos (Sofía y Marco) pero sé que todo es por un bien. Decido ir a pasar la noche donde Sofía para aprovechar al máximo el tiempo con ella, la cual está muy interesada en Marco, pero él ni la nota en las pocas veces que la ha visto, pero antes de ir a casa de mi amiga debo compartir tiempo con mi familia

− ¿Kate segura que irte antes de que inicien clases será lo mejor? – pregunta mamá sacándome de mi trance en medio de la cena

− Si mamá, la verdad quiero conocer un poco la ciudad un poco, además estoy segura que será relajante, es más deberías venir conmigo – le propongo

− Quizás en algunos meses me apunte - me dice con una sonrisa

− ¿Kenia te sucede algo? – le pregunta mamá a mi hermana

− Yo…, yo, no, no es nada, solo estoy pensando en el estudio – dice ella con su mirada triste

− Puedes pedirle ayuda a tu hermana aprovechando que no se ha ido, también sirve para que pasen tiempo de calidad juntas – menciona papá y ambas nos miramos como descocidas, sin embargo no es tan descabellada su idea

− Si claro, dime en que puedo ayudarte – me ofrezco para su ayuda

− No hermana gracias, mejor espero que llegue Bastián, el quedo de ayudarme – menciona sin emociones

− Está bien – le respondo seca

− Ese joven tiene un gran futuro por delante – menciona papá con orgullo

− Me retiro, estoy cansada – me despido con la comida a medias en la mesa

Los días pasaron como relámpago y es hora de irme del país, estoy en mi habitación terminando de empacar mis cosas, en mi lista de importantes no me falta nada, pero no quiero correr riesgos, vuelvo y reviso una y otra vez que todo este empacado, en ese momento llega mamá con una tarjeta en su mano.

− No olvides esto hija – menciona mamá dándome la tarjeta

− ¿Qué es? – pregunto sin entender

− Eres muy ordenada y disciplinada, pero estoy segura que no tenías organizado tus controles médicos – me dice dejándome como una tonta

− Tienes razón, lo lamento, gracias a Dios tengo una madre como tú – le digo con un abrazo cargado de tristeza de volver a separarme de ella

− Te amo hija, quiero que te cuides mucho, que estudies mucho, pero sobre todo que vivas tu vida y que no te absorbas sola, has muchos amigos y sal a compartir con ellos. La vida se compone de vivir cada etapa de ella y eso es lo que quiero que hagas, no tienes que llevar la carga de ser la mejor hija solo por compensarnos a tu padre y a mí – me dice con un beso en mi frente que hacen que me llene de lágrimas de nostalgia por todo lo que la extrañare, en ese momento escucho la voz de Kenia

− Cuídate mucho – me dice Kenia

− Gracias, tú también, y por favor cuídalos a ambos – le suplico

− Ok – responde y se va

Jorge sube y me ayuda a tomar mi equipaje para llevarlo hasta el auto, antes de tomar camino al aeropuerto voy a la empresa para despedirme de papá, subo en el elevador y voy hasta el último piso, camino por el pasillo hasta llegar donde su secretaria, quien me deja pasar sin ser anunciada

− ¡papá! – le saludo sacando de su llamada

− hija ¿ya te vas? – me pregunta

− Así es – le respondo

− Perdona mi incompetencia como padre, debí estar en casa para despedirte como mereces – me dice mientras se acerca para darme un abrazo

− Está bien papá, sé que tienes mucho trabajo, solo quiero que sepas que te extrañare, los extrañare a ambos – le digo con lágrimas en mis ojos

− Quiero que sepas que estoy muy orgulloso de ti, eres una gran mujer, tienes un futuro muy prometedor y me siento feliz de ser tu padre – me dice con entusiasmo, cosa que me hace llorar mas

− Gracias papá, te amo – le digo despidiéndome con un abrazo

− Yo también hija – me dice soltándose de mi agarre

− ¿y yo? – escucho la voz de Marco a mi espalda

− ¡Marco! – lo saludo mientras limpio mis lagrimas

− ¿me extrañaras? Dime que si por favor – me dice con ojos de cachorro

− Claro que sí, tú te has convertido en un gran amigo – le respondo con un abrazo

− Sabes que te esperare – me dice con un beso en mi frente ya que es más alto que yo

− Sabía que dirías algo así – le respondo con una sonrisa por su comentario

− Te extrañare mucho, así que cuídate por favor y te juro que estaré presente el día de tu graduación, porque quiero ver a la futura dueña de esta empresa – me dice burlón

− Así será, pero espero me visites también – le convido

− Piensa muy bien lo que acabas de decir, no sea que después te arrepientas de tu invitación – me dice con una sonrisa persuasiva

− Tu compañía es una de las cosas que más extrañare, tú y Sofía son mis únicos y mejores amigos – le digo lo que es verdad en mi corazón, talvez no tendré por el los sentimientos de amor, pero si lo quiero como el gran amigo que es y que se ha convertido en estas últimas semanas

Terminan las despedidas y vuelvo al auto para emprender camino a mi futuro.