MI AMOR VERDADERO

Sentía como sus besos se intensificaban, me apretaba más fuerte y me acercaba más a él

Para le dije...

ERICK: No estás segura de mí, preguntó, solo disfruta, déjate llevar

ADA: No, así no quiero, no aquí, no hoy

ERICK: Vamos, solo déjate llevar, yo haré el resto

ADA: No, volvamos con los chicos, hoy es para estar con ellos

ERICK: Hace unos días se lo conté a Vanessa sabes, lo nuestro, y no puede creer que no haya pasado nada entre nosotros, además dijo que ya todos sospechaban, nos conocen, saben como nos miramos, como andamos juntos todo el tiempo

ADA: ¿Y por qué le contaste a ella?

ERICK: Hace unos días, ella llegó a mi apartamento, tomamos algo y pasamos el rato juntos... Ella; hizo una pausa, ella me besó y me confesó que siente algo por mí, allí mismo la frené y le conté lo nuestro, pero ella siguió insistiendo en que estuviéramos juntos, que no tendría que esperar para estar con ella como lo he hecho contigo

ADA: (Solo lo miraba sin procesar lo que él decía)

ERICK: Siguió diciendo, ese día no pasó nada, ella solo dijo que habíamos tomado mucho y por eso hizo eso, que lo olvidáramos, al instante se fue

ADA: Todos sabemos que en un pasado, cuando estábamos en el colegio; como decía estar enamorada de ti y te seguía a todos lados, y al final siempre decía que estaba molestando

ERICK: Ada, amor, te lo estoy contando, no me importa, olvídalo, solo quiero que nosotros pasemos a otro nivel, ya vamos a cumplir un año, te he esperado, tenido paciencia, esta es nuestra noche... Sin dejarme hablar me tomó nuevamente por la cintura, me cargó y subió a la cama mientras me besaba y comenzó a desvestirme

ADA: Yo no pensaba en lo que me acaba de decir ni en lo que estaba pasando, yo solo estaba nerviosa me estaba dejando llevar, me sentía muy extraña, sentía como me besaba con fuerza, sus agarres y todo era con más agresividad, con mucho deseo

Cuando sentí que lo último que le faltaba era mi ropa interior lo detuve, lo alejé de mí un poco, no esperaba que fuera así, estaba llena de nervios, de dudas, yo no estaba haciendo nada, solo me dejaba llevar y no estaba disfrutando.

En ese momento él se percató de como estaba yo, se detuvo, me miró y tomó del mentón

ERICK: Somos tú y yo, confía en mi

Se bajó de la cama, comenzó a desvestirse, cuando ya lo hizo, estiró su mano y me ayudó a levantarme, los dos quedamos de pie, desnudos; yo tenía la mirada fija en su rostro, mientras él recorría mi cuerpo con su mirada, veía su mirada llena de deseo.

En ese momento me di cuenta que no, no era lo que quería, no así, no en ese lugar, no bajo esas circunstancias, sería un recuerdo que tendría para siempre y no sería así... Cuando él intentó acercarse para besarme le dije no, en un tono que él conocía era rotundo, sin dejarlo acercar más, me estiré y tomé mi ropa, alcancé a tomar el vestido cuando se abrió la puerta, me cubrí instintivamente.

VANESSA: Vaya, vaya, pero qué tenemos acá

LIAM: Deja de grabar, intentando quitarle el celular

ERICK: Sí, hoy tuvimos nuestra noche especial, dijo, mientras se acercó y me abrazó por detrás

Yo solo me quedé mirando mientras mi padre, que no me di cuenta en qué momento llegó, mis amigos y algunos vecinos, estaban mirándonos mientras Vanessa atravesada en la puerta seguía grabando con una gran sonrisa en su rostro

ADA: Aléjate de mi, grité mientras empujé a Erick

Esto pareció una eternidad, pero seguramente fueron unos segundos, mi padre entró y tomó una sabana y me cubrió, le tiró la ropa a Erick y le pidió que se fuera en ese momento, mientras al mismo tiempo Liam y Lana le quitaban el celular a Vanessa y sacaban a la gente

Quedamos solo mi padre y yo en esa habitación, yo seguía de pie inmóvil, mi padre me pidió un momento, salió, y tardo algo en regresar mientras yo no procesaba lo que pasó... Después de un momento mi padre volvió a entrar, yo ni siquiera había visto su rostro, lo escuché decir:

PAPÁ: Liz, cariño, estoy aquí, papá está contigo, todos se fueron, solo estamos tú y yo, él no había terminado de hablar cuando comencé a llorar

ADA: Papá, papá, solo decía entre lágrimas y mucha vergüenza

PAPÁ: Hija mía, tranquila, hablaremos de esto luego, te dejaré vestir y si quieres descansar, te dejaré que lo hagas...

Él me conocía muy bien, sabía que debía darme espacio

Salió y cerró la puerta, yo ni siquiera me vestí, solo me acosté como feto y lloré, sé que después de un tiempo me quedé dormida, al despertarme salí con cuidado hacia mi habitación, todo estaba solo y oscuro, tomé mi celular, me vestí y salí a intentar ordenar todo, eran las 4:40 de la madrugada. Como pude ordené, organicé e intenté salir para el trabajo más temprano que de costumbre, no estaba lista para hablar con mi padre sobre lo sucedido.