ELUCIBETH, NO NACE MUDA TODO ES PRODUCTO DEL ACCIONAR INHUMANO DE SU MADRASTRA.
LA VENDE COMO YEGUA DE CRÍA A UNA FAMILIA PODEROSA.
ELUCIBETH TIEMBLA DE MIEDO, EL HOMBRE DESTINADO ES UN HOMBRE CRUEL Y SIN CORAZÓN.
JAMÁS IMAGINÓ QUE EL MISMO HOMBRE LA HARÍA SENTIRSE VALIOSA Y AMADA
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Capitulo 8. Me olvidaste?.
"La muchacha está saludable" Dijo al fin el médico con una sonrisa radiante. "No hay quistes ni miomas, está limpia y empezará a ovular en 3 días. Iniciaremos con una inseminación artificial. Si no logra quedar embarazada realizaremos la fertilización in vitro, y luego lo trasplantaremos en el útero"
"¿La muchacha es virgen?" Fué lo primero que preguntó la exquisita mujer.
"Si" Resopló con pesar. " Fué innecesario una tras vaginal como te expliqué. Pero eres muy testaruda Estela".
La anciana sonrió y tomó la mano del Doctor. "Lo se, solo quería asegurarme de que la habitación de mi nieto sea la mas limpia e impecable, cómo se merece un Prieto del Sol"
Retiró sus manos arrugadas y se irguió en su asiento.
"Toma la cantidad necesaria de semen de mi hijo cuánto antes Piter. Dentro de 3 días estaremos de vuelta"
"Si querida. No te preocupes." Añadió el médico despreocupado, se giró un momento para ver el rostro asustado de Elucibeth. "Por el momento le voy a recetar unos unos suplementos, la muchacha se ve demasiada frágil"
"Has lo que tengas que hacer para que mis nietos nazcan saludables".
Con una sonrisa de satisfacción Estela volvió al chalet de los Prieto del Sol junto a la muchacha.
Elucibeth aún con pánico por el acontecimiento del dia se quedó en el jardín.
Todo le pareció una verdadera pesadilla. Nunca imaginó abrir la piernas frente a personas desconocidas, que en todo momento se mostraron déspotas.
Sintió que su vida no valia nada porque machacaron su autoestima sin misericordia.
Miró al cielo conteniendo sus ganas de llorar.
Cuando cayó la noche y llenó su estómago por obligación, se encerró en la habitación.
Se tumbó en una esquina y lloró amargamente hasta quedarse profundamente dormida.
A la mañana siguiente se despertó con el cuerpo adolorido. Miró al apuesto hombre por un rato y sintió envidia.
Por un segundo deseó estar en su lugar, libre de preocupaciones y dolor.
Se dirigió planta abajo para tomar un vaso de agua, ya que tenía mucha sed. Cuando estuvo por cruzar el umbral la conversación de Estela la inmolvilizó.
"¿Qué no basta con el niño?"
"........."
"¿Casarse?"
".........."
"No hay duda que mi difunto marido fue un completo idiota"
"........."
"No pienso casar a mi hijo con esa muchacha, sería una gran humillación. Mi hijo merece a alguien de su mismo nivel".
"........."
"¿Crees que no lo hice?. Su novia lo abandonó en cuanto supo que el jamás despertaría. También recorrí a sus amantes, igual huyeron como ratas".
"......."
"Déjame pensarlo abogado Juárez".
Colgó la llamada con el rostro indescifrable.
Elucibeth tragó gruesa saliva y movió las piernas.
"¿Te encuentras bien?" Su pregunta la detuvo en seco. Estela vió el rostro demacrado de la joven y arrugó la frente.
Elucibeth asintió y forzó una sonrisa. La mujer asimiló que la chiquilla tenía problemas para adaptarse al lugar y pensó que su primera noche la pasó en vela.
Sólo agitó las manos indicándole que circule, presa de una fuerte migraña.
Cuando llegó a la cocina, se bebió el vaso de agua sintiéndose en el desierto.
Las miradas despectivas y murmullos nada cordiales no se hicieron esperar.
Elucibeth restó atención a la fea actitud de la servidumbre ya que su mente estaba ocupada por la conversación que oyó hace unos segundos. Dedujo que hablan de ella y sintió temor.
Después de un desayuno silencioso dónde Estela apenas provocó bocado y se pasó ausente en mente, Elucibeth volvió a la habitación.
Al entrar se encontró con el fisioterapeuta que muy fiel, visitaba la mansión tres veces por semana y desempeñaba su labor con entrega.
Elucibeth al ver el musculoso cuerpo de Bryan Prieto del Sol postrado cómo una de esas esculturas griegas, solo en calzoncillos en todo su gloria, se ruborizó y desvió la mirada.
"Su novio necesita masajes constantes para que su cuerpo se mantenga. Como su chica debería aprender a realizar masajes para ayudar a su hombre" Sin dejar de masajear, el hombre de uniforme blanco no le quitó los ojos de encima, manteniendo su sonrisa traviesa.
Elucibeth salió a prisa sintiendo temblores por todo el cuerpo.
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Sentaba en el jardín, trató de calmar su agitado corazón.
Cuándo ya hubo dejado de pensar en el cuerpo desnudo de Bryan Prieto del Sol, echó de menos a su padre.
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'¿Papá me habrás perdonado?'. Se preguntó con dolor. 'Solo quise abrazarte ese día, no quise que giraras para devolverme la sonrisa. Si no te hubiera distraído del volante con mis tonterías aún estarías vivo ¿Verdad?. No sabes cuánto lo siento'.
Unas lágrimas de pesar se dependieron de sus ojos y mojaron su vestido. Recordó lo feliz que fue junto a su padre.
Él la quería más que a Thiara, por ser fruto del intenso amor que mantenía con su joven y hermosa secretaria.
Luego su mente pasó a recordar a su amado Jhonny.
'¿Dónde estás mi amor?'
'¿Te habrás olvidado de mi?'.
La última pregunta la hizo estremecerse. Todos estos años había soportado el sufrimiento con la esperanza de vivir un futuro libre de dolor y mucho amor junto a él.
Se lo imaginó llegando como un precioso príncipe, montado en un caballo blanco con espada en mano, haciendo justicia por ella y luego llevándola a un hermoso castillo, donde vivirían felices para siempre.
Una sonrisa se dibujo en su hermoso rostro al pensar en el cuento de hadas que escribió.
Antes de que Madame Diana le tostara la lengua, habían tenido su último encuentro a escondidas.
Jhonny le había dado su primer beso frente a un gran árbol de manzano.
Ese día se había despedido de ella, sus padres lo estaban enviando a estudiar al extranjero. Prometió volver, con la promesa de casarse con ella.
Ya habían pasado 5 años y aún no aparecía, pero Elucibeth seguía aguardando esa esperanza.
Se puso en pie para marcharse, cuando de pronto vió una silueta familiar cruzar la puerta Principal.
Se secó las lágrimas con apuro y empezó a caminar ansiosa, con el corazón golpeando su pecho con violencia.
La figura del apuesto hombre en traje Armani se detuvo en la fuente de agua.
'¿Jhonny?'... Preguntó con gran necesidad.
Su fisionomía y pose eran las mismas. El corazón le brincó de alegría al pensar en El.
Cuando se disponía correr a sus brazos una mujer esbelta, con un enorme sombrero y gafas oscuras le dió el alcance y entrelazó sus dedos.
El amoroso hombre le dió un casto beso en la frente y sonrió muy enamorado.
La escena le rompió el corazón y deseó que fuera solo un espejismo.
Sintió que su carne había sido reemplazada por vários kilos de cemento, por más que quiso salir corriendo le fué casi imposible ya que el cuerpo le pesaba demasiado.
Sólo sintió un líquido tibio desbordarse como amplias cascadas por sus mejillas.
A medida que se iba acercando la imagen del hombre se hacía más clara.
Jamás olvidaría su rostro hermoso, sus ojos color negro, su cabello rizado, su lunar sexy justo debajo del ojo izquierdo. Con el alma echa pedazos confirmó que aquel amante amoroso era su amado Jhonny.
"¿Tu?" Los ojos de la elegante señorita se abrieron como platos en cuánto vió a Elucibeth.
La voz aguda y familiar de la mujer hizo que Elucibeth se gira al instante. En cuanto la vió se petrificó y su rostro perdió color.
Hasta entonces no se había percatado que la pareja ya estaba frente a ella, había perdido la noción del tiempo y sus ojos habían permanecido clavadas en el rostro de Jhonny ignorando por completo a su elegante acompañante.
La muchacha frunció el cejo con dolor.
¿Pero qué hacia su hermanastra junto a su amado?
¿Por qué tenía que ser ella?.
"¿La conoces?" Preguntó Jhonny, arrugando la frente.
"Si" Respondió nerviosa" Se llama Ofelia y fue la empleada de mi madre. Me sorprendió verla aquí, eso es todo".
Elucibeth quiso defenderse con gran urgencia, pero solo sonidos sordos salieron de sus labios provocando en Jhonny lástima.
"¿Tienes idea de que le sucede?" Preguntó el joven.
"La pobre nació muda. Que recuerde siempre lloraba por todo, es extrañamente rara".
"Entiendo" Añadió extrañado "Muchacha, ¿Mi abuela se encuentra?" Preguntó impaciente, confundiéndola con una empleada.
Elucibeth, estupefacta dejó rodar unas lágrimas de dolor mientras lo miraba fijamente.
¿La olvidó tan fácil que ni siquiera la reconoció? ¿O quizás fue por su apariencia?. Aquella época tenía el cabello corto y con flequillo.
'Imposible' negó con la cabeza. Un profundo amor jamás se olvida.
"Cariño, tu abuela debe estar al fondo. No perdamos el tiempo con la servidumbre" Tomándolo del brazo, Thiara lo condujo hasta la entrada.
...Jhonny...