Sofía Y Yo...

José Luis...

Al día siguiente me desperté temprano, tenía que llevar a Sofía a casa de Katherine, hoy Juanita me hará el favor de cuidarla mientras voy a una entrevistas de trabajo, necesito algo pronto, ojalá hoy sea un grandioso día.

Sofía despertó temprano, se bañó y se vistió, está esperando en el comedor mientras preparo el desayuno, realmente no sé cocinar nada, por lo que hoy opte por cereal, leche y una porción de fruta picada, creo que necesito unas clases para aprender a cocinar, creo que Katherine podría ser una gran maestra.

-Sofía, espero que te guste el desayuno que te prepare, la verdad aún no sé cocinar, pero ya aprenderé a hacerlo- le digo a la niña.

-No te preocupes papá, se ve delicioso, me lo voy a comer todo, ya quiero ver a David- responde Sofía.

Me siento con la niña en el comedor y empezamos a comer, al terminar, Sofía se lavó los dientes y yo termine de organizar unos documentos que necesitaba para las entrevistas, también aproveche para mirar si ya había alguna persona interesada en adquirir mi auto, pero aún no hay nadie.

Ya estábamos listos para salir del apartamento, cuando estaba a punto de cerrar la puerta escucho una voz que pensé que jamás volvería a oír en mi vida.

-José Luis, tan rápido te olvidaste de mí- dice Diana.

-Pensé que todo había terminado, fuiste muy clara el día de la boda, que haces aquí- le pregunto.

-Necesito hablar contigo, tienes tiempo ahora- pregunta Diana.

-En realidad no, tengo mucho que hacer, si quieres nos vemos después, ahora voy de salida con mi hija- le digo.

-Tu hija José Luis, estás loco, esa mocosa no es tu hija, ni siquiera estás seguro de que lo sea, solo vino a desgraciarnos la vida- dice Diana, muy molesta.

-Cállate Diana, no te metas con la niña o no respondo- le digo enojado.

-Entonces, hablemos de inmediato y no me meto con tu bastarda- dice Diana.

-Sofía, por favor entra un momento a la casa, en un rato te llamo para ir con David, está bien- le digo a la niña.

-Si papí- dice Sofía entrando a la casa.

La discusión entre Diana y José Luis fue muy fuerte, y aunque la niña quiso evitar escuchar, no pudo y se quedó detrás de la puerta.

- Que quieres Diana\, en realidad no comprendo para qué me buscas- pregunto.

-Tengo la solución a todos tus problemas, ya me enteré de que tu padre se encargó de cerrarte todas las puertas, además sé que te fuiste de tu casa y que en este momento no tienes nada, cásate conmigo y yo lo soluciono todo- dice Diana.

-A qué te refieres con todo- pregunto algo sorprendido.

-Absolutamente todo, mi amor- dice acariciando mi rostro- te devolveré el estatus, haré que seas el presidente de una de las compañías de mi papá y que todos los lujos y la vida que llevabas vuelva a la normalidad, solo necesito que te deshagas de esa mocosa, no la quiero con nosotros, sería un estorbo- dice Diana.

-Estás loca, yo no me voy a deshacer de mi hija, ni por todo el oro del mundo, ella solo me tiene a mí, y yo la voy a cuidar, es mejor que te vayas por donde viniste Diana, no quiero ser grosero contigo- le digo molesto.

-Eres un idiota, no te das cuenta de que lo único que ha hecho esa mocosa es arruinarte la vida, no te das cuenta de que tu padre te odia y que se encargara de que nadie te dé trabajo, esa niña que dice ser tu hija solo te ha traído problemas, lo mejor para ti es que esa mocosa desaparezca así ya no tendrás que vivir en este horrible lugar-

-Lárgate Diana, no más, déjame en paz, nunca me voy a casar contigo, nunca me voy a alejar de mi hija, es mejor que no vuelvas, fuera de aquí- le digo muy enojado.

-Me las vas a pagar José Luis Montero, esto te va a salir muy caro- dice diana abandonando el apartamento.

Abro la puerta y noto que Sofía llora, al parecer escucho todo lo que esa mujer dijo.

-No llores pequeña, ven, vamos que tu amigo te espera- le digo a mi hija limpiándole las lágrimas.

Salimos de casa hacia el apartamento de Katherine, Sofía iba triste y muy callada, a mala hora llego esa mujer dañarme el día, solo espero que no vuelva jamás.

Llegamos a casa de Katherine, David estaba en la puerta esperando a Sofía, la niña no quiso despedirse de mí, entro de inmediato con David.

-Buenos días, señor, le pasa algo- pregunta Katherine.

-Si, pero en la tarde te cuento, voy tarde, te pido por favor que hables con Sofía, ha estado triste y callada, ya me tengo que ir, nos vemos en la noche- dije subiéndome a mi auto.