¡UN CEO! ¿DE PADRASTRO?
-Me llamo Valentina, tengo treinta y dos años. Soy madre soltera, tengo una niña llamada Emma. Tiene tres años y es mi adoración.
Siempre he tratado de darle todo.
La arropo, dejando un beso en su frente, y apago la luz de la lámpara que ilumina la habitación. Salgo y veo a mi prima Trini sentada en la sala, viendo las novelas que tanto le gustan, "de amor".
—¿Vale, ya te vas? —me pregunta al verme tomar el bolso y la sombrilla.
—Sí. Hoy me pidieron que llegara temprano ya que una compañera pidió permiso.
—¿El saco de box?
Me dice y la veo enojada.
— Trini no digas esas cosas.
—Es que no entiendo que mujer se deja golpear, vamos Vale en la calle hay muchas piedras, y en la casa hay sartenes con que defenderse.
—Cualquier cosa llámame, sabes que siempre estoy pendiente del celular.
—Sí, mamá gallina —se burla ella.
Apenas tiene quince años, y en las noches trabaja como niñera de mi hija. Salgo de casa y veo el carro, ese que compré con mucho esfuerzo.
Saludos a mi tía quien está sacando basura, ella trabaja de limpieza en una empresa muy importante, siempre está al pendiente de las vacantes de la empresa ya que quiere que deje ese trabajo.
Subo a mi carro y conduzco hacia el trabajo. Suspiro y sonrío al recordar lo tonta que solía ser a la edad de Trini. Nunca imaginé que mi vida sería así. Y no me refiero a mi hija, claro que no. Ella es el único motivo por el que sigo aquí, luchando. Me refiero a que, cuando era joven, solía soñar con el príncipe de las novelas que ahora ve Trini.
Miro la enorme fila de carros y niego por más que salí temprano, no logro llegar a tiempo por culpa del tráfico. Mientras espero, los pensamientos me llegan en cascada.
Me veo a mí misma estudiando para ser alguien en la vida. Nunca fui conformista. Siempre quise más, nunca quedarme estancada. Terminé mi carrera en Finanzas, pero de nada sirvió si no pude encontrar trabajo de eso... Luego quedé embarazada, y mírenme ahora, aquí, trabajando como bailarina de shows temáticos. Hay chicas que hacen desnudos, pero yo solo doy espectáculo.
Fue el único trabajo que pude tomar cuando llegué hace tres años con mi hija en brazos.
Llegue a casa de mi tía ya que es la única familia que tengo, ella siempre me pidió que viniera con ella a vivir aquí. Después de lo ocurrido no lo dude y llegué a este país para empezar una vida diferente de cero con mi hija.
A la semana me hice independiente ya que quería tener mi espacio, para mí y para mí hija, conseguí rentar a un lado de la casa de mi tía y ahí vivo y es que este trabajo me da el dinero que necesito. Siempre he tratado de darle todo a mi hija. Nunca le ha faltado nada, y quiero que así siga siendo.
Emma requiere mucha atención, ya que sufre de convulsiones. Solo recordar el motivo me hace apretar los puños de impotencia mientras camino entre los pasillos del club nocturno.
"Causado por trauma prenatal".
Recuerdo con claridad el diagnóstico del médico.
Llego a los cuartos de cambio y mis compañeras me saludan. Las veo arreglarse frente a los espejos y me encierro en un cubículo donde me cambio. Salgo vestida con peluca y antifaz. Mi ropa suele ser la misma todos los días, solo varía el color: falda corta y blusa ombliguera. Siempre uso medias y mangas largas, como si la tela pudiera cubrir más de lo que realmente cubre.
Recuerdo las primeras semanas… me sentía sucia, a pesar de que solo bailaba. Pero con el tiempo me acostumbré. Me di cuenta de que si no hacía algo mi hija se me moriria ella es mi mas gran motivación.
Como todas las noches, salgo a dar el show. Me sirvieron mucho las clases extras que tomé cuando estudiaba, siempre me gustó el baile, y el ballet fue algo que supe unir con mi estilo para un mismo fin.
Mi noche concluye y la gente aplaude a Arabeska, mi nombre artístico.
Me despido y regreso al cuarto de cambio. Me quito el antifaz y siento que vuelvo a respirar.
—Arabeska, un cliente quiere verte —me dice mi jefe.
Sin verlo, niego con la cabeza.
—Sabes cuál es la respuesta.
—Tengo entendido que tu hija necesita un estudio muy costoso… lo necesitas. Solo es acompañarlo en la mesa.
—Y sentarme en sus piernas
—Solo eso. Te daría miles. Eres la más solicitada.
—Gracias, Lobo, pero no.
Asiente y se va. Vuelvo a entrar. Si sigo aquí, es porque Lobo siempre ha respetado la decisión de nosotras.
—Escuché que su novio la golpeó —dice una de mis compañeras, hablando de la que hoy no vino.
Y le creo. Varias veces la hemos visto llegar golpeada al trabajo. Siempre se maquilla los moretones, pero lo peor que puede existir es una mujer golpeada que no pide ayuda. Y cuando una se la ofrece, no quiere ser ayudada. Cuántas veces mis compañeras no la han tratado de sacar de ahí… y siempre regresa con el que la ha dejado en un charco de sangre.
Me alejo ya que para mí será un tema que siempre me traiga malos recuerdos y solo de imaginarlo me dan ganas de obligarla a irse antes de que la mate ese animal.
En lo que resta de la noche solo me dedico a servir las bebidas en una que otra mesa, hasta que llega mi hora de salida.
Me cambio dejando la peluca y el antifaz. Salgo por la puerta donde solo los trabajadores tienen acceso, conduzco a mi casa y Trini está viendo películas.
La saludo subiendo a la habitación de mi hija y desde la puerta la veo dormir, llegar a casa y verla dormir tan plácidamente vale cada segundo en ese trabajo.
Con una sonrisa en mi rostro bajo dónde Trini.
— Mi madre te tiene grandes noticias.
—¿asi?
Le pregunto quitándome las zapatillas.
—Se abrió una nueva vacante, nadamás y nada menos en la empresa dónde trabaja es para un puesto dónde se debe estar cerca del bombón de su jefe.
—¿quien?
Le pregunto y ella se sienta para explicarme y me da risa por qué siempre dice las cosas muy emociónada.
—Osea no ese jefe el pelele, gordo, pelón amargado, no, yo hablo del jefe de jefes, el dueño de la empresa. El bombón de las revistas.
Asiento ya que se de quien habla, es un arrogante y prepotente y amargado que se cree la última botella de agua del desierto, lo ví una vez de lejos y aún así pude sentir su aura de un hombre insoportable y con eso me basto para saber que clase de persona es.
—Te ví llegar.
Me dice mi tía dejando un beso en mi frente y se sienta frente a mi.
—Ya hay una vacante así que manos a la obra.......
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Updated 26 Episodes
Comments
morenita
Excelente inicio, fuerte la historia🥹 gracias por esta nueva obra autora 🫶
2025-08-21
5
morenita
Cuando dijeron trauma prenatal, me imagine que vivió al lado de un tipo violento y me lo confirmó cuando una de la trabajadoras sufre lo mismo y por más que quieran ayudarla, ella vuelve al lado del miserable, eso le trae malos recuerdos, y aunque aveces quieran ayudar la víctima es la que más debe poner de su parte y eso causa una impotencia y dolor 😔
2025-08-21
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morenita
Una mamá hace por sus hijos lo inimaginable, le ha tocado duro y aunque esté trabajando en algo que no le agrade de a mucho, siquiera tiene un empleador qué no la obliga, ni la vende, me gustó eso, tiene una tía y una cuidadora para su hija que la quieren, menos mal que apesar de todo, ha salido adelante y tiene personas que la apoyan 💪
2025-08-21
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