Valentina Román es alegre, entusiasta, divertida, alguien llena de luz, enamorada por muchos años de Rafael Alcázar uno de sus mejores amigos, el problema el es un Playboy consagrado, por lo que su amor por el es solo un sueño, imposible de cumplirse ¿o no?
¿Que pasa cuando lo imposible sucede?, pero de pronto todo se desploma convirtiendo el sueño en pesadilla.
Acompáñame a averiguarlo.
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Noticia
- Pero quiero pedirte un favor. – Dijo Sonia de pronto dejando su taza de café sobre la mesa para dirigir su mirada hacia Rafael.
- ¿Qué es? – Pregunto con interés genuino. – Si está en mis manos con gusto lo hare. – Prometió Rafael, pues aun cuando Sonia estaba de acuerdo con él, no dejaba de sentirse un poco mal por romper con su palabra faltando tan poco para la fecha del compromiso.
- Podemos esperar un poco antes de anunciarle a nuestras familias sobre finalizar el compromiso. – Dijo Sonia con calma.
- ¿Por qué? – Pregunto con un poco de nervios, el realmente deseaba dejar todo claro de una vez, no quería alargar más las cosas, pues, aunque no fuera del todo así, sentía que estaba engañando a Valentina.
- Veras mi madre no se encuentra bien de salud y no quiero preocuparla con esto, ella está muy feliz con todos los preparativos para la fiesta de compromiso y eso la tiene distraída haciendo que no piense tanto en los estudios que tiene pendientes. – Explica Sonia. – Podemos esperar un poco, solo serian unos días más, esta semana tiene los últimos estudios para saber si es necesario la cirugía o por el contrario el tratamiento será suficiente. Una vez sepamos eso, ya podré hablar con ella sobre esto. – Dijo bajando la mirada con expresión preocupada.
Rafael no podía decir nada ante aquello sería muy desconsiderado de su parte no tener en cuenta las circunstancias y la situación de los Hernández, así que decidió acceder, de todas formas, solo sería por una o dos semanas más.
- Está bien, lo entiendo. – Accedió Rafael. – Entonces te parece si en dos semanas hablamos con ellos. – Dijo. – La fecha del compromiso está muy cerca y creo que esperar más tiempo sería contraproducente.
- Claro, estoy de acuerdo, De verdad te lo agradezco. – Expresó Sonia con dulzura.
- No tienes que agradecer, de todas formas, todo esto es responsabilidad de ambos. – Dijo Rafael.
- Tienes razón. – Concordó Sonia. – Bueno, pero dime, ¿Quién es ella? – Pregunto Sonia con interés.
- ¿A quién te refieres? – Pregunto Rafael un poco nervioso.
- Vamos Rafa, nos conocemos de años, algo importante debió suceder para que decidas romper el compromiso. – Explico Sonia. – La última vez que hablamos, ambos coincidíamos en que, si bien no era nada romántico, si era muy beneficioso para todos y que, dado que nos conocemos desde niños, seriamos un buen matrimonio. – Le recordó.
- Es verdad. – Dijo Rafael recordando que esos eran justo sus pensamientos en ese entonces. – En efecto hay alguien. – Admitió con una sonrisa, que le dijo a Sonia sin palabras lo importante que era esa mujer. – Ella es hermosa, inteligente, apasionada. – Expreso Rafael con ese brillo de emoción en sus ojos al recordar a la hermosa mujer que lo tiene perdido.
- Vaya, pensé que jamás te escucharía decir esas palabras, menos cuanto has tenido a tantas mujeres en tu vida. – Comento Sonia y es que ella también estaba enterada de las múltiples aventuras de su prometido.
- Ella es diferente. – Comento Rafael. – De hecho, quería hablar contigo para empezar algo formal con ella. – Explico.
- ¿Así que no le has dicho sobre nuestro compromiso? – Cuestiono con tranquilidad.
- Aun no, pero lo hare a mi regreso, no quiero que por alguna razón se entere en el futuro y ella malentienda la situación. – Comento Rafael.
- Claro lo entiendo. – Sonrió Sonia. – Mucha suerte entonces, deseo que sean muy felices. – Expreso.
- Gracias.
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- Hijo, ¿Por qué no nos avisaste? – Preguntaba Helena la madre de Rafael con una gran sonrisa en cuanto este entro al comedor para desayunar.
Se suponía que viajaría la noche anterior peri sus padres le insistieron en que se quedara hasta al día siguiente y ya que no tenía clases importantes ese día decidió acceder, pues la verdad era que había pasado un tiempo de que no los visitaba.
- ¿A qué te refieres? – Pregunto confundido.
- Esta por todos los medios de comunicación, pensé que lo íbamos a mantener en secreto hasta la ceremonia formal. – Dijo su madre, haciendo que Rafael se confundiera más.
- Madre, no entiendo, que… - Pero él y todo su mundo se paralizó en el momento en que vio la Tablet que su madre sostenía en la mano, la primera plana y el enorme titular.
...- El heredero de los Alcázar se compromete....
Esto acompañado de fotos de Rafael y Sonia en el café el día anterior.
Las noticias estaban por todas partes y Rafael no estaba entendiendo nada, ¿Qué estaba pasando se preguntó?, peor aún si eso estaba en todos los medios.
- Valentina. – Dijo en un susurro, soltando la Tablet sobre la mesa, mientras tomaba su celular para marcarle, debía decirle que no era cierto, bueno al menos no del todo, que le explicaría, pero por más que marco al otro de la línea nadie respondió.
Ni la madre. Ni el padre de Rafael que estaban a la mesa, entendía la actitud de su hijo, parecía como si eso más que una buena noticia fuera la peor de las tragedias, lo que ellos no sabían es efectivamente lo era, la peor de todas.
El mundo, el futuro y la vida que Rafael había estado planeando en esos días empezaba a desboronares ante sus ojos sin que el pudiera hacer nada evitarlo.
- Debo irme ahora. – Dijo sin dar más explicaciones, de hecho, ni siquiera recogió sus cosas, tomo lo necesario y salió, debía regresar lo más pronto posible o seria tarde, lo sabía en su corazón.
Mientras tanto en un lugar no tan lejano.
- Excelente trabajo. – Elogio la mujer con una gran sonrisa, mientras observaba el gran titular.
espero que cuando Rafael llame a Valentina otra vez esta responda y le cuente que Sonia fue a verla