DILEMAS DE UN CORAZÓN ADOLESCENTE

Me observo de nuevo con una mueca.

«Bien, creo que estoy mejor».

Salgo de la casa mientras guardo las llaves en mi bolsa. Miro la hora en mi teléfono con ganas de calcular el tiempo el cual duraré en ir a la tienda.

07:10 AM

Ah...qué flojera.

Comienzo a caminar hacia la tienda más cercana, no queda muy lejos por lo que decido ir a pie.

Debo apresurarme pues hoy viene mi primo a desayunar con nosotros.

Visualizo al papá de Roger regando las flores en su mini jardín. Es aficionado a la jardinería, de hecho su jardín es el más hermoso entre todos los del vecindario.

Ece, hola. Buenos días, me saluda apenas me ve, el señor Cameron me adora desde pequeña pero adora más a mi tía. Sí, somos irresistibles.

Buenos días, Cameron.

—¿A dónde vas tan temprano, cielo? Pregunta con una sonrisa. Se limpia las manos con un pequeño trapo y se levanta para verme mejor.

—tengo entendido que no te levantas temprano los fines de semana ¿que pasó te caiste de la cama? jajaja.

Sus palabras me causan diversión así que esbozo una sonrisa, me conoce muy bien, todos lo hacen.

Sí,es igual de molesto que su hijo, pero también lo quiero pues lo conozco de toda mi vida.

Me conoce muy bien señor Cameron,le hago saber, se ríe ante mis palabras; su risa es suave, fraternal.

Voy al mercado por unas cosas para mí abuela.

—Oh, Roger va a salir para allá. Te puede dar un aventón, dijo con una gran sonrisa.

Me sería bastante útil ese aventón, pero sonrío con educación para luego negar.

No es necesario...

—Oh, no seas necia,niega mientras sonríe.

—Espera un poco, no tarda.

Bien...sólo por usted.

— ¡Roger! Baja en este mismísimo instante,grita el señor Cameron para que su hijo salga de donde sea que esté.

— ¡Voy!, grita éste desde el interior de la casa.

Un par de segundos después Roger sale por la puerta principal.

No es necesario que grites, dice en tono de queja, acomodado los lentes de sol oscuros que cubren sus ojos claros.

Virgen de la belleza, Roger es una de tus hermosas y divinas creaciones... lástima que lo conozco lo suficiente para saber que es un idiota.

Alza la mirada y me enfoca. Una de sus cejas se eleva y dice:

—Gracias se parece a mi madre y luego suelta una carcajada súper fuerte a la cual me uno riendo también.

— Muy graciosos

—Hola.

—Hola,lo saludo mientras rio.

— Me las pagarás linda, dice Roger mientras sonríe.

Sé lo que posiblemente se imagina. Pervertido de mierda.

—Roger, compras lo que te dije. Llevas y traes a Ece sin desvío ni demora, objeta su padre.

—Sí,seguro,vámonos, responde en muestra desinterés por las palabras de Cameron.

Esta vez se dirige hacia mi mientras lo veo caminar hasta el garaje.

Adiós, señor Cameron me despido con la mano.

—Adiós, hija, responde con una sonrisa.

Sigo a Roger y lo espero mientras saca su lindo auto color negro del garaje (que realmente es de su papá).

Cuando por fin está afuera, me hace señas para que suba dentro del auto. Lo hago sin hacerme de rogar, quiero comprar las cosas y volver a casa a desayunar y a dormir.

— Dios, pero que lindas piernas tienes, dice con un leve toque de coquetería. Niego ante sus palabras.

Gracias, Roger respondo como si ese hubiese sido de los halagos más comunes que he escuchado.

—¿Eso es lo único que vas a decir?

Mis cejas se fruncen y él le da marcha al auto.

¿Qué se supone que quieres que diga?

—No sé ¿lanzarte encima de mi cómo lo hacen todas? ¿Insinuarte? ¿Qué se yo? Y de preferencia quiero que me digas que te haga un bebé el cual llamaras Roger junior, que quieres ser mi mujer y vivir conmigo siempre,eso es cosa de chicas.

¿Cómo qué cosa de chicas acaso creés que vive en una novela? ¿Por que demonios eres tan estúpido?, me quejo retorciéndome en el asiento. Además, no creas que soy como todas las chicas con las que sueles salir.

—Quizá por eso me rogaste tanto y yo no te acepte ¿acaso no deseabas dormir conmigo?, dice cayéndose de hombros cómo si lo que acaba de decir hubiese sido lo más normal.

Ni siquiera quería "dormir" contigo, y agradezco que digas que por ser como soy nunca me llevaste a la cama, le hago saber.

—¿Por qué te molestas? es es un cumplido precisamente.

Cállate, Roger, ruedo los ojos comenzando a ver por la ventana.

— Bien, mejor hablemos de los chismes del colegio,dice

Sonrío.

Eres peor que una mujer.

Hace una mueca graciosa comenzando a hablar.

Charlamos de estupideces camino a la tienda, sus vacaciones, las mías, entre eso los chismes del colegio. Él es muchísimo más popular que yo por lo que sabe los más oscuros secretos que habitan en los pasillos de nuestra preparatoria.

Cuando por fin llegamos a la tienda, aparcamos en un lugar vacío, bajamos del auto y nos despedimos dentro, ya que él va hacia la sección de verduras y yo hacia donde están las carnes.

Camino por el pasillo mirando los anaqueles mientras frunzo las cejas instintivamente. Saco la lista de compras del bolso y la leo.

Bien...salchichas digo de manera baja, es lo primero que hay en la lista.

—¿Te gustan la salchichas?

Una voz femenina conocida entra en mis oídos.

Me doy vuelta para encontrarme con Claudia mi ex-compañera y además prima de Lian. Hace mucho tiempo que no la veía.

Eceeee, grita lanzándose sobre mí, rodeándome en un abrazo asfixiante.

Clau,le devuelvo el abrazo.

Te extrañaba. ¿Tantos años si saber de ti? Eso es una tortura.

—Tanto tiempo sin verte, te extrañe tanto,asegura Claudia mientras se separan de mí, estás preciosa.

-Yo la extrañe más ,le aseguro además estás bellísima.

- Ay, gracias, responde Clau, sonriendo con dulzura.

—¿Qué haces aquí? Bien, eso sonó estúpido, obvio que comprando. Reformulo la pregunta mientras se ríe de si misma.

— ¿qué me cuentas?

Mi cerebro sufre un borrón automático y olvido completamente que hice en todas mis vacaciones.

No tengo nada nuevo para contarte. Pero cuéntenme de tí¿Qué tal tus vacaciones, volviste para quedarte?

—Bueno, vine con los chicos a comprar unas cosas para mamá y mis vacaciones fueron lo máximo y sobre quedarme aún no lo sé pues no lo decido yo sino los adultos, ya sabes cómo es y ¿Qué vas a hacer en la noche? Salgamos un rato sugiere con emoción.

— Bianca y yo teníamos planeado ir a HOT BODY pero...

—¡HOT BODY me encanta!, suelta un grito, luego reímos ya que llamó la atención de varios clientes.

Digna prima de Liam debía ser. Ambos fiesteros hasta cansarse y aman ese antro con su vida.

No grites,me apresuro a decir entre risas. Extrañaba sus locuras.

— Bien, iremos a HOT BODY entonces sentencia Clau ¿nos vemos allá a qué hora?

—Dies, ¿te parece? sugiero, maquinando dentro de mi cerebro si en ese tiempo mi mejor amiga estará lista.

Sí, me parece perfecto.

Ella me ayuda a buscar las cosas de la lista para terminar más rápido, mientras lo hacemos me cuenta sobre lo divertidas y alocadas que fueron sus vacaciones. Me alegra que se haya divertido tanto.

Cuando por fin terminamos, es hora de despedirnos.

—Bien, gracias por ayudarme,le agradezco después de haber pagado por las compras.

—No te preocupes,dice mientras sonríe y toma una de las bolsas ayudándome con ella.

Salimos de la tienda y no veo al imbécil de Roger. ¿Donde se habrá metido? Busco su auto con la mirada dentro del estacionamiento y ahí está, en el mismo sitio, lo que quiere decir que está aquí por algún lado. Mis ojos escanean el lugar hasta dar con un grupo de personas conocidas en donde se encuentra él.

Está recostado a una camioneta negra gigantesca.

Habla con dos chicos a los cual conozco muy bien. Ni siquiera me doy cuenta cuando mi corazón comienza bombear sangre con irregularidad.

Ah, mierda.

Y ahí está, sonriendo como sólo él sabe hacerlo, aquella sonrisa que tiene la capacidad de detener mi corazón.

¿Por qué que tenías que ser tú?

Tú otra vez.