Lina se casa con Mario por amor. un hombre con pasado delictivo, el cual la lleva a vivir lejos de sus padres solo para venderla como carne fresca.
Lina intenta escapar y como castigo es desfigurada, ya no sirve como prostituta. así que la obligan a trabajar para ellos como cocinera.
NovelToon tiene autorización de Lorena Carapia para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Descubrimiento
...Narra Lina...
La luz brillante del celular iluminó el interior de la habitación. Temerosa de ser descubierta, lo cubrí con ambas manos.
Sentía mi corazón latir violentamente dentro de mi pecho. Como si en cualquier momento fuera a escapar de ahí dentro.
Lo que sentía ya no era miedo, era una emoción distinta. Podría decir que adrenalina.
El miedo que sentía unos días atrás se fue convirtiendo en otro sentimiento muy distinto. Algo cambio dentro de mí cuando puse la pistola en mi sien y jale el gatillo.
Ese día murió ese sentimiento de miedo. Murió esa emoción que no podía describir con palabras.
Ver, escuchar y callar se ha vuelto una rutina diaria. Ahora en mis manos tenía la oportunidad de escapar de aquí.
El primer pensamiento que pasó por mi mente fue llamar a la policía.
Eran los únicos que me pueden ayudar a escapar de este infierno. Pero, enseguida ese pensamiento se borró de mi mente.
Anhelaba ver un rayo de luz ante tanta oscuridad. Me estoy volviendo loca.
Intento mantenerme cuerda y no caer en la locura total. No convertirme en un monstruo como ellos.
Trato de que no me afecte tanto todo lo que veo. No ha sido fácil. Es una batalla constante por sobrevivir.
No solo me enfrento a enemigos muy peligrosos, como lo son Susana e Isabel. Sino que también debo enfrentar a mis propios demonios.
Pensamientos destructivos, los cuales me dañan aún más que cada castigo físico.
Ligeras gotas de sudor cayeron de mi frente. Sostuvo con fuerza el celular en mis manos. Mi respiración se aceleraba y en ocasiones se detenía.
Escondí el celular debajo de la mesa y lo apagué nerviosa. Los disparos se escuchaban cada vez más cerca. Eso hace que mi corazón lata cada vez más violentamente.
Deslice mi cuerpo debajo de la mesa. También tenía muchas ganas de llamarle a mi madre, decirle lo mucho que la extraño. Que pronto estaré a su lado, y podremos irnos lejos.
Al deslizar mi dedo por la pantalla, notando que para mi buena suerte no tenía contraseña.
Sin pensarlo, marque el número de mi madre. Anhelaba tanto escuchar su voz. Aunque sea un momento. Decirle lo mucho que la amo y la extraño.
Ya que no sabía si iba a salir con vida de este infierno. El teléfono solo unas cuantas veces y la voz al otro lado de la línea me dejó helada.
______ Señor Méndez, ¿qué se le ofrece?
En ese momento sentí mi alma irse de mi cuerpo. ¿Se supone que mi padre está muerto? ¿Qué hace contestando el número de mi madre? ¿A caso lo que dijo Mario era verdad?
¿De dónde conoce a Ernesto?
______ Señor Méndez, ¿se encuentra al otro lado de la línea? No tengo mucho tiempo para perder. Dígame que se le ofrece.
______ ¿A caso mi hija a causado más problemas?
Mis lágrimas fueron escapando de mis ojos; sin que lo pudiera evitar. Sintiendo un nudo en mi garganta.
Quería hablar, decirle que era yo y que me diera una explicación. En ese momento mi mundo se volvió a un más oscuro.
Comprobada que Mario tenía toda la razón. Mi propio padre me vendió a Ernesto.
Solamente, colgué la llamada, dejando que mis lágrimas mojen mis mejillas. Pasé mis manos por mi rostro y limpié cada una de mis lágrimas.
Ese sentimiento de inmenso odio se apoderó de mi corazón. No odiaba a Mario, sino a mi propio padre. Al hombre que por años ame, respete y lo vi como un ejemplo a seguir.
Ese hombre que me demostraba amor, cariño y comprensión. Entre lágrimas y una mezcla de sentimientos.
Deslicé una vez más mi dedo por la pantalla y fui a Galería, revisando cada foto, cada video, cada evidencia que pudiera abrirle los ojos aún más.
Habían miles de fotos en borrador, las cuales me demostraron lo equivocada que estado siempre.
En varias fotos mi padre sale con Ernesto. Ambos estrechan sus manos, como si fueran grandes amigos.
______ ¿Por qué, Papá? ¿Qué te hice yo para que me odies tanto?
Todo demostraba que Mario tenía razón; mi padre me vendió con Ernesto como si fuera un pedazo de carne.
Cerré por un momento los ojos, recordando el día de la boda..La manera en como mi madre me miró. No era la de una madre feliz, más bien, era como si se estuviera despidiendo de mí.
En ese momento, sentí como si algo se hubiera muerto de golpe dentro de mí.
El tiempo se detuvo a mi alrededor, mis lágrimas dejaron de caer por mis ojos, y al abrir los ojos, nada era igual.
La venda que llevaba puesta, se cayó dejándome ver lo que realmente necesitaba ver.
Me levanté del piso sosteniendo con fuerza el celular. Cuando di la media vuelta para dejar el celular encima del escritorio, miré con dificultad una silueta de mujer apuntándome en la cabeza.
______ ¡¿Con qué aquí estabas escondida, PERRA?!
Era su Susana, quien me apuntaba directo a la cabeza.
_______ ¿Qué quieres? ¿amatarme? Anda jala el maldito gatillo. ____ Dije desafiante.
______ Sí, quiero matarte, pero, no así perra.
_____ Quiero verte sufrir. Ver cómo súplicas por tu miserable vida. ____ Me dice en tono burlón.
______ Eso jamás lo verán tus ojos. Jamás suplicaré por mi vida.
Susana soltó una carcajada.
______ Je, Je, Je, Je.
______ En serio crees que nunca lo harás. Ve visto hombres mucho más grandes y fuertes que tú. Todos se han arrodillado frente a mí y han suplicado por su vida.
______ Tú no serás la acepción.
Caminó al otro lado del escritorio, poniendome cara a cara de Susana. No había temblor en su mano. Era una asesina sin escrúpulos, la mejor que habían traído a esta Hacienda.
Susana era esa asesina que todos buscaban, sin sentimientos, con la sangre fría como un hielo.
Se me quedó mirando directamente a ojos, una leve sonrisa traía en sus labios.
______ Diré que te descubrí llamando a los enemigos y por eso te maté.
Mientras Susana hablaba, llevé mis manos a mi espalda, tomando el cuchillo que escondí detras de mi espalda. Nunca había matado a nadie, pero, en este momento tan crucial, estaba escogiendo mi vida.
trabajas embarazada por ti y tu hijo Mario. muy pronto te visitará aunque será una sorpresa que no te esperas
muchas gracias
Felicitaciones continúa así 👏👏👏