Matrimonio Imperfecto

Agosto

Quiero entender qué mierda hice en mi vida pasada para merecer este tipo de tortura. Sinceramente, estoy bajo la amenaza de una persona tan insignificante. Pensé que las cosas serían más fáciles después de aquella noche, pero creo que cavé mi propia tumba.

Si él abre la boca con respecto a la manera en que lo trato, todo el plan se vendría abajo y no tendría la empresa a mi nombre. Ahora estoy obligado a tratarlo súper bien. Es una mierda tras otra.

No soporto el hecho de convivir con él, nunca me han gustado los homosexuales después de lo que me sucedió hace un tiempo que no tengo ninguna intención de desenterrar. Solo Gabriel es el único que sabe de mi pasado, incluso fue el único que me sacó de ese pozo profundo. Le debo mi lealtad.

Gael era un poco pesado, al andar sujetándolo totalmente bamboleante, se notaba. Como es un libro fácil de leer, la idea del vino era para hacerme emborrachar y admirarlo. Él cree que no he notado sus intenciones y lo mucho que se molesta cuando no me importa.

Abrí la puerta de casa y entré junto con él.

—Siéntate aquí en el sofá, necesitas tomar agua para mejorar un poco.

Odio cuidar de los demás, pero tengo que hacerlo.

—No quierooo.

Lidiar con gente borracha me sacaba de quicio, ya estaba perdiendo la paciencia. Cuando estuve a punto de pelear con él, soy atacado con su boca a la mía.

Intenté alejarlo, pero se pegó a mí igual que aquel animal koala. Mierda. Su boca tenía el sabor reciente del vino. Por ser hombre, él tenía los labios bien suaves como los de una mujer.

Acabé dejándome llevar por la situación cuando soy derribado en el sofá y él monta por encima de mi regazo. Continué el beso y no era tan repugnante como imaginaba que sería.

No me gustan los hombres, pero este de alguna forma me estaba haciendo tener dudas. Esto no está bien, nunca pensaría de esa forma.

Paré el beso y él me miró confundido.

—¿Estoy besando mal?

Gael preguntó confundido.

—Solo no entiendo lo que está sucediendo ahora mismo. Ni drogado estoy para estar haciendo esto con otro hombre.

Él comenzó a besar la extensión de mi cuello.

—Entiende una cosa, solo sabemos de algo cuando experimentamos ¿no sabías? Por ser la persona de más alto entendimiento deberías saberlo.

Vamos a ver si lo que él está diciendo es verídico o estoy solo bajo la influencia de alguna sustancia afrodisíaca del vino.

Tiré con moderación de sus cabellos atacándolo en un beso salvaje. Una de mis manos agarró su cintura un poco fina y la otra el cuello. Yo soy quien gusta de dominar a mis parejas sexuales. No sé si llegaré a ese punto con él.

Nuestras bocas encajaban totalmente bien. Era como si estuviera haciendo esto con una mujer, no hay tanta diferencia como imaginaba. Creo que voy a seguir el consejo de mi amigo Gabriel.

Agarré el trasero de Gael que era bien suave y tentador. Apreté y palpé. Di leves mordidas en su cuello, en el instante siguiente bajé sus pantalones junto con la ropa interior. Era extraño ver otro pene en mi recta cuando estoy acostumbrado a vulva.

Ignoré esa parte y me enfoqué en el trasero de él. Introduje un dedo y estaba apretado para carajo.

—¡Saca!

Él dice alto y obedezco.

—¿Cuál es el problema?

—Aún soy virgen.

Mi paciencia ligeramente acabó.

—¡Carajo! ¿Me dices eso solo ahora? Si yo fuera otra persona qué mierda no habría sucedido ¿eh? — Lo tiro para el lado y me levanto — Para tu suerte yo soy paciente, no pienses que todos son así. Buenas noches.

Mientras fui andando para mi cuarto él comenzó a gritar mi nombre. No hice caso y cerré con llave la puerta de mi cuarto. Miré para el volumen que se había formado en mis pantalones con solo un revolcón y beso. La situación solo complica para mi lado. Tuve que aliviarme, no podría dormir en ese estado. ¿Qué mierda hiciste conmigo en esa cena Gael?