LUZ DE LUNA

Mientras Lucero y Cecilia se establecen en su nuevo hogar, Lían y Marcos averiguan como asociarse con el gran consorcio Kioro, Pero antes tienen que lidiar con la presión de su familia de comprometerlos con mujeres que no les gusta.

_ Hermano, ya tienes que poner mano dura a Catalina, cómo es posible que meta a tu habitación a esa loca interesada. _ Dice Marcos enojado.

_ Y tú que me puedes decir, si tu mamá a diario te compromete, con las hijas de sus amigas, debemos hacer que respeten nuestra decisión, si aún no hemos encontrado a la mujer que supere a nuestras amadas. _ Dice Lían.

_ Sigamos con nuestro papel de homosexuales, así seguiremos alejando a las mujeres.

_ Esta bien solo espero, que cuando encontremos a la mujer indicada, no se aleje de nosotros por creer que somos del bando contrario. _ Dice Lían.

_ Bueno que sea lo que Dios quiera, ahora debemos de pensar en una estrategia de como contactarnos con el representante del consorcio Kioro, solo ellos nos abrirán las puertas del mercado minero.

_ Tenemos cerca de dos años, tratando de hacer sociedad con ellos, Pero nunca nos han dado la oportunidad de ni siquiera acercarnos._ Dice Lían.

Mientras tanto.

Lucero y Cecilia se dirigen al consorcio, saben de antemano que se encontrarán con muchos retos y enemistades, lo primero que piensan hacer es depurar a los malos elementos, que saben que están robando sistemáticamente.

Ayer Lucero solicitó ganancias en los últimos seis meses, las cifras resultaron catastróficas, no se irán a la quiebra, Pero le indigna que hayan personas tan deshonestas, tiene tantas ganas de meter a cada uno un balazo en la frente o cortarle los dedos de las manos por ladrones.

                    (LUCERO)

            (CECILIA)

Ambas mujeres hacen su ingreso al consorcio y son recibidas, por un ambiente de mucha molestia, una recepcionista muy descortés que de buena a primera, las atendió de una manera descortés, que si no tenían una cita no podían ser atendidas por el área de gerencia.

_ Me puedes decir el nombre del gerente? _ Pregunta Cecilia.

_ Quien eres tú, para darte el nombre del gerente, no por vestir elegante te tengo que dar respuestas, muchas zorras se visten de ovejas para sorprender.

_ Contesta la recepcionista de forma prepotente.

* Lucero por su lado, respira hondo para no perder la calma, saca su teléfono celular y marca el número de teléfono del gerente del banco de las islas caimán.

_ Señorita Kioro, muy buenos días, a qué se debe tan grata llamada._ Pregunta el gerente muy amable.

_ Gerente Román, agradezco su lealtad para mi padre, Pero como pudo contratar a personas sin falta de criterio, groseras sin una pizca de educación, en estos momentos me encuentro en el consorcio y la recepcionista no nos deja ingresar sin una previa cita.

Dígame señor Román ¿A quién entrego la gerencia?

_ Señorita Kioro, El señor Nicolas buenaventura es el gerente y mi sobrina es la secretaria, ella es una muy buena profesional, Pero dejo en sus manos su permanencia en la empresa. _ Contesta Román, teme que su sobrina haya cometido falta ética en la empresa, no desea cortar lazos con la familia Kioro.

_ Muy bien Román, empezaré a cortar cabezas en mi empresa, iniciaré por esta soberbia recepcionista, envíame los contactos de los datos directivos, convocaré a una junta urgente.

_ Román envía los contactos de los directivos de la empresa.

_ Cecilia vamos a sentarnos un momento a esperar, debo de hacer unas llamadas, para dar solución a este incómodo momento.

* Lucero y Cecilia se dirigen a la sala de espera, ahí ven a una joven que llora desconsoladamente, Lucero la observa Pero no dice nada.

_ Cecilia debemos ser muy cautelosas, ahora debemos depurar en definitiva la empresa. _ Lucero le dice a Cecilia, Pero la receptora no puede concentrarse, ya que la joven sigue llorando.

_ Perdón hermana, no puedo escucharte, no puedo dejar de lado a esta joven, no sé quién ha muerto para que llore de esta manera.

_ Disculpa, dime qué te pasa ¿Quién ha muerto? _ Dice Cecilia.

_ Que vergüenza, si me viera mi superior me castigaría sin piedad, mi nombre es Flor, soy soldado de las fuerzas armadas Americanas, ingresé al ejército porque deseaba estudiar y dar una mejor vida a mi madre, ahí estuve por cuatro años, Pero desgraciadamente mi madre murió de un cáncer avanzado al estómago, ahora estoy sola en este mundo. _ Flor continúa llorando sin control.

_ Porque fuiste un soldado del ejército, no deja que seas un ser humano con sentimientos, Pero no has dicho por qué lloras, no creo que hayas escogido este sitio para venir a llorar, por la muerte de tu amada madre. _ Dice Lucero.

_ Vine a solicitar empleo y esa recepcionista no me dejó ingresar a la entrevista por estar mal vestida, me dijo que era una vil pobretona sin estudios, por eso lloraba de indignación, por ser pobre y no tener una mejor vestimenta para estas entrevistas.

_ No te preocupes Flor, si eres leal a nosotras tendrás unas hermanas para toda la vida, nos presentamos, yo soy Cecilia y ella es mi hermana Lucero.

_ Dice Cecilia.

_ Soy leal a mis nuevas hermanas y a mi patria, prefiero dar mi vida, antes de ser una traidora. _ Dice Flor secándose sus lágrimas.

_ Muy bien Flor, me he dado cuenta de que eres de las mías, eso me da mucho gusto, porque nos divertiremos torturando desleales. _ Dice Lucero sonriendo, por su parte a Flor le brillan los ojos.

_ Por Dios Lucero, en estas circunstancias, pensar en cortar cabezas y tú Flor, te olvidaste del porqué llorabas. _ Dice Cecilia aterrada.

_ Usted no entendería a una persona de armas tomar ¿No es así hermana?

_ Dice Flor, con una sonrisa de medio lado, similar a la de Lucero.

_ Dios las crea y las nacas se juntan.

_ Dice la recepcionista ingresando a la sala de espera.

_ Lo mismo digo zorra de pacotilla.

_ Dice Cecilia.

_ ¡Quien hace semejante escándalo en mi empresa! _ Ingresa gritando una despampanante mujer.

_ Señorita Amanda fíjese que estás tres mujeres de desconocida procedencia, querían entrar a la fuerza a su oficina, ahora me insultan y me dicen de todo, por no lograr su objetivo._ Dice la recepcionista.

_ Porque me buscan, si no tienen una cita conmigo, no las puedo atender, ahora ¡Largo de aquí! _ Grita Amanda.

_ Jajajaja Creo que eso no se va a poder, Lucero Kioro dueña del consorcio y déjame decirte que es un disgusto conocerte.