Renace en un mundo magico decidida a cambiar el destino de Ruby.
El mundo mágico también incluye las novelas
1) Cambiaré tu historia
2) Una nueva vida para Lilith
3) La identidad secreta del duque
4) Revancha de época
5) Una asistente de otra vida
6) Ariadne una reencarnada diferente
7) Ahora soy una maga sanadora
8) La duquesa odia los clichés
9) Freya, renacida para luchar
10) Volver a vivir
11) Reviví para salvarte
12) Mi Héroe Malvado
13) Hazel elige ser feliz
14) Negocios con el destino
15) Las memorias de Arely
16) La Legión de las sombras y el Reesplandor del Chi
17) Quiero el divorcio
18) Una princesa sin fronteras
19) La noche inolvidable de la marquesa
20) Ni villana, ni santa
21) Salvando a mi Ernesto
22) Cartas para una princesa
** Todas novelas independientes **
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Provocaciones 1
Después de todo lo conversado.. Ruby suspira pesadamente…
Ruby: quiero salir a caminar al bosque...
Orlando: claro.. vamos..
salieron de la cabaña sin prisa, como dos náufragos que por primera vez deciden caminar juntos fuera del agua. el bosque los recibió con su olor a tierra mojada y a hojas viejas.. la luz se filtraba entre ramas creando parches tibios en el camino.. caminaban en silencio, los pasos resonando sobre la hojarasca, cada uno perdido en su propio mareo de recuerdos.
Ruby llevaba la capucha echada hacia atras, el cabello rojo cogiendo destellos dorados. Orlando caminaba a su lado, más contenido de lo habitual, como si cada palabra pesada que pudiera decir le costara el doble de esfuerzo.
Después de unos minutos, cuando el silencio ya no pesaba sino que se volvía una compañía, Ruby lo miró de reojo y preguntó, con la voz baja..
Ruby: ¿por qué adelantaste tu venganza?
Orlando: Escuche a tu padre.. en la taberna dijo que si te encontraba te casaría con quien le pagara mejor, que te vendería como si fueras una mercancía. no pude esperar, Ruby. no soporté la idea de que te convirtieran en moneda..
Las palabras cayeron entre los árboles y por un instante solo se oyó el viento.. Ruby se quedó inmóvil, sintiendo como si alguien le hubiera aferrado el pecho con una mano fría.. sus ojos se endurecieron, y no era por sorpresa, era por rabia antigua que volvía a prender..
Ruby: mi padre no era bueno, nunca lo fue, por eso yo te hubiese apoyado si no me hubieses usado..
Orlando: no me justifico.. lo que hice fue cruel, y lo siento con todo. pensé que controlando al conde, protegiéndote desde afuera, podia evitar que te hicieran daño.. pero lo hice mal, te usé como arma y te fallé.
Ruby: proteccion no es engaño.. proteger implica elegirte a ti, no utilizarte.
Orlando: lo sé… y quiero enmendarlo.. no con promesas vacías, con actos. si me dejas, voy a demostrártelo. te lo debo.
Se acomodaron en la pequeña colina, rodeados por un mar de flores silvestres que se mecían con la brisa, y por primera vez en mucho tiempo, el silencio no era incómodo. Ruby miraba el horizonte, respirando el aroma dulce del lugar y de las flores, dejando que cada pensamiento corriera sin aferrarse a nada.. Orlando se sentó a su lado, el corazón latiéndole con fuerza contenida. sus dedos rozaron los de ella, una caricia casi tímida, y luego tomó su rostro con suavidad, como si tuviera miedo de romper algo frágil. Ruby levantó la vista, y en ese instante, él la besó.. fue un beso suave, lento, sin prisa, distinto de la pasión desenfrenada de antes.. había calma, había respeto, había un anhelo contenido que por fin podía salir.. Ruby sintió que se le aceleraba el corazón, que las piernas le temblaban y que su pecho se llenaba de emociones que no podía nombrar.
Orlando apartó apenas sus labios, rozando su frente contra la de ella, y susurró..
Ruby… no te pienso soltar. nunca más.
Todo parecía comprimirse en ese instante, y sin decir palabra.. ella suspiro profundo y prefirió bromear con él para alivianar el ambiente..
Ruby: Creo que no podre darte una oportunidad.. es que será dificil porque ya te olvidé.. … —y comenzó a tararear un fragmento de la canción que él nunca olvidaría, esa que la había acompañado en su huida…
“Ya te olvidé
Vuelvo a ser libre otra vez
Vuelvo a volar hacia mi vida
Que está lejos y prohibida para ti”
Orlando frunció el ceño, y antes de que ella pudiera seguir, la tomó entre sus brazos, acercándola más a él.. su respiración se mezcló con la de Ruby, y la presión de su abrazo era intensa, casi posesiva, como si quisiera marcarla como suya de nuevo.. sus manos comenzaron a deslizarse lentamente por su espalda, recorriendo curvas que conocía bien, provocando que Ruby se estremeciera y dejara escapar un suspiro contenida. la sensación era sugerente, íntima, un recordatorio de noches ardientes y secretos compartidos.. un roce que hablaba de deseo, de reclamación, de un fuego que no se había apagado.
Ruby continuó con su juego, exagerando cada nota de la canción, moviendo los hombros y balanceando ligeramente el cuerpo mientras tarareaba con teatralidad, sabiendo perfectamente cómo provocarlo.. sus ojos brillaban con picardía, y su sonrisa traviesa no ayudaba a calmar la furia contenida de Orlando.
“Me dijiste que jamás podría olvidarte
Que después iría a rogarte y a pedirte, Bésame
Yo luché contra el amor que te tenía y se fue
Y ahora ya te olvidé”
Él, atrapado entre la indignación y el deseo, no pudo resistirse. mientras la abrazaba, sus manos comenzaron a recorrer con lentitud y firmeza su espalda, bajando sutilmente hacia curvas que conocía demasiado bien.. cada roce era un recordatorio de noches pasadas, de promesas y secretos compartidos, y Ruby sintió un escalofrío recorrerle la columna.
Orlando: Ruby… deja de provocarme así.. no sabes lo que me haces sentir.
Ella se mordió el labio, fingiendo inocencia mientras seguía cantando, pero cada gesto, cada movimiento, era un juego calculado, un desafío que sabía que él no podría ignorar. sus cuerpos se ajustaban más, el calor del abrazo se hacía más intenso, y la canción, irónicamente, se volvió un himno a su complicidad, a la pasión que ninguno de los dos podía negar.
“Me atrapaste, me tuviste entre tus manos
Me enseñaste lo inhumano y lo infeliz que puedes ser
Te fingiste exactamente enamorado
Aunque nunca me has amado, yo lo sé”
Ruby suspiró suavemente, sabiendo que cada nota que pronunciaba, cada gesto exagerado, lo tenía completamente rendido ante ella, y él, entre gritos ahogados y susurros, cedía poco a poco al juego, incapaz de contenerse.
Orlando, harto de escucharla cantar y provocarlo, la tomó de repente entre sus brazos y la besó con fuerza, con una pasión que hizo que Ruby dejara escapar un gemido casi involuntario. ese sonido encendió algo en él, y pronto notó cómo su cuerpo reaccionaba, marcándose un bulto evidente entre sus piernas por el pantalón.
Ruby, con esa mezcla de picardía y diversión que siempre lo desarmaba, soltó una risita baja y burlona, mirándolo directamente a los ojos.
Orlando: no te burles… —dijo él, la voz ronca y con un dejo de vergüenza— hace casi un año que no estamos juntos, Ruby… mi cuerpo… no sabe controlarse, está tan sensible…
Ella lo miró, sus ojos brillando entre la diversión y el deseo, y por un momento Orlando sintió que cada segundo de espera, cada día sin ella, había aumentado esa intensidad entre ellos. Ruby se acercó un poco más, rozando sus labios con los de él sin perder la sonrisa traviesa, y él, aunque todavía avergonzado, la abrazó con más fuerza, dejando que su deseo hablara más que cualquier palabra.
Será otra hermosa historia
Pobre duque 😝