NovelToon NovelToon
El Oráculo De La Bruja: El Despertar Del Nexus

El Oráculo De La Bruja: El Despertar Del Nexus

Status: En proceso
Genre:Magia / Superpoder / Demonios / Brujas / Fantasía épica / Superhombre
Popularitas:12.9k
Nilai: 5
nombre de autor: Kevin J. Rivera S.

En un mundo donde las brujas fueron las guardianas de la magia, la codicia humana y la ambición demoníaca quebraron el equilibrio ancestral. Veydrath yace bajo ruinas disfrazadas de imperios, y el legado de la Suprema Aetherion se desvanece con el paso de los siglos. De ese silencio surge Synera, el Oráculo, una creación condenada a vagar entre la obediencia y el vacío, arrastrando en su interior un eco de la voluntad de su creadora. Sin alma y sin destino propio, despierta en un mundo que ya no la recuerda, atada a una promesa imposible: encontrar al Caos. Ese Caos tiene un nombre: Kenja, un joven envuelto en misterio, inocente e impredecible, llamado a ser salvación o condena. Juntos deberán enfrentar demonios, imperios corrompidos y verdades olvidadas, mientras descubren que el poder más temible no es la magia ni la guerra, sino lo que late en sus propios corazones.

NovelToon tiene autorización de Kevin J. Rivera S. para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

CAPÍTULO VI: El tiempo vuelve a fluir

— Synera —

El aire aún vibraba con la tensión del encuentro. Kenja y Frayi, atrapados entre la confusión y el miedo, se movían como piezas de un tablero que recién comenzaba a revelarse. Cada instante en este lugar detenido en el tiempo pesaba sobre mí, recordándome que no había margen de error.

La presencia de Kenja, tan inocente y a la vez tan extraña, despertaba algo profundo en mí: un reconocimiento, una chispa que conectaba su existencia con la mía y con los designios de la Suprema. Todo lo que había aprendido, todo lo que había vivido bajo la guía de Aetherion, me había preparado para este momento.

No podía vacilar. Cada recuerdo de su enseñanza, cada fragmento de su magia que ahora vivía en mí, exigía que hablara, que actuara. No era solo un encuentro casual; era el primer paso hacia algo mucho más grande, algo que ni Kenja ni el zorro podían comprender aún.

Y entonces, con la certeza que solo quienes han sido moldeados por la Suprema pueden poseer, dejé que mi voz cortara el silencio del lugar:

—Supongo que se están preguntando quién soy… —mi voz resonó en el silencio del lugar—. La respuesta es sencilla. Me llaman Synera, el Oráculo de la Bruja. No soy humana, ni demonio… ni tampoco una simple mortal.

Hice una pausa, observando a los presentes con calma antes de continuar.

—He venido a encontrar a quien llaman el Caos… Y, si mis ojos no me engañan, ese eres tú, Kenja —revelé, dejando que cada palabra cayera con peso sobre ellos.

El silencio que siguió fue denso, incómodo. Esperaba que Kenja respondiera, pero fue el zorro quien rompió el mutismo, y para mi sorpresa, lo hizo con una seriedad que no esperaba.

—¿Eres tú…? No… ella… —Frayi dudó, mirándome con una mezcla de confusión y reconocimiento—. Te pareces mucho a ella, pero… ¿no eres Lady Aetherion?

Parpadeé, desconcertada.

—No, no soy ella. —Mi tono fue firme, pero la duda se filtró en mis palabras—. Pero… ¿cómo sabes su nombre? ¿Ya la conocías? Eso… eso explicaría muchas cosas.

—¿Aetherion? ¿De qué están hablando? No entiendo nada —intervino Kenja, su voz cargada de incertidumbre.

El zorro desvió la mirada, como si estuviera sacando recuerdos de lo más profundo de su memoria.

—Hace trece años… ella… bueno, al parecer soy una invocación, o algo por el estilo. Un espíritu kitsune, creo. Lady Aetherion creó este lugar y me confió una misión: cuidar de un niño… mi amo, Kenja. Me ordenó protegerlo, enseñarle sobre este mundo… y esperar —reveló el zorro, su voz cargada de años de lealtad y secretos.

Sus palabras se sintieron como un golpe en el pecho. Mi intuición no me había fallado. Estaba en el lugar correcto, con la persona correcta.

—¿Trece años…? —Mi ceño se frunció—. Eso es imposible. La Suprema desapareció hace más de dos mil años.

Frayi me miró con una calma inquietante.

—¿Dos mil años…? —repitió en voz baja—. Ya veo… entonces, no me equivoqué. Este lugar… está detenido en el tiempo. Aquí, todo transcurre de manera diferente al mundo exterior. En este sitio, solo han pasado trece años.

La revelación me hizo contener el aliento. Kenja aún parecía procesar lo que escuchaba, mientras que el zorro bajó la cabeza, sumido en sus propios pensamientos.

¿Qué significaba todo esto? ¿Por qué esperar tanto tiempo? ¿De qué debía protegerlo? Mi mente estaba inundada de preguntas. Nunca había cuestionado la voluntad de mi Suprema… pero había demasiadas cosas que no entendía.

El aire se volvió pesado. Nadie tenía respuestas. Pero una verdad era clara: todo lo que creíamos saber estaba a punto de cambiar.

La voluntad de una diosa nunca debe ser cuestionada, sin importar el motivo. Su juicio es absoluto, su sabiduría infinita. Aetherion siempre ha sido una mujer intuitiva, capaz de ver más allá del tiempo mismo.

Aquí dentro, el tiempo fluye de manera distinta al mundo exterior, pero cada minuto que pasamos en este espacio sellado es un cambio irreversible allá afuera. No puedo permitirme titubear. Debo actuar antes de que sea demasiado tarde.

Mis manos se tensan mientras observo mi entorno con determinación. Sin mi báculo, mi magia no es tan poderosa, pero, aun así, será suficiente. No necesito canalizadores cuando mi existencia misma es un fragmento de la Suprema. Si me concentro lo suficiente…

Hago una pausa, preparándome para intervenir.

 Pero entonces, los recuerdos me asaltan.

—Synera… has dominado por completo cuatro de los cinco lenguajes de la magia —dijo Aetherion con una mezcla de asombro y orgullo en la voz—. Es un logro que muy pocos han alcanzado.

La voz de Aetherion resuena en mi mente con claridad, como si aún estuviera de pie frente a mí, su silueta imponente envuelta en el resplandor de su aura dorada. Nos encontrábamos en la Cámara del Equilibrio, un lugar donde la realidad se distorsionaba en función de la voluntad de la Suprema. Estábamos solas, rodeadas por inscripciones arcanas que flotaban en el aire como constelaciones vivientes.

Sus ojos, dos pozos de energía infinita, me observaban con satisfacción y una pizca de orgullo.

—No esperaba menos de una extensión de mi propia esencia —admitió ella, con una leve sonrisa en los labios—. Podría decir, sin temor a equivocarme, que eres incluso más fuerte que las Supremas que te precedieron.

Me arrodillé ante ella, sintiendo el peso de sus palabras.

—Mi lady, si usted cree eso… entonces significa que soy tan fuerte como usted. —No era arrogancia, sino una verdad lógica.

Aetherion sonrió levemente.

—Excelente, Synera. Ahora, dime, ¿cuáles son los seis dominios de una Bruja Prodigio? —preguntó ella con una mirada fija y desafiante.

Sin titubear, respondí con confianza:

—Creatividad, imaginación, visualización, dominio, control… y reversión.

—Perfecto —asintió Aetherion con satisfacción.

Aetherion chasqueó los dedos y, de inmediato, el espacio a nuestro alrededor cambió. La cámara se transformó en un vasto océano suspendido en el vacío. Olas etéreas flotaban a nuestro alrededor sin mojar nuestros cuerpos, reflejando en su superficie los secretos más antiguos de la magia.

—Entre todas, la más poderosa es la Reversión. —Su voz se tornó solemne—. Al dominarla, podrás revertir el estado de la materia y de la magia misma, anulando cualquier hechizo sin importar su complejidad. Es el límite final del poder de una Bruja Prodigio. Espero que algún día logres controlarlos todos.

La visión se desvaneció como cenizas en el viento, arrastrada por la brisa del tiempo.

—La Reversión… —murmuré para mí misma, dejando que el eco de aquel recuerdo recorriera cada fibra de mi ser.

Si realmente he heredado ese lenguaje, entonces aún queda una chispa de esperanza.

El tiempo me acecha, implacable, pero no pienso ceder, no ahora.

Mis ojos se fijan en Frayi y Kenja; la incertidumbre brilla en sus pupilas, pero no hay tiempo para explicaciones ni dudas.

—Aquí el tiempo se curva, se retuerce, pero allá afuera... sigue fluyendo. No tenemos más tiempo. Voy a devolver el curso a la corriente verdadera, a romper este bucle eterno que la Suprema dejó como cárcel. Solo así podremos seguir adelante —declaro, la voz cargada de resolución.

Soy una extraña para ellos, pero aun así asienten. Confían en mí, en mis palabras, aunque el miedo se asoma en sus miradas. En sus rostros hay una mezcla de asombro… y esperanza.

Kenja da un paso al frente, solemne.

—No sé quién eres realmente, pero hay algo en ti que me hace confiar. Así que hazlo, Synera… estamos contigo. —dijo Kenja con determinación.

Aspiro con fuerza, sintiendo cómo el aire vibra cargado de destino y poder. Mis pies se despegan del suelo con un impulso decidido. Una luz tenue, casi etérea, brota de mi piel, envolviéndome como un aura brillante que crece a cada segundo. La realidad a mi alrededor tiembla, como si estuviera a punto de romperse en mil fragmentos.

Desde las alturas, contemplo el mundo retorcido por el hechizo: un cielo de cristal agrietado, tensionado al límite, como una tormenta esperando estallar.

Cierro los ojos y dejo que mi energía se libere. Mi esencia, mi historia, mi ser entero se funden en un torrente de magia pura, vibrante, indescriptible.

Entonces, la siento. La grieta. Allí está, latiendo en el corazón del tiempo mismo, pulsando como una herida abierta en la existencia.

Extiendo mis manos hacia el cielo y mis dedos se encienden en una llamarada de luz blanca y azulada. Frente a mí, un círculo mágico gigantesco estalla en el firmamento, símbolos arcanos girando vertiginosamente, como estrellas caídas que cobran vida, parpadeando con un poder ancestral.

El viento ruge con furia desatada, arrancando hojas y escombros mientras la energía a mi alrededor se fragmenta en fisuras que se extienden como venas de luz pura. El cielo se tiñe de colores imposibles, un torbellino de luces y sombras que presagia la batalla que está por desatarse.

Y entonces, con cada fibra de mi ser y toda la fuerza que puedo reunir, grito:

—¡Magia Ancestral: ¡¡¡REVERSION!!! —¡¡¡BOOOOM!!! —crash—bam!!!

Mi voz no es solo mía; resuena como un estruendo ancestral que sacude los cimientos del mundo.

El cielo se rasga como papel ardiente, desgarrándose en fragmentos luminosos que caen como lluvia de cristales incandescentes. El domo que aprisionaba todo estalla en mil destellos de luz pura, y las grietas se abren como relámpagos danzantes que iluminan la oscuridad.

Una onda de energía sagrada se expande, sacudiendo la tierra y el aire, como si los dioses mismos estuvieran gritando al unísono, desatando un poder tan antiguo como el tiempo.

Pero justo entonces...

Un estallido invisible.

¡Kenja!

Su cuerpo se sacude, como si un rayo lo atravesara. Sus ojos se vacían. Cae.

—¡KENJA! —grita Frayi con el alma desgarrada.

Yo desciendo como un meteorito, rompiendo el suelo a mi alrededor. Corro. Pero Frayi ya está de rodillas, aferrado a Kenja como si pudiera anclarlo a la vida.

—¡Despierta! ¡Kenja, por favor! ¡No me dejes! —su voz es un sollozo feroz que parte el aire en mil fragmentos.

Extiendo mi mano para ayudar…

Pero el zorro me lanza una mirada que quema. Sus ojos... son fuego puro.

Con un rugido mágico, invoca un pergamino envuelto en relámpagos dorados y lo lanza hacia mí.

No tengo tiempo.

¡FLASH!

Una prisión de luz me atrapa en un cubo reluciente. El sello me inmoviliza por completo.

—¡¿Qué estás haciendo?! —grito, golpeando la barrera.

Pero Frayi solo retrocede. Sus ojos... ya no me ven como antes.

—Ese maldito zorro... —siseo con rabia, mis manos temblando dentro del sello.

—¡Brujaaaa malvadaaaa! —ruge Frayi, el grito tembloroso entre el dolor y la furia.

Levanta a Kenja en brazos, tropezando entre lágrimas, y corre hacia el templo sin mirar atrás.

Y yo... solo puedo mirar.

Solo... puedo mirar.

Pero...

Lo logré.

El tiempo... fluye de nuevo. El hechizo fue roto.

Una risa débil brota de mis labios. Estoy agotada. Ese conjuro... consumió más de lo que creí tener.

Caigo de rodillas dentro del cubo. La energía mágica me acaricia como una prisión dorada.

Mis párpados se cierran.

La última imagen en mi mente... es Kenja, cayendo como una estrella rota.

Espero que ese niño esté bien...

La oscuridad me reclama.

1
Blair Waldorf
Genial, esa es synera? Me encantó!
David Gonzalez Cruz
buenisima
Kenja: Me alegra mucho que te esté gustando 🥰
total 1 replies
Imany Shammal Rivera
lo recomiendo muy buena.
Marta Esther Thill Gonzalez
Muy buena historia.
David Gonzalez Cruz
muy bonito e interesante
David Gonzalez Cruz: muy bueno
total 1 replies
David Gonzalez Cruz
me falta el finall de esta hermisa nobela
David Gonzalez Cruz
muy buen libro
David Gonzalez Cruz: me encanta eata buenisima
total 1 replies
Leidys Quintero
Owwww… Frayi😭😭 que lindo capítulo.
Beatriz Narváez campo
con quién comenzará esta nueva vida synera...al menos no estará sola!!
Beatriz Narváez campo: eso está muy bien!! entre más entretenida mejor se disfruta la lectura!!
total 2 replies
Beatriz Narváez campo
muy interesante historia!!
Leidys Quintero
Es muy emocionante esta historia, cada vez se pone mejor.
Leidys Quintero
Esta genial la historia, necesito leer mas, cada vez se pone mejor.
Paola Rivera
Muy buen trabajo hermano, sigue así.
Mikoru987
increible !!
Đông đã về
¡Escribe más, por favor!
Kenja: Hola, saludos. Por supuesto. Estaré subiendo capítulos todos los días. Pronto estará disponible el capítulo V. /Heart/
total 1 replies
Maito
Mas capitulos escritora!
Kenja: Hola, gracias por tu comentario. Espero estes disfrutando mi Obra tanto como yo al escribirla, estare subiendo capitulos nuevos todos los dìas. saludos...
total 1 replies
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play