Yo antes era una espía y asesina respetada por todos, temida por todos, la más importante y reconocida por todos aquellos que oían mi nombre temblaban del terror y la desesperación que sentían al oír de mí. Creía que lo tenía todo, incluso creía que tenía a mi lado a un hombre que me amaba y respetaba como mujer y compañera de equipo. Desgraciadamente estaba muy equivocada y terminé por ser traicionada por él y por la gente que creía que me era leal, pero ni siquiera eso.
Ese día perdí todo y terminé por ser arrestada, humillada, maltratada, casi violada por uno de los custodios que me llevaba a ser finalmente encarcelada, sin juicio alguno en cual pudiera defenderme; era frustrante dado que yo fui una de las personas que propuso que todo criminal, sin importar su rango no tendría un juicio sino que en cambio iría directamente a "Azgaard" la más cruel y sanguinaria cárcel clandestina que el mismo maldito Hitler autorizó sin haber consultado a sus generales y consejeros.
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Capítulo 14.
MAXWELL
Vi el impacto y sorpresa en sus ojos, a consecuencia de lo que le había dicho. Para ella fue totalmente inesperado y no lo vio venir. Seguramente pensó que le iba a obligar a practicarse un aborto. Pero no era así. Quería que ella se convirtiera en la Madre de mi hijo por las razones que le di, pero también para mantenerla con vida y conmigo con el propósito de cumplir con las esperanzas de mi familia de tener un nieto.
Pese a que fui capaz de matar a las mujeres que fueron mis prometidas antes de contraer matrimonio con ellas. Y si... era capaz de sembrar a una traidora corriendo el riesgo de ser ejecutado.
Yo no era parte de la ideología Nazi. La cual recordaba constantemente...
"El pueblo es el Estado y el Estado es el pueblo..."
Solo creo y sirvo bajo mis propios intereses y fines.
Ella continuaba en estado de shock. Mientras esperaba a que ella volviera a la cama impaciente, realmente deseaba disfrutar de su cuerpo por el resto de la noche. Aún sabiendo por su propia boca que no estaba en condiciones de recibirme nuevamente dentro de ella. No me importaba que estuviese dolorida. Deseaba seguir eyaculando dentro de ella hasta lograr mi cometido.
Su lenguaje corporal me decía que estaba tratando de controlarse a ella misma, se miraba asustada y a la vez excitada, por como se estaban dando las cosas entre ella y yo. Se estaba mintiendo a ella misma, al decir que ambos teníamos responsabilidades y que debíamos cumplirlas. Ella era mía y de cualquier modo u otro tendría a mi futuro hijo.
Mirándola como estaba, desnuda, excitada, expectante al mirarme desnudo, el deseo fluía a través de mis venas nuevamente. Deseaba tomarla una vez más, ella me encendía hasta hacerme olvidar todo pensamiento racional. Ella me encendía, era como ofrecerme a los brazos de la lujuria que ella provocaba en mí.
Le ofrecía lo que ella deseaba obtener; mi cuerpo, mi pasión y un hijo nacido de ella para ponerle fin a los matrimonios arreglados por parte de mi familia.
—Deja de atormentarte con el futuro. No tengas miedo, nuestro hijo tendrá lo mejor de ambos mundos. Y sobretodo te tendrá a ti para hacer realidad tu sueño de no estar sola nuevamente. No podría encontrar encontrar una mejor Madre para mi futuro hijo que tú.
Mis superiores están ociosos y hambrientos de poder que arrasarán con la nación tarde o temprano. Lo gobiernos opresores y tiranos no duran para siempre lo creas o no. Siendo yo un soldado nazi y tu una Ex-Nazi sabemos que es posible que el que va a morir en la guerra seré yo, pero tú... prevalecerás ya que una parte de mí estará contigo dentro de tu vientre.
Es posible que yo muera y soy consciente de ello, pero antes debo dejar en tus manos una parte de mí viviendo los años venideros en un fruto nacido de ambos.—Oír aquellas palabras saliendo de mi boca le eran irreales y a la vez tenían un enorme peso sobre su mente y corazón. Ella tenía miedo—. Mientras prevalezca la Tercer Reich y esta cárcel sigan de pie te voy a tener a mi lado para hacer de mi vida algo agradable y placentero, pero... sí llegara aparecer una amenaza que derrumbara al Estado... te voy a enviar lejos, a un lugar seguro para que ambos, la criatura y tú puedan sobrevivir.
Así que puedes entregarte a mí sin dudarlo, te he dado mi palabra de que voy a protegerte sí aceptas ser mía, vivirás. Vas a sobrevivir a mí, a la Tercer Reich y a quien halla sido el bastardo que te arrestó y traicionó. Y a quién sea que te amenace de cualquier forma. No voy a permitir que te olvides de mí. Me verás en el niño que des a luz aunque yo no esté en este mundo, él te recordará que aún existo en tus recuerdos y pensamientos.
En este momento comenzaremos a crear a ese fruto prohibido entre una traidora y un Soldado como yo—.
En respuesta ella levantó los brazos, rodeando mi cuello y ambos nos perdimos de la realidad prendiéndome en la suavidad de sus labios y viceversa. Mientras que le permití que se acomodara en la cama permitiéndome acomodarme en medio de sus piernas. En ese momento no existía la Tercer Reich, no existía Azgaard, no había nada, sólo los dos y la pasión que ambos sentíamos.
El futuro iba a ser lo que ambos íbamos a construir desde ese momento. Seríamos eternos en las nuevas generaciones.
No serían ni los Klein y ni los Fürstenberg quienes iban a sobrevivir, sino alguien nuevo y limpio de nuestra oscuridad, odio, resentimiento, muerte, miedo y sangre.
