[Una historia Omegaverse/ABO con varios arcos que ire subiendo, es principalmente BL pero tiene una pequeña parte Yuri pero ya avanzada la historia. Hay OmegaxOmeg, AlfaxAlfa, BetaOmega]
Suni, un joven Omega que tenía todas las características de un Beta, un carácter peculiar, y una esencia tan débil que nadie notaba que era un Omega con el que hablaban.
A él no le molestaba en realidad, tampoco es que ocultará el hecho de que era un Omega , gracias las peculiaridades de su cuerpo había podido trabajar en lo que eligió y ser como quisiera, convirtiéndose en una clase de terapeuta y consejero de parejas.
El era como un Omega sin identidad, con un aspecto que lo hacía indeseable, probablemente a su familia le molestase lo inusual de su fisiología, porque siendo honestos, el había sacado provecho de sus aparentes carencias como Omega.
Pero los planes y la casualidad no se llevan.
Y viendo la vida de Suni, vemos cómo esta se entrelaza con otras parejas y personas.
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8. La similitud en la diferencia
Como Alfa, recibías admiración y respeto casi por costumbre, los errores que llegases a cometer eran fácilmente ignorados.
Pero Byung Jian, siempre había dado lo mejor de el en lo que hacía, y encaraba sus errores lo mejor posible.
Por supuesto, encuentros de una noche con un extraño no eran algo que él hubiera hecho siendo bien consciente de sus acciones, tan precavido como era.
Y mucho menos beber hasta perder el sentido de sus acciones como control de las mismas, era algo que no habría decidido por sí mismo, siendo la razón de eso la insistencia de un amigo suyo, quien creía que necesitaba relajarse.
Ni él estaba seguro como llego a la situación de encontrarse en un hospital a la mañana siguiente.
Recordaba casi nada de la noche anterior, entre memorias sueltas y difusas, recordaba haber besado a alguien con desespero, además con notable ausencia de inhibiciones.
Algunos de sus recuerdos, lo ubicaban en una hotel aparentemente de buen nivel.
El sintiendo un insoportable malestar acompañado de un dolor de cabeza que lo mareaba a la mañana siguiente, incapaz de pensar lo suficientemente por su dolor, no pudo siquiera llamar a servicio.
Recordaba que en algún momento de la noche, había limpiado a quien había estado con él en la noche, para después, cuando su dolor de cabeza remontó con aun más fuerza, haciéndole tambalear al caminar, salió de la habitación para buscar algún empleado.
Después de eso no había nada más.
El amigo que había sido el responsable de que fuera a un club nocturno, estaba junto a su cama angustiado, explicándole que su familia había sido avisada.
Las exámenes médicos, revelaron que había bebido demasiado en conclusión, y combinando diferentes tipos de bebidas, lo que para él, que tomaba muy poco, había sido demasiado. Su amigo se disculpó por haberlo incitado a hacer algo que casi le causa algo grave.
Poco después al sentirse preocupado por la persona con la que estuvo, el joven abogado regreso al hotel a preguntar alguna pista de su acompañante de aquella noche, dado que no había aroma, concluyo que era un Beta, siendo informado que él había pagado la habitación y por lo tanto solo su nombre aparecía en las listas.
El aroma que detectó en su piel después de aquel día, era extremadamente sutil, básicamente imperceptible, pero permaneció presente.
Él no se explicaba el deseo de encontrar a esa persona.
Ni su inusual preocupación porque estuviese bien.
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Jian había recibido desde sus primeros pasos, una dura doctrina de cómo ser un Alfa, siempre recordándole lo que se esperaba de él.
Cuáles eran sus obligaciones.
Él había visto pasar los años, viviendo acorde a algo establecido, reservando su opinión de lo aprisionado que se sentía,
Ni de lo cruel que la sociedad actuaba ante sus ojos con quienes eran nombrados Omegas.
Injusticias y opresión que manifestándose en la vida de personas que conoció y fueron importantes para el. Su niñera en sus años mas alejados y tiernos de la niñez, fue un Omega, joven y rozagante, siempre acompañándolo cuando sus padres estaban trabajando, sustituyendo la figura de su madre.
Poco después el joven, del que fue después incapaz de decir su nombre por la nostalgia que eso le causaba, desapareció.
O mejor dicho se lo llevo un Alfa, nadie habló de eso con el, pero cuando tenía cerca de diez años escucho a la ama de llaves de su casa hablar de ello.
Hablar de como el joven fue marcado sin quererlo.
Muchos de sus amigos en su niñez y juventud que eran Omegas, pasaron por situaciones similares, como un primo suyo que fue lo mas cercano a un hermano al ser hijo único, que cerca de los dieciséis se fue a causa de un compromiso con un Alfa,
Jamás volvió a saber de el, poco pudo saber que paso con quien fuera como su hermano.
Pero había consecuencias similares en los Omegas que conocía. Algunos con una personalidad cautivadora, llenos de energía, atrevidos y perseverantes.
Esas personas tan brillantes y optimistas se vieron atrapadas por un vínculo, a veces voluntario como en ocasiones impuesto. El vio el cambio de personas voluntariosas, llenas de alegría e ímpetu noble, pasando a ser reducidas a vestigios de memorias pasadas, con el único propósito de obedecer y procrear.
Y todos miraban con indiferencia esas miradas vacías, antes alegres e incluso desafiantes.
No les importaba su dolor o los sueños de aquellos que nunca tendrían la oportunidad de algo diferente en su vida.
Su único deseo que se le permitió, fue elegir su profesión, que si bien su familia tenía una tradición notable en la abogacía, el joven Alfa la eligió por convicción, creyendo que así podría cambiar algo.
En sus inicios como abogado se movía por objetivos ingenuos.
No obstante, la realidad demostró ser cruda e inflexible.
Una vez con la experiencia suficiente obtenida en su profesión, se fue a un diminuto apartamento, no queriendo un lugar amplio en el que estaría básicamente para dormir y en sus días de descanso.
Su imposibilidad de hacer algo, lo llevo a acumular una leve depresión, y el incidente de aquella noche aumento su ansiedad, sintiendo a veces emociones repentinas que parecían surgir de manera espontánea, pero realmente débiles, apenas notables.
Y su vida dio un giro que alivio su carga, una persona si se es preciso.
Alguien tan único que era sobrecogedor.
Un Beta que no parecía querer seguir ningún papel.
Algo que el siempre deseo. Sin saber como cambiar el comportamiento que era el resultado de un molde prefabricado desde su niñez.
Keun Suni le parecía solo alguien admirable en un principio, quizá demasiado tosco y frío con él. Pero con el tiempo él se dio cuenta, que era una de las personas más hermosas que había conocido.
El Beta tenía muchas cosas en común con él, repudiando también lo limitado de la sociedad, queriendo cambiar como la fuera posible la inequidad que existía.
Revelándose, actuando según sus propias decisiones,
Siendo como él quisiera.
Él no era consciente de sus emociones, pero el comenzó pensar con creciente afecto cada parte de la persona más extraña que había aparecido en su vida.
Amando lo que Suni era,
Cómo lo que él era cuando estaban juntos.
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Las primeras dos semanas después de la noticia del embarazo pasaron tranquilas, entre una reticente aceptación de los cambios que se avecinaban en su vida.
De una identidad que tendría que abandonar.
Sin embargo, la persona que más dolor le causó, que en su infancia se encargó de recordarle un constante rechazo, visitó su hogar.
Suni había ignorado las llamadas de su madre e intentos de comunicarse con ellos, a petición de su padre, que encontraba tremendamente doloroso escuchar la voz de su Alfa, por lo cruel que fue con él, como por sus deseos naturales de verla.
Por primera vez el joven Omega sintió temor, no por él, sino por su padre y su hijo.
Deseando proteger a quienes amaba.