Damian Dufort, un empresario con un gusto a las prácticas del BDSM, en una salida conocerá a una mujer que cambiará su mundo, sin embargo en el camino deberán atravesar dificultades, pero las pasiones prohibidas los unirán, enseñando que hay fuerzas más fuertes que la maldad.
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Capítulo 7:
Zaidymar.
Despierto en el apartamento por los gritos de Marbel, quedo sentada y mi cabeza da vueltas, siento mucho mareo y confusión.
Marbel entra corriendo por la habitación y se tira en mi cama, llorando, diciéndome que tuvo un sueño espantoso en donde varios hombres vestidos de negros, con la insinia de la mafia italiana nos habían secuestrado.
La escuchaba mientras a mi mente llegaban imágenes del secuestro del que hablaba Marbel y aparte de eso llegan imágenes de esa máscara ¡era él! Era la temida máscara del jefe de la mafia, en los recuerdos que llegaban a mi mente podía observar que me tenía esposada y su respiración en mi oido aún la podía sentir, recuerdos de una pluma recorriendo todo mi cuerpo, la vergüenza llegó a mi y no pude evitar sonrojarme y sus palabras causó una extraña sensación en mi intimidad.
Mire a Marbel y con algo de temor pregunte ¿aparte del secuestro que más logra recordar.
Me observo extrañada, dijo que nada más solo despertó aquí y ya.
A bajo mi rostro y no encontraba las palabras para contarle que yo recordaba algo más.
Se fue a voltear en la cama y sintió algo en ella se colocó de rodillas y tomó un pañuelo blanco muy bien doblado y con ese olor de aquel hombre que puso mis nervios en piqué.
Marbel empezó a abrir el pañuelo y dentro de él había una flor, una pasiflora de color rojo elaborado en diamante, cuando lo vi abri mis ojos de la impresiónque ocasionó en mí.
Marbel me observo asombrada y preguntó ¿que si no era un sueño? negué, con la cabeza agachada empecé a narrar lo que recordaba.
Ella escuchaba atentamente no creyéndolo, pero luego me observo y puso sus manos en su boca, yo me observe a ver que le había asombrado y vi que yo tenia un vestido que no era el que tenía la noche anterior y por el diseño y tela era de muy buena calidad, empece a tocarme en todos lados, para ver si me sentia algo pero nada, mi piel se sentía suave y humectada, al no sentir nada que me alertara mire a Marbel.
Ella volvió a observar el broche que estaba en sus manos y se levantó de la cama diciendo que nos cambiaríamos, que debíamos salir de casa, a averiguar algo de este broche, dude un instante, pero no dije nada.
Dejo el pañuelo en la mesa de noche y salió corriendo a su habitación.
Vivimos en un pequeño departamento que cuenta con dos habitaciones, una sala y cocina, es perfecto para las dos, tenemos dos años viviendo aquí y somos felices.
Me levanté de la cama y me acerque al broche, lo tomé en mis manos, lo acaricié delicadamente, es hermoso con detalles perfectos, lo acerque a mi nariz y el pañuelo tenía ese aroma penetrante de aquel hombre que me hizo experimentar la mejor sensación que se puede sentir, a mis veinte años no sabía que era un orgasmo; sin embargo la noche anterior ese desconocido que grita peligro, hizo que mi cuerpo con tan solo un rose con una pluma y su aliento en mi oído reaccionara completamente a él regalándo mi primera liberación.
Acordarme de ese hecho aun me hace sentir vergüenza, pero ahora que estoy consciente pude deliberar el peligro en el que estuvimos la noche anterior, eran, integrantes de la mafia y ese hombre es el temido jefe, dicen que es un sádico, inhumano que no tiene piedad de nadien.
Recordar quien es ese hombre hizo que mi piel se erizara del miedo, camine a él organizador de mi mesa de noche y ahí encontré un sobre sellado con esa temible flor de la pasión.
Con mis manos temblorosas decidí abrirlo y una hermosa flor fresca de pasiflora se encontraba dentro en el sobre junto a una carta que decía las siguientes palabras:
Mi hermosa pasiflora, anoche pude tener tu hermoso cuerpo a mi merced, pero esa no es la manera que quiero que seas mía, mis ojos se llenaron de la satisfacción que mis manos no pudieron tener, pero seré paciente***.
***Ese broche es una muestra de mi afecto hacia ti, no lo muestres al público, ya que representaría un peligro para ti, debido a que es mi marca personal, en el momento que estés preparada lo llevaras con orgullo y si quieres saber de qué material está tallado, te lo diré yo mismo, es de diamantina, una piedra con un precio impensable; sin embargo para mi nada es imposible, y si en tus manos se encuentra esa joya quiero que sepas que significa que eres mía, no cualquier persona tiene una igual, así que camina con cuidado por que la anoche anterior al derramar todo tu hermoso jugo para mi, marcaste tu destino, sigue tu vida normal, en el momento que menos esperes, ahí estaré buscando lo que me pertenece***.
***Att: Vicenzo Olivieri. Tu amo y dueño***.
***Para: Mí pasiflora***.
Al leer estas palabras me quedé petrificada, me senté en la cama digiriendo lo que acababa de leer, ¿ En qué momento conocí a ese hombre, en que momento dice que me hice de él?
Me secuestró y ahora me trata como de su propiedad, en que me he metido, volvía a leer la carta y no me equivoque en ninguna palabra leída.
Marbel ingresó cambiada y me observó que aun yo no lo había hecho, me reclamó por no alistarme y le entregué la carta, se sentó a mi lado y empezó a leer en voz alta cada línea escrita en ese frío papel.
Palideció y me observó de una manera indescifrable, me abrazó y empecé a llorar.
Me sentía en una pesadilla "¡de tantas mujeres hermosas en esta ciudad, en este país!", ¿por qué me tiene que pasar esto a mi? preguntaba llorando en los brazos de Marbel.
—Tranquila, nada sucederá, ¿te lastimó? preguntó Marbel alejándome un poco de ella.
Negué con la cabeza.
—Viste, no podemos pensar cosas negativas, depronto no sea tan malo, hay que esperar, ¿tu crees que si en la universidad supieran en donde trabajamos seríamos tomada en cuenta para alguna actividad?, ¡No cierto!, pero trabajar en ese lugar no nos hace unas cualquiera, pero eso no lo pensaría el resto del mundo, tienes tres años trabajando en un club nocturno y eres virgen; ¿Por qué entonces, el jefe de la mafia no podría ser un príncipe azul? dijo haciéndome reír con sus ocurrencias.
—¡Marbel!!! No estamos en un cuento, estamos hablando de un asesino, reproche limpiando mis lágrimas. Voy a bañarme, dije colocándome de pies.
—Anda yo te busco la ropa, dijo levantándose caminando al clóset.
Entre al baño y un grito de ella me hizo salir nuevamente, la busque con la mirada y estaba parada al frente del clóset camine y observe lo que la hizo gritar, mi guardarropas estaba completamente renovado, con ropa nueva y de alta calidad, zapatos soñados por cualquier mujer, bolsos y joyas, "para mi pasiflora lo mejor" decía un papel a la vista.
Marbel empezó a tocar cada prenda emocionada, dijo que quería estrenar igual que yo, ¡no había rastro de mi ropa! Todo era nuevo, mi impresión no cabía en mí, en cambio Marbel parecía una niña en una tienda de regalos.
Respire profundamente, fui al baño, quite el vestido que traía puesto, mi ropa interior al igual que mi ropa fue cambiado, pero no tengo rastro de dolor, o molestia alguna asi que no fui violada, con solo pensar que fue Vicenzo, mis mejillas ardieron, luego de bañarme sali del baño y elegí un hermoso vestido de color palo de rosa, con unas sandalias doradas, unos hermosos aretes que venian con una pequeña cadena y una sencilla pero hermosa pulsera, salí a la sala y ahí se encontraba Marbel con un vestido azul rey muy hermoso de los que me habían traido.
—¿Crees que se moleste? Preguntó y ambas nos miramos.