Lidia La Heredera

no, no quiero que hagan eso, provocarán una guerra. Dijo Lidia preocupada

- es la única manera, sino, no seremos feliz. Dijo Fernanda mirando a Dagon

- no quiero que haya guerra, muchos morirían, no me gusta la muerte

- ¿entonces quieres que me case sin amor?

- no, quiero que ustedes sean felices, yo puedo sacrificarme, me casare con él

- no, como crees, antes de que el alfa de la luna oscura fuera envenenado decían muchas cosas horribles de él

- ¿cómo que?

- que es muy cruel, un sanguinario que merecía la muerte

- ¿y porqué mi abuelo te quiere unir con él?

- antes había una guerra muy grande entre nuestra manada y la de ellos, para que no hubieran más muertos, nuestros padres hicieron ese pacto y lo sellaron con sangre. Dijo Fernanda

- sí no te casas con él seguirá habiendo muertes, esos espíritus no me gustan, puedo verlos antes de que alguien muera

- mis padres ya entraron a casa, si no te vas ahora no podrás irte después, corre Lidia, corre antes de que sea tarde

- me quedaré, impediré que haya guerra, mi abuela y ustedes son lo único que tengo en esta vida

Fernanda no pudo convencer a Lidia, Sebastián Jr desconocía de lo que estaba pasando

Al salir la luz del sol, Marta le había preparado una bebida a Lidia para dormirla, Fernanda en secreto le pidió que no comiera ni bebiera nada de lo que su madre le diera

- linda, te llevare a tu casa antes de que tu abuela regrese, no queremos que tengas problemas con ella. Dijo Marta

- gracias, ¿mi abuelo y mis tíos?, ¿no se van a despedir de mí?

- no mi niña, ellos están muy cansados pero te visitaremos muy pronto

Lo que Fernanda y Sebastián no sabían, era que Marta los drogo a todos para que no despertarán por un buen rato

- bebe este poco de jugo, el día está caluroso y te ves muy fragil

Lidia sabia el contenido del jugo, y a pesar de que Fernanda le dijo que no bebiera, ella lo hizo

Al abrir los ojos, ella se encontraba en una habitación muy grande y le parecía conocida, a su lado estaba Lucian quien también dormia

Lucían abrió los ojos al escuchar y sentir su miedo

-¿Eres tú?, ¿qué hago yo aquí?. Pregunto Lidia

- tu familia te entrego a mí. Respondió Lucían colocándose encima de ella y mostrándole sus ojos dorados

- tú, tú eres el lobo de anoche

- sí, te dije que te vería pronto

- ¿me vas a comer?

Lucían la empezó a olfatear, con sus manos la tenía sometida y con su nariz iba oliendo su cuerpo

- tu aroma es muy agradable, pude sentirte a kilómetros de aquí

- ¿qué me harás?

- aún nada, primero me casare contigo

- pero eres un lobo, debes de tener a tu pareja destinada, ¿porqué querrías casarte con una elfa apestosa?

Lucían miro sus labios y después sus ojos

- tú serás mía

Lucían unió sus labios con los de ella, Lidia se dejo llevar, aunque su corazón iba a mil, algo dentro de ella lo estaba reclamando

Toc toc, tocaron a la puerta

Lucían dio un gruñido que hasta Lidia se asusto

- ¿quién es?

- alfa, abajo están los Mayer pidiendo su presencia y la de su padre, ¿qué les digo?

- atiéndelos, bajaré en un momento. ¿En qué estábamos?. Pregunto él saboreándose

Lidia no sabía nada de lo que era el amor, en su casa ellos no tenían ni siquiera televisión, vivían solo de la naturaleza, lo que Lucían le había hecho, a ella le gusto

- ¿qué fue lo que me hiciste?. Pregunto ella tocándose los labios

- ¿no sabes que es eso?, ¿en qué planeta vives?, ¿jamás has besado a otro hombre?

- no, solo vivo con mi abuela, no me relaciono con los demás

-eso se llama besos y solo yo puedo dártelo

Lucían volvió a besarla, estaba ansioso por hacerla suya, anteriormente había estado con otras lobas de su manada, pero para poder correrse se imaginaba a Lidia, desde el primer día no pudo sacarla de su mente

- no me dejas respirar, por favor baja. Dijo Lidia

- te salvas que tenemos visitas, ¿sabes a que te han traído verdad?

- sí, a casarme con el alfa de la manada de la luna oscura

- ese soy yo, ¿sabías la verdad?, ¿no te trajeron a la fuerza? Pregunto Lucían extrañado

- Fernanda me hablo del pacto, ella quería que huyera, pero decidí no hacerlo, yo me casare contigo para que no haya guerra

Lucían se la quedó viendo

- ¿porqué eres tan tonta?, bajemos, es mejor que decidas quedarte conmigo, si no lo haces haré que mi manada los destroce a todos

- lo haré, lo haré, no les hagas daño, son la única familia que tengo

-mantente a mi lado. Ordenó Lucían

En el momento en que Fernanda y Sebastián vieron a Lucian caminar, se quedaron sorprendidos

- estás curado

- sí y me encantó la mujer que me han dado

Lidia tenía miedo y se le notaba en los ojos, Sebastián Jr se levantó y le pidió a Lucian que le entregará a Lidia, que todo había sido un error de su madre

- un maravilloso error, me gusta esta mujer

Fernanda vio lo guapo y poderoso que se veía y sonaba Lucían

- ¿cómo te curaste tan rápido?, hace unos días te vi en una silla sin poder caminar

- magia. Dijo él mirando a Lidia

- yo me casaré contigo, pero por favor déjala ir, ella es inocente, no debimos sacarla de su hogar

- la quiero a ella. Dijo Lucían agarrandola de la mano

Él podía sentir su miedo, se la apretó un poquito para que se calmara

- Lucían, mi nieta no te aguantará, es muy frágil

- eso yo lo decido, si no tienen más nada que decir, pueden retirarse

- perdóname Lidia, todo esto es mi culpa

Sebastián Jr estaba enojado, le mostró sus colmillos a Lucían para amenazarlo, Lidia se paró frente él y le dijo

- yo decidí quedarme con él, no se hubieran molestado en venir, él no me hará daño, ¿verdad?

Lucían sintió un dolor, al ver sus ojos suplicantes, la jalo hacia él y la beso