Mi Final Feliz

Pueden fugarse, nosotros los ayudaremos.

- No voy a escapar con él.

- Paula no seas cobarde, lucha por tu felicidad.

- Mi felicidad no está a su lado, quieres que olvide el beso que vi que se dio con la joven, que justifique que se acostó con otra por enojo y lo olvide, tengo que recordar no molestarlo, o hacerlo enojar porque si lo hago podría encontrarlo con otra dama, si eso sucede como ya no tendré nada más que él, debo perdonar y olvidar todo lo malo que haga siempre.

- También te equivocaste te casaste con otro hombre, pero a Diego eso no le importa.

- Entonces creo que la mayoría de las señoritas de varios imperios se equivocaron al casarse con el hombre que su padre eligió, quizás podríamos hablar de eso cuando seas emperatriz y cambies las leyes, te parece…

- Paula

- Creo que ya no tenemos nada de lo que hablar en este momento.

- Está bien, me marcho, la propuesta para fugarse sigue en pie hasta el día de la boda, una vez que Diego se case todo termino.

- No te preocupes, no me convertiré en su amante si es lo que te preocupa.

- Está bien – Diana se pone de pie.

- Diana alguna vez pensaste en las consecuencias que traería la huida del príncipe Diego para los imperios… Espero vernos pronto, en una situación diferente.

Sin más que hablar Diana se va del lugar, al llegar al palacio Diego la esperaba ansioso para saber si había convencido a Paula de marcharse juntos, Diana le contó lo sucedió al saber la respuesta lo desespera.

El día del matrimonio de Diego, él todavía tenía la esperanza de que Paula apareciera, pero su ceremonia se llevó sin inconvenientes, y los Duques de Frost no asistieron a dicha celebración.

2 años después.

Paula se encontraba luchando en medio de un bosque con varios mercenarios que logra derivar con facilidad, en cambio pelear con los magos se le dificulta tratando de salvar su vida, decide dejar de enfrentarlos y huir, con dificultad logra esconderse y escabullirse hasta llegar al Ducado, donde Ana la ayuda a llegar a su habitación para que se bañe y cambie, se preguntaran cómo llego a esta situación..., 1 año después de que se casaran, Álvaro llegó junto a una mujer Vanesa Landino hija de un vizconde del Imperio, a quien tomo como concubina, ya que, ha esparcido el rumor de que Paula no puede darle hijos y necesita una mujer que pueda cumplir con ese deber, Paula no intervino de ninguna forma con respecto a su decisión y se mantuvo alejada de la concubina, paso 1 año y Vanesa no ha logrado embarazarse, en su desesperación invento que Paula la había envenenado por eso no podía concebir, como no pudieron reunir pruebas decidieron tenderle una trampa a Paula y atacarla.

Volviendo al presente, después de asearse con ayuda de Ana se vistió apropiadamente para bajar al cenar, a pesar de las heridas y dolor de su cuerpo. Álvaro y Vanesa quienes conversaban alegremente al verla llegar se sorprendieron y molestaron por su presencia.

- Álvaro: ya le he dicho que no me gusta que venga a cenar con nosotros.

- Paula: soy la Duquesa, no su concubina, lo mencionó porque parece que no lo recuerda, por qué tengo que encerrarme en una habitación..., espere ya se… tal vez volví a romper uno de los vestidos de su amada, no, eso es algo absurdo cuando mis vestidos son más caros  y de mejor calidad, además al hacerlo le haría un favor evitaría que su mujer se vista mal, quizás de nuevo tome una joya muy valiosa de su amante por despecho de que pase las noches con ella, tampoco me parece lógico porque no tengo ningún sentimiento por usted.

- Vanesa: simplemente me detestas porque es a mí a quien el Duque ama, temes que yo pueda ocupar tu lugar.

- Paula: parece que no escuchó, no tengo ningún sentimiento por el Duque, para que usted sea la Duquesa debería tener ya un heredero, no se moleste en gritar dirá que es mi culpa que no pueda embarazarse, ya que, le he dado alguna poción o la envenene, se los diré de nuevo, soy la más ansiosa porque tengan un hijo, como Duquesa es mi deber criar correctamente al heredero del Ducado, haré de él un hombre valioso, estoy pensando que en realidad usted no sirve como mujer, mi esposo necesitara otro concubina.

- Álvaro: ¡Basta! No permito que hable de esa manera.

- Paula: pero yo debo permitir que usted diga ante la sociedad que soy estéril, cuando la verdad es que nunca hemos estado juntos, le juro que no tengo problema con eso, con lo que si tengo un problema es que intenten asesinarme ya me cansaron, no se preocupen no podría lastimar a mi esposo, mientras no tenga pruebas, lo que sí puedo hacer es negarme a cumplir con mis tareas de Duquesa, se las cedo – mira a Vanesa -, pronto será la próxima Duquesa, debe saber cómo hacerlas.

- Álvaro: no diga tonterías.

- Paula: no confía en que su concubina puede hacerlo…

- Álvaro: si no cumples con tus funciones no tienes valor en esta casa.

- Paula: su concubina no ha cumplido con sus funciones y usted le sigue dando valor.

- Vanesa: yo puedo llevar el Ducado.

- Paula: muy bien, mañana le daré todos los informes.

- Vanesa: informes… ese trabajo es muy aburrido, puedo ir en nombre del Ducado a las fiestas de té.

- Paula: no se preocupe, iremos juntas a las fiestas de té. Deben disculparme, últimamente tengo mareos, y nauseas, quizás ya pronto tendremos un heredero para el Ducado – se topa el vientre.

- Álvaro: no se atreva a insinuar algo como eso de nuevo, no sería el heredero, sería un bastardo.

- Paula: no, recuerde que los príncipes herederos cambiaron algunas leyes, entre ello que, si usted tiene una concubina, yo también puedo tener un amante, como soy la Duquesa mi hijo será el heredero, ya que ustedes no han logrado concebir a pesar de que les he dado ventaja en el asunto.

- Álvaro: no ha oficializado su relación.

- Paula: solo son un par de firmas, que mis amigos me concederán en unos minutos si se los pido, puede ser que las náuseas se deban al asco que me producen, ya se me quito el hambre permiso.

- Vanesa: no puedes dejar que nos hable así.

- Álvaro: Paula no permito que nos faltes al respeto de ese modo.

- Paula: cuando su palabra tenga valor para mi, podría tener en cuenta su opinión.