NovelToon NovelToon
Desde Que Te Vi

Desde Que Te Vi

Status: Terminada
Genre:Mafia / Amor a primera vista / Completas
Popularitas:3.8k
Nilai: 5
nombre de autor: sil Deco

una mirada una obsesión o amor a primera vista? su ángel misterioso o su demonio personal? que será de la vida de Mariana y Mauricio viconti.

NovelToon tiene autorización de sil Deco para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 14 – El fuego y las sombras del pasado

[Punto de vista de Mariana]

Todo había cambiado desde esa noche.

La forma en que él la miraba.

La forma en que ella pensaba en él.

Ahora lo sabía. Había sido él. Siempre él.

El cuaderno, la beca, los silencios protectores, la figura que alguna vez creyó imaginar bajo la farola cuando volvía tarde.

No era fantasía. Era él.

Y lejos de asustarla, la idea la invadía con un calor incómodo y eléctrico.

La tensión entre ellos no solo era obvia… era palpable. Se sentía en cada cruce en el pasillo, en cada taza de café que compartían en la cocina, en cada vez que él la tocaba por accidente y ambos fingían que no pasaba nada.

Pero pasaba.

Y esa noche, fue demasiado.

Todo empezó por una tontería. Mariana se le coló en el ascensor justo cuando él salía, con una remera grande y el pelo desordenado.

—Necesito azúcar —dijo sin vergüenza—. Me olvidé de comprar. ¿Tenés?

Mauricio la miró. La remera dejaba ver parte de su hombro, y por un momento no supo si debía mirar o cerrar los ojos.

—Sí —gruñó—. Vení.

Ella entró al departamento como si fuera lo más natural del mundo.

Él fue a buscar el azúcar, pero cuando volvió la encontró husmeando entre los libros de su biblioteca.

—No sabés cuánto me tienta abrir esa caja negra que tenés con candado —bromeó.

—No lo hagas —respondió él, serio, entregándole el frasco.

Ella rió.

—¿Tenés secretos?

—Todos los hombres los tienen.

—Pero vos más.

Él la miró.

Y ella supo que lo había provocado.

Estaba por decir algo cuando una voz se oyó desde la puerta.

—¿Mauricio?

Ambos giraron. Mariana se quedó helada.

Una mujer.

Alta, rubia, con un vestido caro y los labios rojo sangre. Entró como si la casa fuera suya.

—¿No vas a saludarme? —dijo, caminando hasta Mauricio y besándole la mejilla sin pedir permiso.

Mariana sintió una punzada de algo que no quería admitir.

Celos. Descolocación. Dolor estúpido.

—Perdón, no sabía que tenías compañía —dijo la mujer, mirándola de arriba abajo con una sonrisa sarcástica—. ¿Nueva adquisición?

Mauricio apretó la mandíbula.

—Ella es Mariana. Mi vecina.

—Ah, claro —la mujer sonrió más—. La Mariana. Con que eras real.

Mariana frunció el ceño.

—¿Nos conocemos?

—No. Pero escuché mucho de vos. ¿Sabías que este hombre no dejaba que nadie le hablara de otra mujer que no fueras vos? Yo solía trabajar con él… en asuntos complicados.

Mauricio intervino.

—Basta, Sofía.

—¿Qué? ¿No querés que sepa la clase de hombre que sos?

Sofía dejó el frasco de azúcar sobre la mesa con un golpe seco.

—Solo vine a entregarte los papeles. Lo demás… no es asunto mío. Aunque te advierto —le susurró a Mariana con falsa simpatía—, a veces las sombras muerden.

Y se fue.

El silencio que quedó fue demoledor.

Mariana lo miró, confundida, dolida, enojada sin entender por qué.

—¿Quién era?

—Alguien del pasado.

—¿Una ex?

—Más o menos. No como lo estás pensando.

—¿Qué tengo que pensar entonces?

Mauricio la observó. Quería acercarse, explicarle. Pero algo en él, ese instinto suyo de lobo solitario, lo detuvo.

—No era importante.

Mariana rió sin humor.

—Claro. Entonces ¿por qué sabía de mí?

Silencio.

—¿Qué sos, Mauricio? ¿Un vecino amable, un tipo solitario con secretos, o…?

Él se acercó. Muy despacio. Como si cada paso fuera una decisión.

Cuando estuvo a centímetros de ella, bajó la voz.

—Soy el tipo que no puede dejar de pensar en vos desde que tenías 16 años. El que te cuidó en las sombras porque tenía miedo de romperte si me acercaba. El que te regaló un cuaderno porque sabía que era tu tesoro. Y sí, también soy el tipo que tiene un pasado turbio, que no siempre hizo lo correcto. Pero nunca… nunca te mentí sobre lo que sentía.

Mariana lo miró, con el corazón latiendo desbocado.

—Entonces decímelo.

—¿Qué?

—Decime lo que sentís.

Él tragó saliva. Bajó la cabeza. Luego, con voz rasposa:

—Te deseo. Como no deseé nunca nada. Y me asusta.

Ella dio un paso hacia él.

—A mí también me asusta. Pero eso no me detiene.

Se quedaron así, respirando el mismo aire. La tensión era un hilo ardiente que los unía.

Y aunque no se besaron aún… ambos sabían que algo había comenzado esa noche.

Algo irreversible.

1
Gabriela Ferrel
He leído varias historias ?!
pero de todas está me GUSTO 😍 MUCHO ....
SIN TANTO Capitulo sencilla Pero bonita ❤️ ;
solo pudo decir GRACIAS 🫂
Silvina Decortw: hola Gabriela me alegro mucho que haya disfrutado la novela gracias a ti !!!!
total 1 replies
Gabriela Ortega
me gusto mucho bella historia te felicito
Silvina Decortw: /Kiss/mucha gracias 😊
total 1 replies
Rosa Rodelo
Foto de los protagonistas
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play