Dos Villanos En Aprietos

Durante el tiempo que pasaron en el sur, Regina y James disfrutaron del café, se han propuesto reponer las hectáreas que se perdieron y comercializar el café, será difícil y que no conocen la bebida como tal, aun si esperan tener éxito, este negocio sería independiente del Baronía, una gran oportunidad para hacer nuevos negocios.

-Que demonios dices? ¿Es hija de un Márquez? Que hace una mujer de esa clase con él, acaso está loca.

-Señor ese es el informe, no hay detalles, solo dicen que ellos se enamoraron, es lógico que él pudiera casarse con ella, el marqués Adams es importante.

-No puedo creer lo que dices, entonces James la metió en su cama?

-Bueno, solo dice así, suena feo, Pero si, por eso se casaron en una pequeña ceremonia y viajaron a la Baronía.

-Sí que supo aprovechar, pobre de ella, al parecer debo rescatar a una dama, ella es muy bonita para estar en una simple Baronía.

-Se dice que era caprichosa, arrogante y presumía sobre su estatus.

-ahora no viste con ropas finas, no usa joyas y su maquillaje es poco, James no tiene el dinero para tratarla como lo que es.

Mándales una invitación para la fiesta de mi madre, el duque viene a revisar la frontera, James no podrá negarse, aquí Lady Regina verá lo que puede tener conmigo.

Así la invitación llegaba a manos de James, dudo en aceptar, pero lo hizo por qué también llegaba la carta de Arthur pidiendo que lo esperara para revisar la frontera

-Tengo que decirle a López, ja, ja, ja, sigo diciéndole así, ella... siempre será López, aquella joven que tenía unos lentes grandes y cabello desordenado.

Él sube al cuarto y toca la puerta.

-López puedo pasar?

-Si.

-Perdon, pensé que estabas durmiendo.

-No, fui con el herrero para que me construya un molino para el café

-Que bien, sabes, me llegó una carta de Arthur, viene a revisar la frontera y también a una fiesta a la que también fuimos invitados.

-Una fiesta? De quién?

-De la madre del conde.

-Ya veo, entonces nos quedaremos más tiempo.

-Si, Regina, esperaremos a Arthur en la frontera, ahí la ciudad es más grande, así podrás comprar tu vestido y otras cosas.

-Con un vestido es suficiente, supongo que habrá más nobles.

-Talvez.

-Bien, no hay problema.

Así ambos salen a la ciudad del sur donde es el paso de la frontera hay más movimiento de personas y de mercancía, ahí se hospedan en un hotel.

-James, podemos quedarnos en otro este es muy lujoso.

-Ja, ja, ja oye tampoco somos tan pobres las cosechas de frutas estuvieron muy bien, así que vamos.

-Si pero...

-Nada.

Ellos entran, son recibidos en la recepción.

-Barón Foster, bienvenido, la misma habitación.

-Hee? -Aclara la garganta más por qué Regina lo ve seriamente - Una mas grande, vengo con mi esposa, por favor.

-Bien sería una habitación grande, los llevarán enseguida.

-Gracias, vamos.

-Asi que eres cliente.

-El yo de antes.

-Por que una sola habitación?

-Aqui son diferentes.

Al entrar Regina entiende, la habitación tiene en sindos cuartos con una sala común.

-Pense que sería una sola.

-No te gusta?

-Si, Pero... Bueno así déjalo.

-Que?

Ella entra a su cuarto y descansa un poco, sin darse cuenta se duerme hasta que James le habla, él retira el cabello de su rostro.

-Lopez, vamos a cenar, quieres cenar aquí o salimos.

-Heee? Me dormí, quiero ir a dar una vuelta, podemos?

-Si.

Regina se alista para salir, ella acostumbra caminar del brazo con James, juntos pasean un rato y encuentran un restaurante bonito, cenan y van de regreso.

Al llegar Arthur también llegaba.

-Arthur pensé que llegarías mañana.

-Salí antes para avanzar en el trabajo, Camila no quiso venir, su embarazo y es de cinco meses y no quiere viajar.

-Felicidades

-Baronesa un gusto -Saluda Arthur -

-Gracias, lo felicito por su bebé.

-Gracias, ahora serán tres, y cenaron?

-Ya justo venimos de cenar.

-bueno entonces descansen.

James le da un codazo a Regina pues no deja de ver a Arthur.

-Puedes disimular como lo vez...

-Heee? Espera...

James solo sube a la habitación corriendo, solo sintió celos de como Regina veia a Arthur, Regina también sube y entra de tras de él.

-No es eso, además está casado.

-No es necesaria ninguna explicación.

-Son sus ojos, debes aceptar que en nuestro mundo no hay esa clase de ojos, sus ojos rojos son impresionantes, es solo eso.

-Bien, no debí reaccionar así, discúlpame.

James estaba por entrar a su cuarto, pero Regina lo detiene tomándole la mano.

-Espera... James, solo espera.

-Si?

Ella toma su rostro con sus manos y se para de puntitas, le da un tierno beso, por un momento James no supo cómo reaccionar.

-Regina...

Ella le sonríe, el solo la mira sabe que si continúa muy difícilmente se podrá detener.

-James tu me gustas, yo quiero que esté matrimonio sea de verdad, Pero si tú no estás de acuerdo no hay problema.

Regina tenía su mano en su mejilla, ella la retira y se separa un poco, el toma su mano y con la otra la toma de la cintura.

-Tu también me gustas, siempre me has gustado, solo quería esperar a que tú me aceptaras, yo seré el más feliz del mundo.

James vuelve a besarla mientras ella poco a poco descubre su camisa.

Él la carga y la lleva a su habitación, lentamente la pone en la cama y la ropa poco a poco termina en el piso.

-Regina... Eres hermosa, estás segura?

-Si, yo lo deseó, puedes hacerlo.

Él toca y besa cada parte de su cuerpo, para esos cuerpos no es la primera vez, para sus conciencias tampoco, pues ambos tenían una vida pasada, solo se dejan llevar por la pasión, la noche es larga para ambos, ninguno de los dos se arrepiente de nada, ambos están seguros de sus sentimientos.

Regina despierta en la noche, solo mira a James dormir, ella acomoda su cabello y acaricia con sus dedos su rostro.

-Uff, de saber que eres tan apasionado, lo hubiera hecho antes, me gustas antes y ahora, si dios nos dio una oportunidad, estaré contigo siempre.

Ella vuelve a acomodarse y James la abraza, ambos duermen lo que resta de la noche.