SEGUNDA OPORTUNIDAD

ÁLVARO GRUBSTEIN

— Anne te he aguantado lo suficiente. Ya detente, se perfectamente que eres tú quien le insiste a tu papá para que convenza al mío. Sabes que no te quiero de la forma que tú quieres. Nos hemos criado juntos y te veo como mi amiga.

— Es por esa chica, muerta de hambre que no tiene ni donde caer muerta. Es una arribista. Lo sabes bien.

— Es suficiente.

Dejé a Anne sola en la azotea.

Antes de ir a mi salón, pasé viendo por el salón de Ari. No quiero exponer a Ari ante mi familia. Hoy cometí un error. No debí ir a buscarla delante de todos, pero si no lo hago ella me evita. Aunque ahora ella no querrá verme para nada.

Me sentía intranquilo. Fui a descargar esa ansiedad e intranquilidad jugando fútbol, que era lo único que Anne no podía arruinar.

Terminando las clases, tomé mi vehículo y me detuve a seis cuadras del colegio, sabía que Ari pasaba por ahí cuando iba a su casa. No dilató en pasar, iba con sus auriculares y con su cel en la mano. Bajé de inmediato y le tomé la mano.

—Entra rápido al auto — Ella se asustó y me dio un golpe en la cara.

—No me molestes. Déjame en paz. No quiero que te acerques.

La metí a cómo pude al auto y arranqué hacia un lugar un poco más lejos de la escuela. Ella no resistió Pero no me miró un poquito. En cuanto detuve el auto ella salió corriendo y yo detrás de ella.

— Escúchame. Ese compromiso que dice Anne aún no es nada oficial. Ella no me gusta. Quien me gusta eres tú.

— Ahora entiendo por qué lo nuestro era un secreto. Tenías en el mismo salón a tu prometida y a la segunda. Dejemos esto aquí, no nos compliquemos.

— Es la primera vez que alguien me gusta mucho. Solo te pido que tengas un poco de paciencia, para mientras resuelvo esto. Es por eso que pedía discreción. Mi familia es algo complicada.

— Por lo mismo. Es mejor la distancia.

— No voy a forzarte a nada, Pero quiero que me esperes a que resuelva. Seamos novios.

— ¿Novios? — sostuve la mirada unos segundos y sin pedir permiso le di un beso.

ARI BLANCO

Después de ese beso, experimenté dudas, confusión. Solo soy una chica de 16 años viviendo un desastroso primer amor. Sin saber que hacer.

— Te pido tiempo.

 Él me abrazó. Cerré mis ojos y pude escuchar las palpitaciones de su corazón. De cierta forma creí en sus palabras. Le respondí a ese abrazo. Éramos dos jóvenes abrazados queriendo ser felices.

— Entonces somos novios de nuevo. ¿Si?

— Y Anne.

— No te preocupes por ella. No le pongas mente. Trataré de resolver esta situación. Te lo prometo.

No sé si estaré cometiendo un error, pero quiero seguir mis emociones, a mi corazón.

— Demos un paseo. Sube por favor— entré al auto sin replicar, él también entró.

Puso su mano sobre mi mejilla y con mucha suavidad me atrajo a sus labios. Nos besamos.