Ryan es adoptado por los condes Eleazar, el sabe que es un hijo de reemplazo y cuando encuentran al legitimo hijo el trato cambia a ser hostil, así que decide escapar pars no quedarse atrapado en algo feo.
Termina en aventuras hasta que encuentra a su verdadero padre.
Su padre, el duque de Sak jamás supo de su existencia hasta que se conocieron y descubren secretos de su nacimiento.
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Salida
Eli siguió explicando.
"Era un niño como de mi estatura tan blanco como un fantasma o como la nieve".
"Me recordó a alguien que he visto pero no recuerdo quién era".
Eli dijo excusándose y sentándose donde sus dos hermanos de la misma edad estaban acaparado los pescados cortados y sin espinas.
"Yo no vi nada".
Dijo su segundo hermano, su primer hermano tenía una mueca extraña.
"Si había alguien pero era débil, pensé que era un mono o algo así".
Su padre respondió mientras miraba que todos estuvieran comiendo pescado asado.
"Si Eli hubiera estado en peligro hubieras sido el primero en correr".
Dijo su esposa mientras soplaba a su pescado con una sonrisa.
"Es cierto".
Respondió su esposo acercándose a su esposa con una sonrisa.
"Por fin unas buenas vacaciones".
"Ocho años trabajando, era necesario un descanso o terminaría aventandole los papeles al duque Manik".
"Además es una salida antes de que los gemelos entren a la academia".
Asintiendo los dos estuvieron satisfechos por salir con su familia al menos por las pocas veces que podían.
"Padre, ese vagabundo dijo que estabas loco por enseñarle a tu hija de ocho años a pelear".
Eli dijo mientras tomaba jugo y su padre se quedó sin palabras.
"Aunque también tenía una espada en su espalda, pero estaba mal colocada que le hubiera ganado diez veces antes que la sacara".
Ahora que lo pensaba ese niño ni siquiera supo cómo sacar su espada.
¿Cómo le dijo que tuviera cuidado si el no lo tenía?.
¿O era porque era una niña?.
Molesta siguió comiendo su pescado en silencio.
Llegando al pueblo donde se encontraba el puerto pesquero vi a gente del condado.
La familia estaba disfrutando de unas buenas vacaciones.
........
Uno de los hombres del condado Eleazar apareció frente al conde para dar su información.
"Hemos buscado en la zona del condado, pero detuvimos la búsqueda".
Dijo el hombre que pensó como decir.
"Sospechamos que son personas de alto rango, hay caballeros imperiales fuera del bosque".
El conde se quedó sorprendido.
"¿Caballeros imperiales?".
"¿La familia imperial?".
Se quedó pensando en su silla y negó con la cabeza.
"No, no podemos llamar la atención".
"Apenas estamos estableciendo el poder del condado en el estado de Vicen, si fallamos ahora será todo un desastre".
"Dejemos a qué se vayan y sigan con la búsqueda".
El hombre asintió estando de acuerdo.
No podía hacer un escándalo, tenía que ser cuidadoso.
"Lo que me preocupa son las visitas de los orfanatos para garantizar la vida de los huérfanos".
Es por eso que le preocupaba.
Los emperadores pusieron leyes para los orfanatos.
Lo que buscaban era garantizar la salud de los niños con las familias adoptivas y también para proteger a los niños por posibles mercantes de esclavos que son ilegales.
Cada jefe de estado era el que tenía que mostrar reportes.
El marquesado Vicen es un estado que está cercano a la corona.
Si pasa algo ellos buscarán solucionarlo y terminaría mal.
"Si hubiera sabido que esto pasaría jamás hubiera adoptado a ese mocoso".
El conde estaba más que molesto, es por eso que tenía que buscar al niño de arriba a bajo.
Aún tenía tiempo para la visita del orfanato.
Con un suspiro pesado solo quedó pensando que hacer.
............
Después de dos días llegué a un lugar que pude decir seguro.
Me senté acostándome en el suelo mientras miraba la bolsa dimensional que la niña me había dado.
"Realmente su familia es importante".
Había dinero, carne seca a montones, agua, pociones que no se de que son.
Incluso mudas de ropa.
Venía equipado para sobrevivir durante años sin preocuparse del dinero.
Al verlo me sentí mal al ver la cantidad de dinero era más de lo que esperaba.
"Gracias".
Eso pude decir a la nada mientras miraba la bolsa dimensional.
Tenía que proteger la suerte que llegó del cielo.
Guardaba la bolsa donde nadie la vería.
Cuando llegue a la costa marítima los barcos se veían impresionantes.
"Si, vale la pena haberme a ido".
Dije mientras veía la zona.
Habia gente con espadas y baculos mágicos.
No pude evitar sentirme mal al ver los baculos, tal vez esperaba tener magia.
"¿Cómo uso el aura?".
Murmure mientras compraba provisiones y me dirigía a subir al barco.
"¡Hay una parada para ir a la capital!".
"Recuerden que nuestro destino real es el ducado Sak".
Con una moneda de oro me acerque al tipo que se sorprendió al ver qué solo era un niño y me dejó subir como si nada.
Si me buscaba el conde considere que era un modo de soborno para que no dijera nada.
El sujeto solo asintió y me invitó a subir a la embarcación.
Me quedé pensando en el ducado Sak.
El ducado que está del otro lado del continente.
Me sentía como si quisiera ir y comerme el mundo.
Alguien que era totalmente libre.
Me quedé pensando en lo que había vivido anteriormente.
Si Ismael jamás hubiera aparecido, ¿Cómo hubiera sido mi vida?.
Si los condes no hubieran cambiado, era posible que ellos se hubieran deshecho de mi de todas formas y eso es por no soy un mago.
Solo soy un tipo casi normal.
Me quedé viendo al mar.
La gente que viajaba aún seguía subiendo y platicando.
Yo solo me quedé en un rincón.
Durante los próximos días llegaría a la capital.
El mar parecía ser igual a como lo conocía en mi mundo.
Bueno creo que es más azul que el que conocía.
Después de un rato el barco empezo a avanzar.
"Bien, señores pasajeros espero que disfruten su viaje y bienvenidos a bordo".
El capitán del barco anuncio con una sonrisa en su rostro.
Pero su mirada era seria.
La gente seguía platicando mientras los tripulantes hacían todo lo que se necesitaba para que el barco funcionará a su máxima capacidad.
"En tres días llegaremos a la zona para ir a la nueva capital".
Esas fueron las palabras de vicecapitán encargado de que nada malo pasará.