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Guardian Deluxe

Guardian Deluxe

Status: En proceso
Genre:Romance / Aventura / Intrigante / Madre por contrato / Venganza de la protagonista / Supersistema
Popularitas:261
Nilai: 5
nombre de autor: John Ander Giraldo

En un mundo dominado por entidades poderosas, los humanos se han refugiado en colonias protegidas por los Guardianes Deluxe, seres dedicados a defender el imperio y luchar contra la vil tiranía. En una colonia particular, la princesa Meily busca expandir su reinado y mejorar sus tierras, luchando personalmente en el campo de batalla. Su ansiedad se disipa momentáneamente cuando un día encuentra a dos Guardianes Deluxe que cambiarán su vida para siempre.

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Limites

Una calamidad es un evento catastrófico que causa una gran destrucción, sufrimiento y pérdidas significativas, un evento repentino y devastador que puede causar varios daños extensos y significativos, afectando a personas, propiedades, infraestructuras y el medio ambiente, es recomendable tener cuidado ante la presencia de una calamidad

En esta peculiar noche, la luna llena se alzaba en lo alto del cielo. Meily y Aka quisieron salir, pero lo dejaron para otro día porque Meily necesitaba plantearse ideas de Monarca sustituta a futuro. Aka, deprimido, decidió salir a pasear con su hermano. Markel notó a Aka más callado de lo usual, así que decidió preguntarle qué le sucedía.

—Mmm, oye hermano, sé que sonará extraño, pero ¿no has sentido una atracción por alguien? —le preguntó Aka mientras caminaban.

—Pues no, realmente apenas hemos conocido mujeres y, la verdad, ahora mismo no estoy interesado en esas cosas —le respondió Markel de manera directa.

—Mmmm... claro —dijo Aka mientras miraba al suelo.

—¿Te sientes atraído por alguien? —preguntó Markel.

—Puede ser, es decir, sentí algo más, no sé si tiene nombre. Creo que Vanessa lo dijo una vez, pero no me acuerdo. No estoy seguro de estos sentimientos, como cuando ves a alguien seguido y de la nada sientes algo más grande, de querer estar con ella, de no parar de oír su voz y de ver esa sonrisa tan... irresistible.

—Aka... yo no sé qué decir, nunca lo he sentido ni visto, pero si en verdad sientes todo eso, deberías decírselo, ¿no? —respondió Markel, intentando darle una solución a sus dudas.

Cerca de la entrada de la capital del Cuervo, una chica caminaba sola hacia su casa con una bolsa llena de alimentos. Mientras observaba su camino, chocó accidentalmente con una persona alta y dejó caer la bolsa.

—Oye, fíjate por dónde... —Las palabras de la chica fueron interrumpidas al notar a la persona agachada recogiendo los alimentos que se habían caído.

—Mis disculpas, jovencita —dijo el hombre. La chica dio un paso atrás al ver lo grande que era el señor que le recogió los víveres. El hombre medía al menos dos metros de alto, llevaba un traje elegante rojizo, una camisa larga que llegaba hasta sus rodillas y zapatos finos. Lo que más le llamó la atención a la chica fue su gran sombrero, que cubría su vista y parecía hacer que mirara al suelo, ocultando más su rostro.

—Jovencita, la noche de hoy es más oscura de lo usual. Te recomiendo entrar a tu hogar —dijo el señor mientras se alejaba y se adentraba más en la capital, dejando paralizada a la chica, quien solo corrió despavorida hacia su casa.

—Ya hermano, dime quién es. De pronto te puedo echar una mano con esa mujer —dijo Markel a Aka, intentando ayudar.

—No, no, es vergonzoso, además de que no creo que estés de acuerdo con esto —respondió Aka.

—Bueno, bueno... si te puedo ayudar en algo, me dices. No es muy común verte tan serio con algo —dijo Markel.

—¿Dices que no me tomo las cosas en serio? ¡Qué va! —dijo Aka, indignado, tras esa afirmación.

En ese momento, el mismo señor pasó a su lado, dejando a los dos paralizados. Voltearon lentamente para observarlo.

—Quédense quietos, quisiera terminar con esto rápido —les dijo el hombre. Aka y Markel se miraron y ambos blandieron sus armas: Aka con su espada y Markel con una nueva guadaña.

—En ese caso, déjate eliminar de inmediato, Paladín —dijo Aka al hombre.

—¿Paladín? Ja, ja... no, chico, no soy un Paladín —dijo el hombre, dándose la vuelta lentamente sin mostrar su rostro. Aka y Markel se lanzaron al ataque. El hombre solo esquivaba los ataques combinados de Aka y Markel, sin contraatacar. Markel activó su habilidad de alma "Cortes divinos", lanzando un corte que se quedó estático en el aire. A la vez, lanzó más y más cortes, acumulándolos para golpear al hombre. Pero este, sin problema, los esquivó velozmente. Aka avisó por el comunicador a Meily mientras ambos se reagrupaban.

—Este tipo es extraño, pero aun así podemos con él. Vamos, Markel —exclamó Aka antes de que ambos se lanzaran de nuevo al ataque.

Meily se encontraba en su habitación, haciendo cuentas y planeando nuevas jugadas para el futuro, cuando recibió la alerta de Aka. Le pareció extraño, ya que se suponía que los Guardianes Deluxe de la capital del Cuervo estaban defendiendo. De todas formas, fue a asomarse al balcón para observar qué pasaba en los alrededores, pero sus pasos cesaron. Su pecho comenzó a latir deprisa y un fuerte sentido de pánico la invadió. Frente a ella se encontraba el hombre elegante con su gran sombrero, esperándola en el balcón.

—Saludos, princesa. Es un placer conocerla —dijo el hombre.

—T-tu... ¿cómo llegaste aquí? ¿Quién eres? —preguntó Meily, aterrada. El susto que tenía en ese momento era muy grande.

—Mis disculpas, princesa, no me he presentado adecuadamente. Mi nombre es Ronan y ante ti tienes a una calamidad —se presentó Ronan, revelando su identidad y dejando a Meily estupefacta y temblando.

—¿D-dónde están mis Guardianes Deluxe? —preguntó Meily después de procesar la situación.

—Oh, esos dos Guardianes Deluxe peculiares eran tuyos. No los he matado todavía. Anda, asómate, pueden verse desde aquí —dijo Ronan, haciéndose a un lado e invitándola a mirar. Ella se asomó y no lo podía creer. Sobre el suelo, Aka y Markel levitaban inmóviles, rodeados de púas afiladas apuntando a sus cuellos, hechas del mismo material del suelo donde se encontraban. Parecían estar sujetos por el cuello, pero paralizados.

—Ellos están... —intentó decir Meily, sorprendida por lo que veía, pero Ronan terminó su frase.

—¿Muertos? Todavía no, princesa. Por favor, no se resista y acompáñeme. No espere ayuda externa porque he creado una barrera que separó a los Guardianes Deluxe que se encontraban cerca de los bordes, dejándolos afuera. Hubiera podido matarlos, pero tengo algo de prisa, así que vámonos de inmediato —dijo Ronan. En ese momento, entró el príncipe Carlos, quien buscaba a Joan, pero se encontró con Meily y la calamidad, cayendo involuntariamente de rodillas por el terror que le invadió.

—Así que hay dos príncipes aquí, ¿eh? Vaya suerte la mía —dijo Ronan de manera burlesca.

—¿Joan? ¿Alguien? ¿Dónde están los demás? —preguntó histérico el príncipe Carlos.

—No hay nadie que pueda salvarlos. Será mejor que se resignen porque a partir de ahora sus vidas han terminado —dijo Ronan, pero sintió tres presencias.

—Oh vaya, qué descuido mío. Siendo dos príncipes, debo asumir que hay bastantes Guardianes Deluxe... qué dolor de cabeza —dijo Ronan mientras sacudía su cabeza de un lado a otro en negación.

En ese momento, Ane estaba escondida viendo todo lo que pasaba, hasta que decidió lanzarse al ataque, separando a Ronan de Meily.

—¿Princesa, se encuentra bien? —preguntó Ane.

—Sí, Ane, ten cuidado, es una Calamidad.

—¿Qué dijo? Esto es malo. ¿O sea que no podemos ganarle?

—No lo sé... —Meily y Ane estaban nerviosas. Nunca nadie ha visto a una Calamidad y ha vuelto para contarlo, salvo el prodigioso Toffie, pero es porque es superior —mencionó Ane.

Ronan tocó el suelo con su dedo y apuntó con fuerza a Ane. Al mismo tiempo, el suelo donde tocó se extendió y se afiló, estirándose hasta donde se encontraba Ane a toda velocidad. Ella lo esquivó por poco. Joan llegó y se llevó a Carlos a otra habitación deprisa. Alex también se encontraba viendo de lejos y, al ver que la calamidad mencionó que Aka y Markel se encontraban afuera, intuyó que estaban en el suelo en dirección recta al balcón. Preparó un balón de fuego que parecía ir hacia Meily.

—¡Princesa, a un lado! —gritó Alex. Ane cargó a Meily y saltó a otro lado, esquivando el ataque. El balón de fuego se dirigió directo a donde se encontraban Aka y Markel, iluminando todo el lugar. La fuerza misteriosa que los sujetaba los soltó, provocando que cayeran a las púas, pero la bola de fuego las destruyó, salvándolos en el acto. Aka y Markel se recuperaron y se dirigieron directos al Palacio. Meily se puso en guardia con su traje de combate y armas. Aka y Markel llegaron por el balcón destruido.

—Bien... Round 2, miserable —le dice Aka. Todos los Guardian Deluxe de la capital de Fénix rodeaban a Ronan y a ellos se les sumó Joan, que llegó también para apoyar. Pero lo que parecían ser unas caras confiadas en ellos pronto cambió a una de temor al notar algo encima de la cabeza de la calamidad. La sombra de Ronan de la nada comienza a moverse a voluntad, haciéndose más grande.

—¿Ustedes realmente piensan que pueden plantarle cara a una calamidad? —mencionaba Ronan, ligeramente sorprendido. Su sombra termina de moverse—. Shadow, manifiéstate.

En eso, una silueta oscura y enorme posaba encima de Ronan, un monstruo con pupilas grises y marcas moradas. Esa cosa movía su cabeza analizando a todos los presentes.

—¿Eso es un Shadow? —pensó Joan, atemorizado—. Estamos acabados...

En un movimiento veloz, Ronan posiciona sus manos en el suelo y las extiende, lanzando diez púas a todos lados, provocando que se alarmen todos y se separen. Al mismo tiempo, el lugar se distorsiona por las púas. Ronan aparece al lado de Meily, pero Aka se posiciona detrás y ataca con su espada. En eso, Ronan lo nota y con una patada giratoria lo patea muy fuerte, alejándolo a la vez que esquiva un balón de fuego de Alex. Ane es la primera en plantarle cara, pero Ronan esquiva sus ataques.

—La proporción de tu cuerpo no es igual a tu fuerza física, ¿cierto? —le menciona Ronan, poniendo nerviosa a Ane.

Joan se lanza al ataque con un hacha, pero el hacha es sostenida por la mano del Shadow.

—Tú no estorbes, gusano —responde el Shadow con una voz de ultratumba que resonó en su cabeza. En eso, el Shadow lanza a Joan contra el suelo, pero él se recupera al instante y esquiva un ataque. Markel lanza cortes divinos hacia Ronan y este los esquiva sin mayor problema, alejándose. Aka, Markel, Alex y Joan se dirigen hacia Ronan al mismo tiempo pensando que podrían acorralarlo. La situación se pone más tensa al Markel darse cuenta de que Ronan sonríe inesperadamente frente a todos. Ronan balancea su cabeza hacia atrás, provocando que su sombrero se eleve y revela su rostro. Con una piel visiblemente gris, muestra dos ojos escalofriantes que tenían colores violeta, morado, verde y negro con manchas incrustadas, provocando que todos los que lo vieran retrocedieran del pánico y horror que estos ojos provocaban, penetrando en su conciencia. Los ojos de todos los que lo vieron se formaron de la misma manera, haciéndolos caer de rodillas por el shock repentino.

—¿Eso duele, no es así? Todo aquel que mire mis ojos tendrá un impacto de horror en mí. Mientras más temor sientan por mí, mayor será el impacto. ¿No es curioso? —exclama Ronan, regocijándose de la situación—. En fin, acabemos con esto —menciona Ronan tocando la pared y lanzando púas hacia ellos. Ane logra recomponerse y se pone en frente de las púas para destruirlas, pero el Shadow toma las púas antes de chocar con Ane y las redirecciona hacia Aka, Markel, Alex y Joan. Ane solo tiene tiempo de salvar a Aka y Markel, pero Meily aparta a Alex y Joan justo antes de ser atravesados. Ella no había visto los ojos de Ronan, salvándose. No obstante, Ronan lanza múltiples púas curvadas, logrando herir a Meily en la pierna y a Alex en el brazo. Markel reacciona y ataca a Ronan, pero el Shadow aparece encima de él y lo estrella contra el suelo. Markel usa su guadaña para cortarlo, logrando hacerle daño y que lo suelte. Rápidamente, Markel posiciona sus manos en el suelo para levantarse, pero antes de que pueda hacer algo, Ronan lo patea fuertemente en la cara, dejándolo de pie por la tremenda fuerza. Pero este, sin titubear, con su guadaña lanza un corte divino que es fácilmente esquivado por Ronan. Este se acerca para atacarlo, pero Markel a duras penas esquiva su ofensiva. En un movimiento inesperado, Ronan lo atrapa con sus brazos, dándole un fuerte abrazo por detrás y provocándole mucho dolor. Ane se dirige hacia él para darle un golpe en la cara, Ronan lo previene y la mira con sus ojos, provocándole un shock de terror absoluto. El Shadow lanza a Markel contra Ane y Ronan prepara unas púas afiladas para atravesarlos, pero estas son cortadas por el hacha de Joan, salvándoles la vida.

—Esto es una locura, no lo hemos hecho ni sudar siquiera un poco —pensaba Joan, alterado. A gran velocidad, Ronan desaparece y aparece al lado de Joan. Pareciera que se ha teletransportado, pero en realidad se movió a una velocidad tan inhumana que no fue percibida por Joan. Antes de que pudiera pensar a dónde se ha ido, Ronan lo toma con mucha fuerza de la cabeza y lo estrella contra el suelo. A continuación, Ronan eleva su pie y pisa la espalda de Joan tan fuerte que atraviesa el suelo, cayendo al primer piso.

Aka salta encima de Ronan para atacarlo, pero en un abrir y cerrar de ojos, Ronan se mueve velozmente apareciendo encima de él, pateándolo desde arriba hacia abajo. Aka recibe el impacto, pero Markel se desliza a donde iba a caer Aka y usa sus pies como punto de apoyo para que Aka se impulse y Markel lo empuje de vuelta hacia Ronan, logrando que Aka le conecte un rodillazo a la cara, o eso creyó, pero no. Ronan lo bloquea con sus dos manos, sorprendiendo tanto a Aka como al mismo Ronan. La sombra golpea fuertemente a Aka, cayendo encima de Markel.

—¡Ustedes son realmente patéticos! —les gritó el Shadow, que se dispuso a atacar a Aka y Markel, pero Alex ataca al Shadow con un balón de fuego, provocando que la sombra se escondiera por unos segundos. Al presenciar tal acontecimiento, entendieron que los Shadow son sombras y, por lo tanto, ellos necesitan fortalecerse para aparecer. Descubren la clave para poder hacerle frente.

—Chicos, si logramos espantar al Shadow por un momento, podremos aprovechar esos segundos y enfocarnos en la calamidad —les menciona Aka.

—Así es, no se den por vencidos, sí se puede —exclama Meily, quien volvió con sus dagas y su traje de combate, dándole motivación al resto de los Guardian Deluxe.

—¿La princesa va a luchar también? Qué personas tan particulares... —pensaba Ronan, analizando la situación—. Para este punto ya deberían haberse rendido, pero aún tienen esperanzas, pese a que solo me han podido tocar una vez. Esto será divertido.

Una X naranja es arrojada directo a Ronan, dirigida por Alex. También señala a Aka, Markel, Meily y Ane, pero en vez de una X es una O.

—Un dedo mío puede desprender una señal de fuego. Si es una O, entonces el balón de fuego rebotará en lo que haya señalado con ese signo y, si es una X, explotará. ¿Entendido? —les menciona Alex.

—Interesante, así funciona su habilidad de alma, ¿eh? Eso quiere decir que nada más puede usar diez señales por cada dedo, igual que yo con mis púas para señalar. Si uso toda mi mano en una sola púa, esta se vuelve enorme, pero si uso solo mis dedos, serán pequeñas. Quería terminar con esto rápido, pero me está matando la curiosidad —menciona Ronan, dejando a todos muy irritados. En eso, Alex lanza su balón de fuego directo a Ronan, pero este lo esquiva. Antes de que chocara contra la pared, Alex dispara con el dedo de su otra mano al balón, haciéndolo rebotar y crecer. En eso, Ane junta sus dos manos en un solo puño para pegarle al balón con más fuerza, dirigiéndolo a Ronan, quien lo esquiva con una agilidad sobrehumana, sorprendiendo a todos. Ronan golpea directamente en la barriga a Ane, haciéndola escupir sangre. Alex, viendo que Ane estaba en fuego cruzado, no puede disparar y deja que el balón de fuego explote.

Aka, Markel y Meily corren hacia Ronan para entre los tres tratar de vencerlo, pero este, a gran velocidad, patea a Meily. Aka y Markel se disponen a atacarlo en conjunto, pero Ronan los esquiva a ambos sin problema pese a los ataques espontáneos y sorpresivos de Aka y Markel, parecía seguirles el ritmo. Ane, recuperándose, aprovecha una abertura para lanzarse desde arriba para golpearlo, pero el Shadow se interpone en su camino. Alex lo vio venir, por lo que dispara un balón de fuego directo al Shadow, haciéndolo desaparecer. Ronan se distrae observando a Ane, momento que aprovechan Aka y Markel para sostener a Ronan por los brazos y así Ane consigue impactar un golpe directo en Ronan. Pero, para cuando Ane se da cuenta, había golpeado la espalda de Aka. Ronan, con su propia fuerza, elevó velozmente a Aka encima suyo sin soltarlo, provocando que Ane lo golpeara con tanta fuerza que el piso se rompe de la presión, cayendo todos hasta el primer piso.

—¡¡Maldición!! Aka, lo siento mucho —gritó Ane, quien es atrapada desde sus pies por el Shadow y la lanza lejos, estrellándose contra una pared.

Markel, aún sosteniendo el brazo de Ronan, lo usó de apoyo para darle una patada, pero Ronan, con la otra mano que sostenía a Aka, lo suelta y se cubre de la patada con su mano libre. Joan se lanza a atacar con el hacha, pero Ronan lo observa con sus ojos, dejándolo paralizado por el inmenso terror provocado por su habilidad. Joan, ante tal acción, solamente se arrodilla con pánico.

—Yo... me rindo —el pobre Joan estaba destrozado mentalmente. No importaba cuánto lo atacaran, no podían asestar ni un solo golpe, y peor aún, Ronan no parecía estar ni siquiera esforzándose. Más bien, lo único que estaba haciendo era jugar con ellos, como si un feroz gato golpeara sin usar las garras a un ratón. Estaba claro quiénes eran la presa y quién era el depredador.

Ronan lanza a Markel lejos, pero este hace un giro en el aire, frenando y aterrizando en buena posición.

—¿Hermano, estás bien? —pregunta Markel, pero Aka yacía inconsciente en el suelo. Ronan saca un extraño frasco con un humo negro y lo deja caer sobre Aka.

—Esto debería acabar con su vida —dice maliciosamente, luego voltea a ver a Markel—. ¿Chico, todavía quieres continuar? Qué impresionante tenacidad, solamente he conseguido que este de aquí se rinda y que este otro agonice y muera, pero ustedes tres siguen de pie. Admirable —exclama Ronan, quien camina lentamente hacia Markel, pero una voz detiene sus pasos.

—Todavía no —una voz destrozada se escucha detrás de Ronan, era Aka, quien se trataba de levantar—. Aún no me doy por vencido.

—¿Qué haces? ¡Ríndete, ya perdimos! No servirá de nada continuar —gritaba Joan.

—Será mejor que escuches a tu compañero. Si quisiera matarlos de una vez, lo hubiera hecho. No eres valiente por enfrentarte a mí, solamente eres un estúpido que no conoce sus límites —menciona Ronan, mientras se disponía a ver a Aka con sus ojos.

—¡Cállate! ¿Quiénes son ustedes para decidir cuándo debo y cuándo no rendirme? Si nadie ha podido matar a una calamidad, entonces yo seré el primero en acabar con una —decía Aka mientras se lanzaba al ataque contra Ronan. Este solo suspira y, mientras esquiva sus ataques, le pregunta:

—¿Cuál es tu objetivo? —pregunta Ronan mientras esquiva los ataques de Aka. Este se posiciona frente a él para responderle.

—Esta vida apesta. Resulta que debo ser una mascota obediente de la realeza y defender algo para lo que no sé qué es valioso y qué pasará si fracaso. No sé si eres bueno o malo, no puedo juzgarte, pero para vivir en paz y darle un futuro a los humanos, voy a derrotar a la emperatriz y me aseguraré de que los Guardian Deluxe no tengan que seguir siendo simples piezas reemplazables —la voz de Aka resonaba en todo el lugar, dejando sin palabras a Joan y a los demás.

—Eres un Guardián Deluxe muy peculiar, ¿cuál es tu nombre? —preguntó Ronan.

—Me llamo Aka —le respondió Aka con gran actitud.

—Bueno, Aka, realmente pareces querer cumplir tu meta imposible, pero da igual. Es la misma basura. Tu sueño es muy infantil y aburrido —un ataque de púas de Ronan se dirige al rostro de Aka, quien es rasguñado pese a haberlo esquivado.

—¡Ahgg! ¿Por qué nos destruyen la vida? ¿Qué quieren de nosotros y de las princesas? —pregunta Markel, quien también se unió a la pelea.

—No tienen ni idea de lo desgarrador que es esta miserable vida y realmente no tienen idea ni de sus propias raíces. Una guerra de miles de años no se detendrá por la determinación de unos mocosos como ustedes —menciona Ronan. En eso, Shadow agarra del cuello a Aka y Markel y los estrella contra el suelo, quedando a unos pasos frente a Ronan.

—Todo ha acabado... —pensaba Joan mientras aún observaba. Alex aún seguía de pie y estaba cargando un poderoso balón de fuego a la vez que señala seis puntos en el lugar donde se encuentran, lo que nota Ronan. Él toca el suelo y le arroja una púa enorme, pero Ane la destruye. Estaba cansada, pero aún no se daba por vencida. Alex lanza el ataque hacia Ronan, quien, en un movimiento veloz, golpea a Aka y Markel, mandándolos lejos, a la vez que él esquiva el ataque. Pero la pared donde Alex disparó tenía una marca de O en llamas, causando que rebote hacia Markel. Este, al observarlo, lo lanza directo a otro muro con el símbolo, haciendo que este crezca más.

—Ya veo lo que quieren hacer... —exclama Ronan en voz baja. Se dispuso a atacar a Alex, pero Ane se interpone en su camino, abrazándolo fuertemente. El balón rebota en la pared y se dirige a Alex, quien también señala a Joan. Alex logra que el balón rebote en todos los lugares donde él había marcado, haciendo que el balón se haga enorme.

Ronan mira a los ojos a Ane, dejándola en shock, lo que aprovecha para atravesarle el vientre con una púa en el suelo que él tocó cuando Ane lo soltó.

—¡Aneeee! —gritó Alex. En eso, Ronan se aparece frente a Alex, dándole una fuerte patada de frente que lo deja fuera de combate.

—Ya solo quedan dos —dijo Ronan, pero nota que Markel patea la pelota hacia arriba, justo en el cráter de donde cayeron. Ronan se desplaza hacia Markel, pero este salta, esquivando su ataque. En eso, Ronan observa que desde arriba, Meily salta para patear el balón, haciéndolo aún más enorme de lo que ya era, siendo este del mismo tamaño que el mismo Ronan. Este último no desaprovecha y toca el suelo con ambas manos para lanzar dos púas enormes que pudieran explotar el balón, pero este ya había bajado. Las púas se dirigieron a Meily, quien es salvada por Markel, siendo rasgado fuertemente por las dos púas que recibió en su espalda. Abrazando a Meily y evitando que sufriera daño, ambos cayeron dando giros en el aire.

—¿Markel, estás bien? ¡¡Markeeeel!! —gritaba Meily.

En eso, el balón iba a caer justo en manos de Ronan para ser destruido.

—¿Qué sentido tiene seguir luchando? Él nos va a matar a todos, es el fin —pensaba Joan, hasta que vio el balón de fuego, quedando deslumbrado ante él, pero también vio cómo Ronan lo iba a destruir. Las palabras de Aka y de su sueño por liberar a todos resonaron en su cabeza. Puede que sea una locura, pero si existe una manera de acabar con toda la guerra de miles de años, entonces él no se quedará de brazos cruzados. En eso, Joan se levanta y corre hacia el balón como nunca lo ha hecho en la vida, pateándolo de chilena como Aka lo hizo aquella vez que se enfrentaron y lanzándolo lejos, pero quedó a merced de Ronan. Este, sin piedad, clava cinco púas en su pecho.

—¡Ronan, fíjate! —gritó el Shadow. Cuando Ronan se distrajo por culpa de Joan, ve cómo Aka está aún de pie y con el balón a punto de llegar hacia él, dejando sorprendido a Ronan.

—¡Ronan, fíjate! —gritó el Shadow. Cuando Ronan se distrajo por culpa de Joan, vio cómo Aka estaba aún de pie y con el balón a punto de llegar hacia él, dejando sorprendido a Ronan.

—¡Este es tu fin! —dijo Aka mientras se preparaba para patear el balón y luego hacer esa misma acción. El balón era enorme y el espacio del lugar era angosto, por lo que Ronan no podía esquivarlo y su Shadow se ocultó por la luz emanada de este. La calamidad estaba acabada.

—¡¡¡Muere!!! —gritó Aka con todas sus fuerzas, pero algo pasó. Aka quedó extrañado porque el balón no se movía; notaba cómo este parecía encogerse un poco a la vez que sus llamas rodeaban el cuerpo de la calamidad. Ronan sostenía el balón con la punta de sus dedos sin problema.

—¿De verdad creyeron que yo solo podía manipular la materia física? Qué lástima... —decía Ronan con una sonrisa macabra. Aka no lo podía creer; el pánico se apoderó de él y trató de retroceder, pero Ronan arrojó la bola de fuego con mucha fuerza a todos, destruyendo el lugar. La explosión hizo que todos salieran al exterior. Inconscientes yacían Ane, Markel, Meily, Alex y Joan. Aka se levantó con mucho dolor por lo ocurrido; ya no podía continuar más.

—No... no puede ser. Le hemos dado con todo lo que teníamos y todo lo aguantó. ¿Realmente no podíamos ganar...? —pensaba Aka mientras trataba de recuperar el aliento. Pero en eso aparece Ronan y lo ve a los ojos, provocando un terror abismal que recorrió todo el cuerpo de Aka.

—Eres admirable, chico, pero tu juego se acabó —decía Ronan mientras caminaba y observaba a Aka con la misma sonrisa macabra. Aka retrocedía del miedo—. Lo has hecho bien, pero no eres más que un idiota. Si no puedes ni vencerme a mí, mucho menos podrán vencer a las demás calamidades o siquiera estar de frente ante la emperatriz. Luchaste bien, pero es hora de acabar con esto —Ronan le dio un discurso que resonaba en la cabeza de Aka mientras retrocedía con mucho temor, hasta que se tropezó y cayó. En lo que voltea a ver, ya estaba a unos centímetros Ronan delante de él.

—¿Cuál fue el momento más feliz de tu vida? —le pregunta Ronan mientras se preparaba para rematar a Aka. Los recuerdos que vivió con Vannesa y Markel se le metieron en la cabeza, pero un recuerdo que tocó profundamente a Aka fue cuando bailó con Meily. Consideró que ese fue el momento más feliz de su vida hasta ahora.

Cuando Ronan iba a darle fin a su vida, sintió como su barrera fue destruida.

—Ese aura... —murmuró el Shadow.

Un Guardián Deluxe a toda velocidad se dirigía hacia Ronan, quien apenas logró esquivarlo.

—Maldición, no debí haber jugado con ellos tanto tiempo —dijo Ronan, irritado. Ante sus ojos apareció un Guardián Deluxe blandiendo una katana, con cabello negro y una mirada inexpresiva. ¡Era el tan mencionado Toffie!

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Foquita Retrasada
¡Tu personaje principal es tan inspirador! Definitivamente recomendaré esta novela a mis amigos.
Shong: Te lo agradezco mucho 😊
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Erika Solis
Tu capacidad de crear un mundo tan fascinante y detallado es impresionante, ¡realmente tienes talento!
Shong: Muchas gracias 😊
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