LA ESPOSA DEL DIABLO

Empresa Triuf

La gente contuvo nerviosamente la respiración en anticipación. Algunos se estremecieron ante la temperatura mortalmente fría . Otros estaban tan nerviosos que tenían sudor frío en la frente y la espalda. Hubo un puñado que estaba al borde de las lágrimas.

Sentado en el enorme asiento de cuero hecho para un rey, estaba Darío Triuf. Con su mirada  mortal, los presentadores sintieron que sus piernas temblaban de miedo.

Sus ojos estaban tan oscuros que parecía un vacío interminable de desesperación. Su expresión era tan fría y gélida que dejó caer la atmósfera a su alrededor.

Alguien había encendido nerviosamente la calefacción, pero el calor no podía competir con el descarado disgusto en su rostro.

Incluso con su rostro aterrador que parecía conocer tus secretos más oscuros, las empleadas no pudieron evitar desmayarse ante su belleza. Era tan oscuro, aterrador y formidable, pero tan agradable de ver.

Un aura mortal lo rodeaba, advirtiendo a aquellos que se atrevían a acercarse.

La habitación estaba tan silenciosa que todos podían escuchar el tictac del reloj. Después de unos segundos insoportables, finalmente habló.

-"Se da por terminada la reunión"-. Sin otra palabra, Dario se levantó de su silla.

La gente contuvo la respiración mientras lo veían de pie en toda su gloria.

"¡G-gracias por su tiempo, presidente Triuf!" -Todos se inclinaron cuando pasó junto a ellos. Mantuvieron su reverencia, incluso cuando salió de la habitación. Ni una sola persona se atrevió a moverse hasta que los ecos de sus pasos finalmente desaparecieron.

Cuando supieron que estaba en un piso completamente diferente, la gente finalmente se puso de pie. Algunos soltaron un pesado suspiro de alivio. Muchos de ellos se desplomaron cansados en sus sillas. Casi todos sintieron como si les hubieran quitado una década de la vida.

Gracias a Dios que la reunión había terminado. Hubo algunos que estaban al borde de las lágrimas ante la mirada decepcionada en el rostro de Darío  Una de las presentadoras estuvo a dos segundos de llorar...

No sabían que su presentación era tan mala hasta que echaron un vistazo a su director general y vieron lo oscura que se había vuelto su expresión.

-"Estamos totalmente jodidos". -Dijo uno de ellos e instantáneamente, se escucharon murmullos de acuerdo.

- - - - -

El secretario privado de Darío , Gustavo Fernández , lo siguió. Abrió la puerta de la oficina  y entró con él.

Al igual que la personalidad y las expresiones de Darío , la habitación se sentía sin vida y fría. Justo detrás del enorme escritorio de ébano había una ventana que ofrecía una vista perfecta de los rascacielos que bordeaban la ciudad.

se acercó a su silla y se sentó.- "¿El horario de hoy?"

gustavo  se aclaró la garganta y comenzó a leer en su tableta.- "Las acciones del Conglomerado volkov  han bajado, pero las acciones de a SEA Corp han aumentado significativamente. ¿Deberíamos continuar invirtiendo en el Conglomerado volkov?"

-"Seguir invirtiendo".- Dijo dario , apoyando la barbilla en su brazo apoyado.

A gustavo  le tomó tres años acostumbrarse a las miradas oscuras de su Jefe. Sabía que no era intencional, pero ¿tenía que parecerse a las miradas del mismo disablo

-"El CEO de GENOVA corp   está solicitando una reunión con usted, ¿aceptar o negar?"

-"Negar."- dario respondió sin dudarlo

.

Gustavo sintió que sus labios fruncían el ceño, pero sabía que no era prudente cuestionar las palabras de su jefe. Una vez que se han dicho, no se pueden retractar.

No importa cuán influyente fuera genova corp  no había forma de que  dario  les ofreciera una segunda oportunidad en una presentación. Lo habían arruinado la primera vez al subestimar a dario . La compañía había mentido deliberadamente sobre sus números y cuando él los interrogó sin piedad, los presentadores se derrumbaron y revelaron la verdad.

Desde entonces,GENOVA  fue incluido en la lista negra por él. Ser tachado por Triuf Enterprise llevó a las otras compañías a seguir sus órdenes y pronto genova corp  se encontró en aguas profundas.

Gustavo sabía que nadie había recibido una segunda oportunidad en truif  Enterprise. Cada empresa, propuesta y proyecto recibiría una oportunidad de demostrar su valía. Si fallan, fallan. No había peros

Justo cuando Gustavo estaba a punto de enumerar algo más, sonó un golpe en la habitación. Se estremeció cuando vio el disgusto en el rostro de Darío  ¿Quién se atreve a interrumpir su reunión?

-"¿Qué es?"- preguntó Gustavo

Pero no hubo respuesta.

Cuando Gustavo  notó que los labios de su jefe formaban una línea delgada y sus ojos miraban hacia la puerta, rápidamente fue a verificar la situación.

Gustavo abrió la puerta y se sorprendió de no ver a nadie allí. De hecho, ninguna de las secretarias que normalmente estaban fuera de la oficina estaba presente... Eso es extraño.

Miró la hora y se dio cuenta de que la mitad de ellos estaban almorzando, mientras que los otros dos no estaban por ningún lado.

Fue extremadamente poco profesional, no tener siquiera una secretaria presente.

Gustavo suspiró, sabiendo que uno de ellos sería despedido en el lugar. Y él ya sabía quién era.

Justo cuando Gustavo  estaba a punto de cerrar la puerta, notó un paquete sospechoso frente a él. Lo recogió con cautela y se volvió hacia Darío , que lo había estado observando todo el tiempo.

-"¿De quién es eso?"- Darío  dijo en voz baja.

Gustavo miró hacia abajo, frunciendo el ceño, a la dirección vacía de devolución y entrega. ¿Fue esto entregado en mano? Pero eso sería imposible, especialmente con la estricta seguridad alrededor de triuf Corporation.

-"Tráemela." - ordenó e instantáneamente, Gustavo apareció frente a él.

-"Señor, ¿está seguro de que debemos abrirlo nosotros mismos? Es un paquete muy sospechoso..." -Gustavo frunció el ceño.

Darío lo ignoró y sacó la navaja.

Gustavo saltó de miedo ante la repentina presencia del cuchillo que brillaba debajo de la luz. Por un segundo, pensó que su jefe realmente lo iba a matar por expresar una opinión tonta.

Contuvo la respiración cuando Darío  abrió la caja.

Gustavo sintió que le temblaban ligeramente las manos al anticipar lo que había dentro de la caja. Era imposible incluso ingresar al edificio de oficinas de truif Enterprise sin la identificación de un trabajador. Pero tener una tarjeta llave privada que habilite el botón del piso más alto de este edificio era prácticamente imposible. Solo un puñado de personas tenía acceso a la tarjeta de clave privada y todos ellos eran hombres de confianza de Darío triuf

¿Cómo fue posible que esto fuera entregado en mano?

Gustavo sintió que su corazón latía nerviosamente más y más rápido con cada segundo que pasaba.

Cuando Darío finalmente abrió la caja, su estado de ánimo se humedeció.

Dentro de la caja, había otra caja. Y dentro de esa segunda caja, había una tercera caja. El patrón se repitió, hasta que llegó a la octava caja. Y cuando eso sucedió, la paciencia de Darío había llegado a su límite.

Gustavo contuvo la respiración, sin atreverse a hablar por temor a enojar aún más a su jefe

¡Hoy fue un mal día! Primero, el presentador irritó , luego recibió un paquete al azar y, por último, ¡el remitente se había atrevido a perder el tiempo de Darío!

Todos en la oficina seguramente sufrirán hoy.