Enamorada Del Esposo De Mi Madre

Al llegar la noche, me vestí con un vestido negro, bajé a la parte inferior de la mansión. Necesitaba saber como estaban las cosas y poder entender qué era lo que pasaba a mi alrededor.

____ Señorita Verónica. ___ Teresa se pone nerviosa a verme bajar las escaleras.

____ Estaré en el despacho de mi padre. Si hay algo importante, me avisas. ___ Contesté.

Teresa se apresura a ponerse delante de mí. Baja la cabeza y nerviosa me dice.

____ Señorita, no puede entrar al despacho. Fue la última voluntad de su padre.

Ahora que Aurelio ya no estaba, yo era la única que podía mandar en esta casa. Al ser su hija, y llevar su apellido, era considerada como su última pariente cercana. No, de sangre, pero sí con su apellido.

____ Ahora me vas a decir qué es lo que tengo y no tengo permitido hacer en mi propia casa. Yo no tengo por qué pedirle a nadie autorización de lo que hago o no. ¿Está claro?

Teresa se hace a un lado y permite que termine de bajar las escaleras. Voy directamente al despacho de mi padre y me doy cuenta de que la puerta está cerrada con llave.

____ ¡Busca la llave ahora mismo! ___ Le exigí a Teresa.

Estaba perdiendo la poca paciencia que me queda con tanto misterio.

_____ Lo siento, no sabemos donde está la llave... ____ Me contesta Teresa.

...¿Esto era una broma?...

____ Es evidente que no ha quedado claro quién manda aquí... Arregla tus cosas y vete mañana a primera hora.

No, voy a tolerar ni una sola falta de respeto a mi persona.

____ Estás sobrepasando los límites, Verónica. No, tienes ningún derecho para correr. ___ Dice Teresa.

____ Querida Teresa. Tengo todo el derecho de correrte. Se te ha olvidado que soy la hija de Aurelio. ____ Contesté con seguridad.

_____ No, eres hija. ____ Dice desafiante.

Una pequeña línea aparece entre mis labios. Doy unos cuantos pasos; hasta llegar a donde está Teresa.

_____ Hablemos con un abogado. Y veamos si soy o no hija de Aurelio del Villar.

Furiosa, Teresa apretó sus puños. Era claro quién manda en esta casa. No importa si tengo o no sangre de Aurelio, delante del mundo, soy su hija, porque llevó su apellido. Apellido que jamás le pedí que me diera.

____ Quedaron contestadas todas tus preguntas. Ahora, bien; trae la llave y podrás quedarte en esta casa.

No estaba jugando. Algo dentro de mí también se había muerto. Quizás, Aurelio tenía razón y era demasiado parecida a mi madre. Esa maldita víbora cruel y despiadada.

_____ Iré por la llave. ___ Comenta Teresa entre dientes.

Doy un profundo suspiró. Enderece mi espalda y levantó mi barbilla. Espere por media hora a que Teresa regresara. Al llegar me da la llave.

____ Por un momento pensé que te habías escapado con la llave.

_____ Mmm. ___ Hace un sonido con sus labios.

Espera hasta que entre al despacho, para luego irse. Al poner un pie dentro, miles de recuerdos se apoderan de mi mente. Fueron momentos muy lindos los que pasé con Aurelio en este despacho.

Recuerdo cuando era niña creía que era mi padre de verdad. Corría detrás de él, y él me levantaba entre sus brazos y me daba mucho amor.

____ Te amo, mi niña. ___ Cada palabra que salía de sus labios eran de amor.

No sé entonces por qué me dijo aquellas palabras tan hirientes antes de morir. Él no era así, siempre fue un amor conmigo.

Caminé hasta el escritorio. Me dejé caer en la silla que tanto le gustaba sentarse. Cerré mis ojos, mi su rostro se apodera de mi mente.

____ Papá... Papá... ____ Susurró entre llanto.

Me quedé en esa misma posición durante mucho tiempo. Al final, abrí los ojos, y busqué la llave pequeña que Aurelio guardaba celosamente, para abrir el cajón del escritorio.

No importa cuanto tiempo tarde buscando esa llave. Simplemente, no logré encontrar nada.

..."Parece que hay algo muy importante aquí. No, creo que Aurelio haya alcanzado a dejar todo en orden....

Busqué una herramienta con la que pueda abrir el cajón. Al encontrar, algo con lo que puedo abrir la puerta, pongo manos a la obra.

Luche por bastante tiempo, mis manos recibieron algunas cortadas leves, aun así, no me doy por vencida hasta que el cajón abre.

Una enorme sonrisa de satisfacción se apodera de mis labios, rápidamente, buscó todos los documentos que hay ahí y los guardo.

Me levantó de la silla, y los llevó a esconder. Mañana antes de que alguien se dé cuenta los llevaré a un lugar en donde pueda leerlos con tranquilidad sin ser interrumpida.

Volteó a ver para todas partes. En eso me doy cuenta de que hay un lugar en donde será imposible que los busquen. Recorrí la silla y bajé el cuadro de la primera esposa de Aurelio.

Al quitarlo, veo que caen muchas fotos y documentos. El fuerte ruido que hacen al caer me asustan y por impulso retrocedo.

Bajé la mirada, observando cada una de las fotos que hay tiradas en el suelo del despacho. Todas son fotos de Vanessa teniendo sexo con otros hombres distintos a Aurelio.

Me quedé con la boca abierta, era algo que no me esperaba ver. Dejé a un lado los otros documentos, y recogí varias fotos de Vanessa.

Era impactante todo lo que mis ojos veían. Guarde todo, y luego salí con solo un documento escindido entre mi ropa. Al salir, miré a Teresa y a otros dos hombres a su lado. Eran casi las 1 de la madrugada, ¿Qué hacen ellos dos aquí?

_____ Verónica, los señores son los abogados del señor Aurelio. ____ Dice Teresa con frialdad.

_____ ¿Y?

____ No, es hora para venir a verme. Si tienen algo que decirme, deben regresar mañana. ___ Dije pasando a un lado de Teresa y los abogados de Aurelio.

____ Señorita. Entrégueme la llave del despacho, del señor del Villar. ____ El hombre extiende su mano.

____ ¿Por qué se la daría? Mientras no se lea el testamento del señor del Villar, yo soy su hija y tengo derecho de hacer y deshacer lo que a mí se me pegue la gana con ese despacho. ____ Dije negándome a darle la llave.

_____ Tiene estrictamente prohibido volver a entrar o sacar un documento de ahí. Cualquier cosa que haga dentro de ese despacho, podría ser un delito grave y llevarla a la cárcel... ____ Me amenaza.