La Villana Escapa

Eliana está en el jardín con su pequeño niño, un bello niño que roba miradas, cabello negro, ojos rojos y piel blanca, es igual a su padre.

La mayoría de las personas en el pueblo la conoce, ella ayuda al orfanato de la zona y de vez en cuando les lleva comida, en el restaurante tiene un área para niños dónde también los invita a comer.

Este día, su pequeño Arthur ya da sus primeros pasos, él juega con los niños, ella lo deja con su niñera que contrato, si bien ya no es una noble tiene el dinero suficiente para que su hijo crezca como uno, él es el primogénito de Bruno talvez no será su heredero pero si algún día Arthur decide conocerlo será un caballero educado.

Ella lo ve jugar desde la cocina, este día sus clientes son caballeros que regresan a casa, ella solo ve el escudo de algunos de ellos es el escudo de la familia Carter.

Un capitán entra y ordena que le sirvan a sus hombres, los dos meseros preparan las mesas y toman las órdenes, algo que extraña al capitán pues en las posadas y hoteles siempre sirven lo que tiene preparado y no les preguntan.

-Mi señora en total estan 30 adentro y 20 afuera.

-Uff son bastantes, si podemos sabía que venían así que hay comida suficiente, oye el general no está?

-No mi señora, los generales se hospedan en el hotel que está más adelante, tal vez no sepa que nosotros tenemos mejor servicio.

-Jaja si es cierto, pero es mejor así

-Aquí están solo caballeros de alto rango, los demás comen en el campamento.

-oh ya entiendo, bien nos daremos prisa.

El capitan de asombra por la comida, el personalmente va a agradecer a la cocina, le indican que Eliana está atrás, cuando el va ver a muchos niños y a una mujer de cabello rubio cargando a un bebé.

-Mi señora, gracias por la comida.

-Oh, capitan, de nada, van de regreso a casa?

-Si, en la próxima rotación espero volver a probar su comida.

-Cuando guste, gracias, que tengan un buen viaje.

El capitán solo ve al bebé y se pregunta dónde está su padre hasta que ve llegar a un caballero, alto de cabello negro, supone que es él.

Así que se despide y se va, a lo lejos ve como él carga al bebé, ella es muy bonita, es lógico que esté casada.

Pero aquel caballero es el joven marqués que llegó, pero para recoger un pedido de postres para su esposa que está embarazada y le gustan los panqueques que hace Eliana, él se ofrece a cargar al niño en lo que ella va por su pedido.

-Pero que grandes estás, sabes falta poco para que mi hijo o hija nazca, lo traeré a comer y jugar aquí, se ve que se divierten.

-gracias excelencia, aquí está, me saluda a Julia.

-Si, gracias, él está muy grande, supongo que se parece a su papá, es triste que este muerto y no lo haya podido conocer.

-Si ** Pero si está vivo, Creo que debí decir otra cosa**

El joven marqués se fue, los caballeros también y en él camino ellos presumían que había comido como un noble de clase alta, con una mesa llena de cubiertos, vino de la mejor marca y una mujer hermosa les cocino.

Otros no lo creían hasta él genera pregunto quién era aquella joven

-Le decían Eli, es la dueña de la posada, pero es muy bonita, tiene un pequeño niño de un año.

-Que suerte de su esposo entonces, quizás después pase yo, pero será como en un año, está vez tardamos mucho le toca al duque Andrew está vez

-Si señor, vamos no sé atrasen.

La frontera es segura, aun así los dos generales del reino se turnan para protegerla.

En su ducado Bruno llega enojado su madre le presento a una joven y por más que se resistió tuvo que comer con ellas.

-No era bonita.

-Si lo es, solo que no me siento a gusto con nadie, estoy loco.

-Debes darte una oportunidad, ya pasó un año.

-Tal vez tengas razón me voy a dormir, hoy fue un día pesado.

El recuerdo de Eliana no lo deja, solo necesita más tiempo, su padre después de mucho tiempo regresa su madre está feliz, los caballeros también regresan a casa, todos continúan con su vida normal, los duques no le insisten a Bruno por un matrimonio él decidirá cuando estar listo.

Él se concentra en su trabajo, día con día su corazón él calma y poco a poco vuelve a ser el de antes, aquel anillo lo guarda en el cajón de su escritorio, como recuerdo de aquella mujer, tal vez la amo o tal vez no, pero es momento de dejar todo atrás.

Él vuelve a asistir a los compromisos con sus padres, regresan a la ciudad, pasan una temporada ahí y regresan, el duque recibe cartas con propuestas, pero él solo responde que su hijo decidirá con quién y cuándo, no le están buscando prometida, aún es joven, tal vez en algunos años más.

Muchas damas tienen la esperanza de ser elegidas, el joven duque es un buen partido es el único de los 4 ducados que está soltero, ninguna piensa desaprovechar esta oportunidad, solo Bruno es el que no confía en ninguna, todas se comportan como lo hacía Eliana, siempre luciendo su mejor sonrisa en este punto no sabe si realmente encontrará a alguien que lo quiera a él, de todas debe elegir a una candidata, algo un poco difícil.

Con el paso del tiempo una pequeña niña de cabello rosa corre con Arthur, su padre llegó por ella.

-Papaaa, ya nació, tengo hermana o hermano?

-Hermano, dónde está Eliana.

-Ella está en la cocina, mira Arthur juega conmigo, vamos!!

La pequeña niña juega con su padre y Arthur en lo que llega Eliana.

-Oh marqués, como salió todo?

El deja a los niños y va con ella.

-Se complicó un poco, Eliana ella está delicada, puedes ir conmigo al marquesado, quiere verte.

-Claro, vamos, pero que pasó.

-El bebé no estaba en posición, estuvieron apunto de abrirle el vientre, casi me muero de preocupación, de hecho sigo muy nervioso.

Eliana va con el marqués y los niños, ella se ha hecho amiga de la marquesa y de algunas nobles que viven alrededor.

En el marquesado todos están preocupados por la joven marquesa, pero el doctor tiene confianza en que estará bien.

-Eliana que bueno que estás aquí, mira mi hijo es hermoso solo tuvimos algunos problemas.

-Dios que susto, debes tomar muchos líquidos para recuperar la sangre que perdiste.

-Si todos se llevaron un buen susto, gracias por cuidar a mi niña.

-Nosotros estamos felices de tenerla.

-Con ella no sufrí mucho, me embaracé rápido y nació también rápido.

-Te paso como a mí, pero son Arthur estoy bien.

-Eliana no has pensado en decirle.

Eliana le contó todo a su amiga, sobre todo por el medallón que le vio a Arthur, él sabe que su padre está vivo y algún día lo conocerá, el medallón un día lo encontró él jugando y la marquesa estaba presente cuando fue a preguntar que era.

-No, él ya debe estar iniciando una nueva vida, además eso de ser duquesa no me convence mucho.

-Te llamé también por qué, ayer me llegó carta de mi hermana, ella vive dentro del Ducado Carter.

-Le hablaste de mí?

-No, claro que no, jamás haría eso, esa es tu decisión, solo me cuenta los chismes de la sociedad, ella dice que el joven Duque sigue soltero, no acepta ningún compromiso, por eso te digo si no has pensado en decirle.

-No se ha casado?

-No, te está esperando Jajaja... Hay me duele.

-Jaja, no creo **Pero ya han pasado tres años, el ya debió haber conocido a la protagonista, no me acuerdo no como se llama**

-En unos meses, será la boda del Duque Graham, es el escándalo en la capital, mis suegros le son leales a él, ellos irán, deberías aprovechar, Bruno estará ahí.

-Si el duque Dunkan, él es muy atractivo.

-Si verdad yo opino lo mismo, la princesa tiene suerte.

Ambas reían, Eliana se despide y en el camino su niño se duerme, al verlo se parece tanto a su padre, debe pensar si le dice o espera un poco más, en esa boda él conoce a la protagonista, se enamoran y el busca el divorcio.

-Ahora no estoy yo, entonces ellos no tendrán impedimento para enamorarse, eso es bueno, él debe ser feliz, yo lo soy, tengo los recuerdos de Eliana, pero yo no lo amo.

-Mami, yo también quiero un hermano.

-Heeee!! Hay no.