Elizabeth es una chica de 20 años con sueños y metas que desea cumplir. una mañana al despertar su padre le informa que es una mujer casada y debe irse a vivir con su esposo. Elizabeth no puede creerlo, y así comienza una historia de amor.
¿Puede al final la vida ser justa con ella?
¿Podrá ser realmente feliz?
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Enfrentamiento
Al interior de la habitación de Elizabeth, se encontraba un hombre cegado por la furia y la ira.
Después de todo lo que Elizabeth hizo en la fiesta, y haberse atrevido a darle una bofetada a Mario delante de todos.
José deseaba darle un escarmiento. Las acciones de sus empresas bajaron considerablemente al terminar la fiesta. En solo una noche, recibió varias llamadas de sus socios, queriendo retirar su dinero invertido recientemente.
Eso hacía que las empresas Wilson, colapsaron a un nivel impresionante. José sabía que todo eso tenía que ver con lo que Elizabeth hizo, y la mayoría de los socios, no querían tener problemas con Mario, así que prefirieron retirar su dinero antes de perderlo todo.
Elizabeth entró a su recámara. Agotada de tanto bailar, al poner un pie dentro, sintió su mejilla arder.
En shock, Elizabeth llevó su mano a la mitad de su rostro. Al poco tiempo otra fuerte bofetada cayó en su mejilla izquierda; haciendo que perdiera el equilibrio y cayera al piso.
________ ¡Maldigo la hora en que permití que llegaras otra vez a esta casa!
José se inclinó para agarrar a Elizabeth de los brazos y levantarla de un solo jalón. Al darse cuenta de que su esposo se podía meter en graves problemas, Emma intervino.
______ ¡Basta, José!
El hombre volteó a ver a Emma, y soltó a Elizabeth de los brazos, dejando dos marchas horribles en ellos.
________ ¡No, intervengas en asuntos que no son de tu incumbencia!
Emma se puso delante de Elizabeth, ayudó a que José pueda detenerse. Colocó sus manos en el torso de su esposo y lo empujo hacia atrás.
_______ Intervengo, porque Elizabeth es mi sobrina y tu hija y la quiero como tanto como a Diana.
Elizabeth detrás de Emma, alejó su mano de su mejilla. Las marcas de la bofetada de su padre estaban marcadas en su rostro. Ella empujó a Emma a un lado, no necesitaba que nadie interviniera por ella. Era lo suficiente valiente, como para enfrentarse a quién sea.
_______ Desconozco el motivo por el cual me has golpeado. Pero eso si te digo, José Wilson, me vuelves a poner una mano encima, y te devolveré la bofetada.
______ Hace muchos años dejaste de ser mi padre. Eras un completo extraño delante de mí, y si regrese, es solo porque tú me lo pediste. No porque yo haya querido...
José apretó con fuerza los puños de su mano. Jamás se imaginó que su hija Elizabeth, se convertiría en su exesposa Jimena. Jimena renació en su hija, solamente, únicamente para vengarse de él.
______ Lárgate de mi habitación. Mañana a primera hora me largo de esta casa. No voy a permitir golpes y mucho menos humillaciones; de un padre que siempre estuvo ausente de mí.
______ Cuida la manera en que me hablas. Quieras o no, soy tu padre. Me debes respeto y obediencia. ______ Contestó José.
______ No, le puedo llamar padre, a un hombre que me envió a un internado al extranjero por órdenes de su amante. ¡Jamás llamaré padre a un hombre de tan poca moral como lo eres tú, José Wilson.
El hombre volvió a levantar su mano con toda la intención de volver a darle otra bofetada. Sin embargo, se detuvo, y bajó su mano.
Furioso, José salió de la habitación de Elizabeth. Detrás de él, salió Emma. No podía negar que fue muy agradable ver a su esposo darle unas cuantas bofetadas a Elizabeth. Sin intervenir, se vengó de ella, por la humillación, que la chica le hizo a ella cuando llegó.
El sonido de la puerta cerrándose detrás de ella se escuchó. Elizabeth no puedo luchar más contra el dolor que llevaba por dentro. Sus lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas.
Su garganta se bloqueó con algo muy grande. No importaba cuantas ganas, Elizabeth tuviera de gritar, de sus labios no salia ni un solo sonido.
Sus piernas se doblaron, cayendo de rodillas al piso. Lloró en silencio hasta altas horas, hasta que quedó profundamente dormida. A la mañana siguiente.
Emma y Diana se encontraban sentadas en el comedor. José salió muy temprano, para arreglar los problemas de las empresas.
Emma leía el periódico, como todas las mañanas. Mientras que Diana revisaba los espectáculos. Las dos mujeres al mismo tiempo leyeron la noticia de esa mañana.
______ Mamá, ve esto. _____ Diana le mostró a Emma, todo lo que decían de Esteban.
Al llegar a su departamento de soltero, Esteban fue golpeado bruscamente por unos hombres. Todo indicaba que fue un intento de robo. Para su suerte, los vecinos llamaron a las autoridades, y fue enviado a un hospital cercano.
Emma entrecerró los ojos. Mirando atentamente, toda la nota en el periódico. Sabía bien, qué todo esto tenía algo que ver con Mario.
Ese hombre era un demonio. Lo puedo ver cuando agarró la mano de Esteban e impidió que le diera una bofetada a Elizabeth delante de todos.
Emma se dio cuenta de esa mirada oscura, con la que Mario vio a Esteban. Cerró el periódico y lo dejó a un lado.
______ El tal Mario, no es el hombre más guapo que he visto en toda mi vida. ¿Sabes algo de él, madre?
Al escuchar a su hija. Emma la miró con seriedad. Lo menos que deseaba era que su princesa tuviera algo que ver con él.
________ Mantente alejada de ese hombre.
Al ser una chica caprichosa y acostumbrada a tener todo lo que desea. Diana no iba a quitar sus ojos de Mario.
El hombre la había impresionado demasiado. Esa personalidad fría y arrogante, le gustó demasiado a Diana. A su lado, podía sentirse, la reina del mundo. Observo como todos, le temen. Eso solo despertaba más el deseo en ella.
_______ Mamá, lamento esta vez no obedecerte. Pero, ese hombre debe ser mío.
Sonriente, Diana bajó la cabeza, para que su madre no se diera cuenta de lo que pasaba dentro de ella.
Al poco tiempo, Elizabeth bajó las escaleras con una maleta entre sus manos. No pensaba quedarse ni un solo día más en esa casa.