Melanie fue llevada a la guillotina, junto con su familia, gracias al descubrimiento de sus crímenes. Sin embargo, se arrepentía del ser que fue, ¿tendrá una segunda oportunidad para cambiar sus decisiones?....
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Capítulo 7
Relata Melanie Liberto
Salimos de la habitación del emperador, las dos chicas no se sienten muy a gusto conmigo, saben quién soy y los rumores, maldita mi yo del pasado…
Fue bastante silencioso, cuando llegamos a la puerta, la mayor extiende su mano para darme de nuevo mi insignia
-Tome señorita, no hace falta que sea agradable con nosotras-
-Te lo di, ¿por qué te lo sacaría?-
La menor habla, se nota que no es tan cortes como la mayor
-No necesitamos nada de ti-
-Lo sé mocosa, solo úsenlo en caso de emergencia o tírenlo por allí-
-No creas que no sabemos de los rumores-
-Pues si sabes, también habrás oído de la mala persona que soy y las cosas viles que puedo llegar a hacer-
Antes que sigamos discutiendo la mayor interrumpe
-Bien, la guardaremos, pero no lo usaremos a menos que sea de vida o muerte-
-Ves mocosa, tu hermana entendió todo… Me voy antes que me reconozcan-
Al alejarme en el carruaje se escucha como la menor le habla a la mayor
-¿Qué opinas de ella?-
-No me agrada, pero si nuestro emperador la protegió debe ser por algo, solo veremos por ahora-
Luego de un viaje en carruaje, en el cual me volví a colocar como pude mi vestido, si no no podrían entrar al ducado, mi insignia se las deje a esas niñas, si no recuerdo mal unas chicas nobles molestaron a aquellas dos doncellas, antes que el emperador muriera, nadie las ayudó en la capital, fueron apedreadas y falleció la mayor, dejando a la menor malherida y a muchos nobles igual que ella, pero nadie supo explicar qué pasó.
Muchas de esas familias cayeron en desgracia, por lo que si evitamos que las aliadas del emperador mueran, calculo que tendré punto a favor…
Medio chueco me quedó el vestido, pero al llegar los soldados me reconocieron al instante, mi cabellara plateada era muy conocida, por lo que nadie hizo preguntas, llegué cuando el sol ya no estaba, por lo que casi mi desordenado vestido, no se veía…
Me meto en mi habitación, no quiero llamar a ninguna de mis doncellas, son una más perra que la otra, tendré que deshacerme de ella de alguna forma…
Busco en mi ropero, veo entre mis vestidos, como podía usar esto, son demasiado complicados, algo simple, algo simple… Acá sabía que estabas en algún lado, espero que me entre.
Un bello vestido simple por fin, me lo regalo mi hermana, pero yo creí que me trataba de campesina y lo dejé tirado en el ropero, menos mal que no lo tiré…
Me vestí sola y llamo a mi doncella personal, Paula, se tomó su tiempo en venir
-¿Me llamó señorita?-
-See, la llamé, avisa que bajo a comer-
-Pero usted no se junta con esas personas-
-¿Le está faltando el respeto a mi familia? Tienes valentía para desafiar al ducado más importante después de la familia real-
-No mi señorita, perdone, usted les dice así-
-A mi familia la puedo llamar como quiera, usted no, avisa que bajo ya-
-Si señorita-
Se escuchaba forzado esa última respuesta, ahora que recuerdo, mis comidas las solía comer en soledad, nunca eran abundantes, siempre faltaba la carne, antes no me había percatado, pero necesito comer bien para poder llevar adelante mi plan.
Bajé al comedor, cuando vi a mi hermana, no pude contenerme tenía muchas emociones encontradas, por lo que sin dudarlo salí corriendo y la abracé, ella se estremeció ante tal muestra de cariño, no recuerdo haberla abrazado nunca, ella siempre trataba, pero yo consideraba que una emperatriz no mostraba cariño. Cuan equivocada estaba.
Por más que se sorprendió me dejó abrazarla el tiempo que quise, era la única que estaba allí, por lo que ninguna criada se atrevió a decir nada, cuando ya me sentía un poco mejor, la solté y me senté en mi sitio.
Ahora sí, mi comida era abundante, delante de mi hermana, mi doncella no podía robar la comida, se la veía servirme de mala gana, cosa que pudo observar mi hermana mayor
-Veo que hoy me honras con tu presencia hermanita-
-Sí, me aburrí de comer sola en mi habitación-
-Eso es nuevo, ¿Acaso mi hermana quiere pedir algún capricho nuevo?-
No puedo culparla, solo le hablaba cuando quería algo…
-En realidad quería pedirte algo-
-Sabía que venías con alguna intensión… ¿Cómo quieres traer deshonra ahora?-
-Estuve estudiando un poco de medicina-
Se escuchó como caía el cubierto sobre la mesa
-¿Tú estudiaste algo por tu cuenta y medicina?-
-Sí, quiero que me ayudes a ponerlo en práctica, sé que vas a los pueblos que pertenecen al ducado, fuera de la capital, a ayudar y llevar medicinas, ¿puedo ir contigo y poner en práctica lo que estudie?-
-¿Quieres ir conmigo y encima ayudar gente? ¿Acaso te golpeaste la cabeza o algo hoy?-
Está bien que sea raro, pero tanto había que ofenderme así…
-Bien si no quieres llevarme, lo comprendo…-
-Mmm… Bien en cuatro semanas saldremos, antes quiero verte usar tus nuevos conocimientos, no quiero que me hagas pasar vergüenza fuera de aquí-
Me puse feliz, ya que creí que se iba a negar, nosotras nunca hablamos en realidad, sé que fue culpa mía, cuando crecí me volví una arpía…
La comida fue bastante tranquila, aproveché y me saqué dudas sobre los temas médicos que se conoce, puesto que en realidad aprendí medicina en una época moderna, mi hermana no dejaba de sorprenderse.
