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EL MAFIOSO SE ADUEÑÓ DE MI CUERPO

EL MAFIOSO SE ADUEÑÓ DE MI CUERPO

Status: Terminada
Genre:Completas / Contratadas / Aventura de una noche / Mafia / Madre soltera / Embarazo no planeado / Hijo/a genio
Popularitas:4.7M
Nilai: 4.7
nombre de autor: Karina Garcia

Sahara es una chica dulce y amable, que para salvar la vida de su hermana tuvo que entregarse a un mafioso; pero ella se equivocó, da todo por una familia egoísta y esa decisión cambia su vida, ahora ella tiene que empezar a vivir sola, a valerse por si sola, sus problemas empiezan con esa desicion.

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CAPITULO 07. TODO EMPEORA

Ella había hecho buen trabajo en esas tres semanas, la de recursos humanos no le hizo caso al médico, hablo con el director del hospital, que era su amigo, para exigirle que la despidiera. El director por un momento pensó hacerlo, solo por complacer a su mejor amigo, pero en el momento que supo quién era y sobre todo las buenas recomendaciones de las enfermeras, de la médico encargada de ella y sobre todo de los pacientes, no pudo hacerlo; el médico se enojó mucho con su amigo por no despedirla, que él mismo empezó hacerle la vida complicada dentro del hospital.

Le mandaba hablar para que limpiara cómodos, para ayudar a las pacientes que no podían levantarse, le tenía que ayudarla hacer del baño arrimándole el cómodo, a cambiar los pañales adultos, la mandaba a cuidar a los enfermos más problemáticos, la hacía ser cosas que no eran parte de su trabajo; muchas de las enfermeras y doctores, como trabajadores del hospital sabían lo que pasaba, pero nadie se metía, porque nadie quería problemas, él era el amigo íntimo del director del hospital.

Cumplió cuatro semanas y una siendo torturada, ella sabía por qué lo hacía, sentía algo de tristeza que las cosas hayan terminado de esa manera; pero como no había intimidación, o acoso de otro tipo, ella lo acepto y cada cosa que le ponía hacer, lo hacía sin protestar, lo único que le molesto, fue que ya no la dejaron tener doble turno solo uno, eso le bajo el salario, al cumplir su mes de trabajo, su pago solo fue de 1500 dólares; la política de ese hospital era pagos por mes, nadie se quejaba, porque era uno de los mejores pagados, aparte que tenían muchos veneficios.

Ella se deprime un poco al ver su salario, tenía que pagar el mes de renta y guardar muy bien esos mil dólares para el mes; termino su hora de trabajo de ese día, al salir del hospital estaba un poco decaída, pensaba en como la vida se enseñaba con ella, en como todo se había venido abajo después de que estuvo con ese hombre, como si eso hubiera sido su sal.

Ese día trabajo por la tarde, espero el camión que la llevaba a su casa, pasaba a unas cuadras de su casa, diario tenía que caminarlas, cuando bajaba, tenía que caminar 5 cuadras para llegar al edificio donde vivía; la colonia era peligrosa, por eso siempre se iba por las calles más transitadas, nunca buscaba atajos.

Ella llegaba al edificio y llegaba cansada gracia al médico que no dejaba de ponerle trabajos exagerados, pesados, con una pesadez empezaba a subir las escaleras, hasta que llegaba a su pequeño departamento, diario era lo mismo; la gente de su edificio empezó a conocerla, diario la miraban irse y llegar, siempre tenía sus buenos días, como sus buenas noches, se topaba con la misma gente, ya que eran los que siempre llegaban con ella de sus trabajos o se iban al momento que ella salía; el señor Arturo a pesar de su mal aspecto, era un buen hombre, que siempre estaba al pendiente de ella, la empezó a ver como una joven desafortunada, con algo de tristes y lástima, sintió que tenía que cuidarla, por ser una joven bien portada.

Ella apenas hablaba con los inquilinos del edificio y no porque los consideraba menos, sino que no sabía como convivir con las demás personas, nunca hizo realmente amigos; en la escuela, por ser ella una de las hijas del hombre más rico, se dio cuenta de que todos los que se acercaban a ella era con una ambición, en la primaria los padres obligaban a sus hijos a que se juntaran con ella, a que los invitaran a su casa, para lograr hablar con su padre a través de ella. En la secundaria, escucho a una de las que consideraba una de sus mejores amigas, decir que no le gustaba estar con ella, pero tenía que hacerlo por el bien de la familia, para que los acuerdos se dieran; en la preparatoria ella se empezó alejar de todos, no quería ser utilizada más, pero una joven que fingió muy bien estar de su lado y ser su amiga, al final solo quería ser la novia de su hermano, cuando lo descubrió, fue el fin de cualquier amistad, termino alejándose de todos.

Termino la preparatoria sin amigas o amigos, solo se dedicó a estudiar y adelantar materias, cuando entro a la universidad, con todos los problemas en casa, el acoso de su mamá para que dejara el estudio, la falta de dinero, hizo ser más solitaria y por todo eso solo se dedicó a estudiar, a tratar de aprender todo lo que pudiera; por esta razón ella estaba bien preparada en medicina, ya que siempre práctico con sus profesores, siempre visito hospitales donde trabajaban sus profesores, como también leía cada libro de medicina que caía en sus manos.

Todo lo que vivió la llevo a ser una joven solitaria y desconfiada, por esa razón, no permitía que nadie se le acercara, era amable con la gente, pero solo era eso, no hacia plática y nunca seguía las pláticas de nadie; nadie del edificio conocía de su vida y eso la hacía un misterio, aunque al verla tan sola, tan buena jovencita, responsable, que solo iba a su trabajo y regresaba al departamento, hizo que todos los del edificio estuvieran al pendiente de ella. Los inquilinos del edificio se dieron cuenta donde trabajaba, porque era ahí donde todos los de ese edificio cuando se enfermaban iban a dar ahí y más de uno le toco ser atendido por ella en las tres primeras semanas, mismos que empezaron el rumor de buena médico.

Ese día que regresaba del hospital, ya cansada por todo lo que ese médico la había puesto hacer; al entrar al edificio, saludo a las personas que siempre estaban con Arturo platicando, pareciera como si siempre la esperaban a que llegara, curiosamente a ella le empezaba agradar eso, lo sentía como un sentimiento de familia, algo que hubiera querido de su madre y sus hermanos. Ella empezó a subir las escaleras, cuando iba en el 4 piso una mujer de unos 38 años la detuvo; se le acercó, tomo su mano, estaba alterada y desesperada cuando le dijo.

· Señorita, por favor, ayúdeme, usted es médico, tiene que venir conmigo y ayudar a mi hermano.

· Señorita, yo no soy médico, soy pasante de medicina, pero si me lo permite puedo ir y revisarlo.

· Si venga conmigo, es en el segundo piso.

Sahara, al escuchar que tenía que bajar dos pisos, sintió que ese día iba a ser el más pesado de todos; pero no dijo nada, como tampoco hizo gestos, solo la siguió, bajando las escaleras a un paso velos. Al llegar al segundo piso, ella iba sudando, se sentía tan cansada, que apenas si podía seguirle el paso a la mujer; llegaron al departamento de la mujer, que para su mala suerte era el último de ese piso, al entrar, ella mira una sala pequeña, un comedor pequeño, una cocina integral, había tres puertas, una era la de un baño completo y las otras dos eran dos habitaciones, un poco más grandes que la de ella.

La mujer la llevo hasta una de las habitaciones, donde mira a un joven sangrando de la pierna derecha, ella al ver la herida se dio cuenta lo que era; eso era la entrada de una bala, volteo a ver a la mujer y con su voz tensa exclamo.

· Señorita, tu hermano tiene que ir al hospital, eso es un balazo, no es cualquier cosa, tiene que denunciar esto.

En ese momento el joven tomo su mano y con una voz débil le dice.

· por favor, no me lleven al hospital, terminaría en la cárcel, solo ayúdeme, haga lo que pueda y le prometo que nadie la va a culpar si me deja cojo, solo no me deje morir.

· Señorita, por favor ayude a mi hermano, se lo suplico, como podrá ver eso no es bueno y no lo hirieron por bueno; pero no lo deje morir, no es justo, por favor se lo suplico ayúdelo.

Sahara no sabía qué hacer, hasta que mira a la mujer ponerse de rodillas frente a ella, eso la hizo sentirse incómoda y no le gustó nada; la hace que se levante y con su voz insegura le dice.

· Señorita, por favor no vuelva hacer eso, yo tratare de ayudarlo, pero voy a necesitar varias cosas, primero vendas, alcohol, agua hervida; yo trago lo demás en mi maletín médico, pero no tengo anestesia y lo que tengo que hacer, le va a doler mucho, al menos que me dejen ir al hospital para traer lo que necesito, pero no creo que él soporte tanto tiempo.

· Doctora, usted saque la bala, yo morderé lo que sea, para, hogar mis gritos, no se preocupe, voy a resistir.

Sahara saca la botella de alcohol, un bisturí, agua oxigenada y le pidió unas pinzas para las cejas a la mujer; ella bañó las pinzas para las cejas en agua oxigenada y alcohol, vacío agua oxigenada en la herida, le dio a morder un trapo, se acomodó, dijo una pequeña oración y empezó. Ella cortó con el bisturí la herida donde había entrado la bala, metió su dedo y sintió donde estaba la bala, la razón por la que quiso usar las pinzas para la ceja, fue para no dañarlo más y aunque eso parecía sacado de la nada, fue lo único que se le ocurrió.

Tardo en sacarla, pero lo logro, después limpio su herida, vertió más agua oxigenada y al final lo vendo; ella traía suero en su maletín, lo saco y se lo puso, solo tenía que conseguir un antibiótico, algo que iba a ser difícil conseguir, se ocupaba receta médica. La mujer se dio cuenta de que algo le preocupaba y algo insegura le dice.

· Señorita, ¿pasa algo?, por favor dígame, lo que sea.

· Tu hermano va a necesitar antibióticos, para que no se infecte, cambio de vendajes diarios, hay que estar al pendiente por si algo hice mal.

· Señorita, anote lo que ocupa en un papel, yo me encargo de conseguirlo y si no es mucho pedirle, puede venir a diario a revisarlo.

· No se preocupe señorita, a diario después del trabajo vendré a verlo.

· Señorita, tengo que pedirle de favor, que no le comenté a nadie lo que paso, menos al señor Arturo, porque nos sacaría de aquí y este es uno de los mejores lugares, como también es barato.

· No tienen que preocuparse, yo no le diré nada a nadie, pero si necesito los antibióticos para ponerlos en este momento.

La mujer le pidió que la esperara que pronto regresaba, después de decir eso salió del departamento; Sahara, se quedó con el joven, que ya empezaba a subirla la temperatura, empezó a ponerle trapos húmedos, para tratar de bajarle la temperatura. Ella no se despegó del joven, tratando de que la temperatura no le subiera, por un momento ella se sentó en una silla y sin querer se quedó dormida, con su cabeza recargada en la pared; estaba tan cansada, que su cuerpo ya no podía más.

La joven duro bastante tiempo en regresar, cuando llego la miro dormida, sintió algo de pena despertarla; pero tenía que hacerlo, para que inyectara a su hermano, estaba por hablarle cuando la escucho hablar entre sueños.

· ¡Esto duele! ¡No quiero! ¡Tengo que soportarlo, si no matara a mi hermana! ¡No más! ¡Duele!

Sahara soñaba seguido con ese hombre y lo que sintió, inconscientemente, su sueño siempre era el mismo, esa noche con él, siempre presente el dolor y después el placer; a la mujer se le hizo extraño, pero sintió algo de tristeza porque, a pesar de ser en susurros, su voz sonaba con dolor y tristeza. Ella insegura con una voz suave, dice.

· ¡señorita! Por favor despierte.

Sahara despertó alterada, sudando frío y con la respiración alterada, la mujer le dio palabras tranquilas; fue un momento incómodo para Sahara, pero al aclarar su mente, lo primero que le pregunta es por el medicamento. La mujer se lo entrega, había llevado más de lo que ella le había pedido, estaba sorprendida, por un momento pensó en preguntar, pero mejor se mordió los labios para no hablar; pero en ese momento escucho a la mujer decir.

· Mi nombre es Dulce, por favor Llámame por mi nombre y si no te molesta yo puedo llamarte por el tuyo, eres Sahara ¿verdad?

Sahara tomó el medicamento, preparo la jeringa y la puso en el suero, cuando termino le contesto.

· Si puede llamarme por mi nombre y no tienes que preocuparte, no le diré a nadie lo que paso; pero, espero no molestarte que pase a diario para ver como esta, necesito asegurarme que hice las cosas bien, como te lo dije yo soy pasante, en la próxima semana are mi examen de titulación.

· Muchas felicidades Sahara, si no te molesta me gustaría regalarte algo, estoy segura de que vas a pasar tu examen con honores.

· Muchas gracias, Dulce, eso espero, bueno, yo me retiro, ha sido un día largo y me gustaría descansar; si se llega a poner malo, por favor háblame, te dejo el número de mi celular.

Sahara le dejo su número y ella recibió el de Dulce, le indico que en 3 horas le diera una pastilla y si le empezaba la calentura, que tratara de bajarlo con trapos frescos, si eso no funcionaba que le hablara; se despidieron, ella tomó su maletín y salió de su departamento para ir al de ella, a subir esas escaleras nuevamente, con mucho trabajo llego a su departamento y justo en el momento que cerró la puerta, un mareo la aturdió, casi la hace caer al suelo, pero logro llegar a la silla.

Ella pensó que eso se debía a su cansancio, pensó que solo tenía que dormir y descansar, en cuando se empezó a sentir mejor, tomo agua, se fue directamente a su habitación a dormir, al tocar la cama se quedó profundamente dormida; al día siguiente su alarma sonó a las 4 am, apenas si durmió unas horas, sin nada de ganas se levanta, se mete a bañar con esa agua helada, después se cambia y cuando estuvo lista va a la cocina, toma un jitomate, un pepino, cebolla y lechuga, los lava, después se sienta en la mesa pensó en picarlos para eso desayunar, pero en ese momento pensó “que tonta, recuerda que no tengo cuchillo y anoche, que por fin mi había animado a tomar ese bisturí, para que me sirviera como cuchillo, termine usándolo en el joven; soy pésima para vivir sola, tengo que ir a comprar trastes y dejar de tomarlas cosas del hospital, me traje una cobija y una sábana del hospital, una almohada, un florero, en fin todo lo que he podido traerme, qué vergüenza me convertí en una ladrona” suspiro profundamente, resignada se los come así, a mordidas, uno a uno, fue comiendo.

No había aderezos, solo un poco de sal, ella realmente no sabía como cocinar y eso le hacía pensar que tenía que aprender, tal vez si le preguntaba a la señorita Dulce, como preparar una sopa o algo aparte de huevos revueltos; después de tener un desayuno tan insípido de puras verduras y lechuga, toma su pequeño maletín médico, mismo que ella había comprado cuando inicio su carrera, cuando todo estaba bien en su vida. Cuando llego al segundo piso, pensó en pasar a ver al joven, fue a su departamento y Dulce le abrió la puerta, parecía que todo iba bien, el joven tenía un poco de fiebre, pero era normal; una vez que lo miro ella se despidió y quedó en pasar cuando regresara del hospital.

Ella se fue al hospital, como siempre llego 30 minutos antes de empezar su turno, se sentó en la sala de espera y se puso a leer; pero este día algo extraño pasaba, tenía sueño, se sentía cansada, tanto que no podía concentrarse en la lectura. Después de un largo rato de tratar de entender la misma hoja del libro, se desesperó y se paró para ir al baño, echarse agua, para ver si así se sentía mejor; se paró con rapidez y en ese momento todo se empezó a poner oscuro, se sintió débil y un extraño zumbido en el oído.

Ella cayó al suelo, golpeando su cabeza con uno de los asientos de la sala de espera, provocándose una herida; las enfermeras y la doctora que era su jefa corrieron atenderla, la levantaron y la llevaron al consultorio, le tomaron la presión, pasaron un algodón por su nariz y ella empezó a despertar. Sahara se sentía confundida y muy cansada, en ese momento escucho a la doctora.

· Sahara, como te sientes, debes de cuidarte, en tu estado no es bueno que te exijas de más.

· Doctora, disculpe ¿en mi estado? ¿A qué se refiere?

· Sahara, ¿no me digas que no sabes?, es raro que no te hayas dado cuenta de tu embarazo, eres casi una doctora, solo te falta el título; bien dicen que los médicos somos los peores en mirar por nuestra propia salud. Yo no me puedo equivocar, tu pulso, tu desmayo y hay que ver que otros síntomas has tenido.

· No, esto no puede ser cierto, esto no me puede estar pasando, por favor no me diga esto.

Sahara empezó a llorar, estaba desconsolada, la doctora le trajo un té, para que tratara de calmarse y después de que ella se medió calmo, le dio una prueba casera para que se hiciera la prueba; ella la tomo e insegura se fue al baño del hospital, se hizo la prueba se sentó en la taza del baño a esperar el resultado. Pasaron 5 minutos y ella no se atrevía a ver los resultados, estaba insegura de ver, en ese momento la puerta del baño la tocaron, escucho la voz de la doctora.

· Sahara, hermosa, sal, déjame acompañarte, déjame apoyarte, por favor sal.

Sahara salió del baño, estaba llorando y la prueba de embarazo la traía en la mano, aún no miraba el resultado; la doctora tomo la prueba, suspiro profundamente, mira la cara de Sahara tan desencajada, llena de miedo, se dio cuenta de que ese no era un embarazo que ella quisiera y con su voz seria le dice.-

· Sahara, tú estás embarazada, dime, ¿acaso el papa del niño, te dejo?

1
Angela Esis
Excelente novela gracias por compartirla bendiciones!! 👋👋👋👋
Ana Dos Santos
Excelente
Anonymous
No parece médico Todo le espanta 🙃
Maria Elena Ordenes Blanchet
Excelente
Abdilmar Rodriguez
Un poco larga y poca acción, pero si me gusto...
Abdilmar Rodriguez
Muy linda novela, un poco larga y poca acción. Pero si me gusto. gracias por compartirla✨💖
Martha Navas Pinilla
Muy linda tú novela, gracias por compartir, felicitaciones.
Angela Esis
Escritora te pasastes con lo mojigata del personaje de Sahara 🤭
Anonymous
Que mina Mo guarda secretos
Anonymous
Que desvergonzado es
yileiby medina
excelente
Alicia Sciarrotta
MUCHAS GRACIAS AUTORA MUY BUENA TU NOVELA TE MANDO MIS BENDICIONES PARA QUE SIGAS ESCRIBIENDO TAN BIEN FELICITACIONES 👏 👏 👏
nik: hola hermosa Alicia sciarrotta, muchas gracias por tus comentarios y apoyo ☺️
total 1 replies
Alicia Sciarrotta
MUCHAS GRACIAS
Luz Mendoza martinez
muy mogigats
Carolina Elizabeth Brizuela Villarreal
Excelente
Anonymous
✔️
Beatriz Mas
Excelente
Rosalinda Girbal
hermosa historia de amor limpio al que la maldad no pudo dedtruir felicidades
nik: hola hermosa Rosalinda, muchas gracias por tu apoyo y tus comentarios.
espero la segunda parte sea de tu agrado.
total 1 replies
Lisnel Herrera Mogollon
excelente
Omaira Llamozas
Excelente
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