Um Filho De Presente Para O CEO

Diana

No imaginé que mi día fuera una mezcla de locuras, de repente me vi involucrada en una pelea infantil que terminó en la dirección, sin trabajo y en cuestión de segundos con un nuevo empleo. Sin duda, este día daría para un libro.

La señora me hace prometer que iré temprano a su mansión para comenzar el día juntas y conocernos mejor, su nieto no parece muy contento, pero ya he notado que la señora Abby es muy traviesa y creo que incluso el arrogante y presuntuoso debe estar de acuerdo en que una mujer necesita compañía.

-No necesito, puedo ir yo sola desde aquí, su abuela necesita cuidados -le digo cuando el guapo se ofrece nuevamente a llevarme. Siento una irresistible necesidad de desobedecerlo, ya no me reconozco.

-Nada de eso, querida -protesta doña Abby, siendo apoyada por su nieto que la abraza. Ella es alta, me consideraba alta con mis 1.70, pero ellos parecen gigantes en comparación conmigo. Doña Abby parece tener unos diez centímetros más que yo-, vaya, querido, acompaña a nuestra joven hasta su casa, y mañana mi chofer irá a buscarla.

Ella dice y señala a un hombre elegantemente vestido, al igual que el señor Brandon, el mayordomo. Me pregunto si tendré que vestirme elegantemente también, porque si eso sucede, seguramente perderé otro trabajo. En cuanto los vi, miré mis jeans que han visto días mejores, pero la vergüenza fue lo último que pasó por mi mente.

Warren me mira como si suplicara que no rechace la oferta de la señora de enviarme un conductor porque aparentemente doña Abby es tan terca como él. Nos despedimos y vamos hacia la camioneta de ese atractivo hombre, esta vez voy en el asiento delantero.

El camino parece diez veces más largo porque el tráfico a esta hora no ayuda y el silencio es ensordecedor. De vez en cuando vuelvo mi mirada hacia él y su ropa, lleva un conjunto totalmente negro, a diferencia de los trajes, él utiliza jeans, camisa y chaqueta de cuero. Sus músculos son los más fuertes que mis ojos han tenido el placer de conocer, sus anchos hombros lo harían representar perfectamente a un dios griego en películas o series.

-Conozco toda tu vida, Diana Cristine Taylor, así que no pienses en hacerle nada a mi abuela, ella no puede salir lastimada, mantén un ojo en ella todo el tiempo que puedas -comienza a hablar en cuanto el auto se detiene, abro los ojos sorprendida de que él sepa mi nombre completo y cómo obtuvo esa información si en ningún momento lo mencioné.

-Sí, señor, si conoce toda mi vida entonces debe saber que soy honesta y que necesito mucho este trabajo, haré lo imposible para salirme bien -le digo mirándolo a los ojos tempestuosos. Parece gustarle mi respuesta y luego abre la puerta del auto para permitirme salir.

-Le informaré a mi madre tu dirección y número de celular, John irá por ti a las siete en punto -advierte y solo asiento, sin preocuparme de cómo obtuvo incluso mi número de celular.

Camino hasta mi casa, tan pronto entro por la puerta del edificio, el auto de él se aleja. Subo corriendo las escaleras aun sintiéndome confundida acerca del día de hoy y entro a casa notando que mi hermano aún no ha llegado, por las tardes siempre se queda jugando en la casa de la vecina de al lado con su hijo de la misma edad.

Me tomo una ducha fría ya que la calefacción del edificio está rota, así que mi baño es rápido. Tan pronto salgo del baño, leo un mensaje de Mag preguntando si estoy bien, respondo que sí y voy a preparar la cena.

-Te amo, molesta -mi hermano me abraza en cuanto me doy cuenta de su presencia y me asusto, pero luego le devuelvo el abrazo. Esta declaración suya es solo porque estoy haciendo lasaña de jamón y queso, su comida favorita.

Mi hermanito aún sufre mucho por el abandono de nuestra madre, trato de darle todo el amor que tengo, pero sé que no es suficiente.

- ¿Cómo fue tu día? -pregunto, pero él parece no querer hablar de eso, nunca quiere hacerlo. Antes era un niño alegre, a los diez años era un niño dulce, le gustaba conversar y compartir la habitación conmigo cuando tenía pesadillas y se escapaba a mi cama. Compartíamos la misma habitación, pero ahora él se mantiene alejado de todos nosotros. Nuestro padre dijo que está trabajando temporalmente en el taller y que llegará a cenar en media hora. A veces tiene momentos en los que quiere dejar la bebida, pero no siempre logra mantenerse alejado. -Mi día fue muy confuso y agitado -comienzo, llamando su atención. Parece estar curioso. -Me despidieron y luego fui contratada de nuevo por una señora muy amable.

- ¿Vas a ser de esas chicas que pasean por el parque con los viejos? -pregunta, y no puedo evitar reír, mi hermano se ríe y en poco tiempo nuestro padre llega del trabajo y empieza a hablar con nosotros. Le explico cómo funcionará mi trabajo a partir de ahora.

Mi padre dice algo que me hace llorar un poco antes de dormir, me dice que se enorgullece de mí y que una vez más intentará mantenerse sobrio para ayudarme, porque ve cuánto me esfuerzo por nuestra familia.

Solo quiero que él logre hacerlo, que vea que sin ayuda de un tratamiento no mejora, y ahora espero tener las condiciones para pagarle un tratamiento. Antes de dormir, los oscuros ojos azules de cierta persona arrogante llenan mis pensamientos.