En el corazón de la región de San José de Lunar,donde la naturaleza es generosa y la pasión es intensa, se encuentra la historia de Natalia una joven valiente y determinada que se embarca en un viaje transformador.
Con un pasado marcado por la pérdida, Natalia deja atrás su vida, para luchar con un mundo que no reconoce la mujer, pero no estará sola en este camino
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ENCUENTRO CASUAL
Los días para Natalia transcurrían lentos y sin ninguna motivación. Sus hermanos la convencieron de que volviera a casa, aunque Osvaldo no se opuso, evitaban decirse palabra.
Natalia se sentía ahogada sin poder hacer nada. Se la pasaba encerrada en su habitación y las pocas veces que salía era por obligación su madre y cuñadas, pero solo le recordaba la tortura que estaba viviendo.
Santiago buscaba la manera de encontrarse con Natalia, pero no sabía cómo acercarse a ella. Sabía que para Natalia su presencia le molestaba, entonces preferiría estar distante y verla de lejos para no incomodarla.
____ Señorita, ¿busca un caballo para montar?___ preguntó el empleado, acercándose a Natalia, quien entraba al establo.
___ ¿Puedo? ___ preguntó Natalia, con un poco de recelo.
__ Claro, se lo entregaré listo.
Natalia cabalgo sin rumbo por las inmensas Llanuras llenas de ganado; el viento parecía jugar con su larga cabellera. Ese era el mundo que anhelaba: Ser libre. Todo lo que veía, aunque diferente, le recordaba su vida llena de lucha por hacerse un camino entre un mundo marcado por el machismo.
No sabía cuanto tiempo pasó, en las grandes Llanuras se encontraba una colina, en donde había un inmenso árbol que con sus extensas ramas cubría, toda la sobresaliente loma. Natalia estaba maravillada con su semejante hermosura. A pasos lentos y descansados en su caballo, decidió adelantarse y debajo del majestuoso.
Pero, para su sorpresa, estaba allí recostado junto a las raíces la persona a la que menos quería ver. Natalia miró desde su caballo a Santiago, quien, con mucho asombro se inclinó para asegurarse de que no fuera un sueño.
___ Parece que el destino, es quien quiere que nos encontremos___ dijo Santiago.
Natalia miró a Santiago con desdén, sin bajar de su caballo.
___ Esto no puede ser ___ dijo Natalia con voz fría.
___ Está vez, no puedes culparme de perseguirte yo llegué primero ___ respondió Santiago.
___ No me importa quién llegó primero __ dijo Natalia, dándole vuelta a su caballo.
___ Espera, espera, no tienes que irte. ¿Por qué te molesta tanto mi presencia?. No recuerdo haberte hecho algo malo___ preguntó Santiago, quien se encontraba de pie junto al caballo donde se encontraba Natalia.
___ No tengo por qué darte explicaciones de por qué me caes mal; solo lo siento y ya. Si sabes que me molestas, ¿por qué te cruzas en mi camino?___ respondió Natalia.
___ Cambiaré esa imagen que tienes de mí. Desde el día que nos conocimos estás indispuesta conmigo. ? Por eso fingiste que no me recordabas?___ preguntó Santiago, sosteniendo las riendas del caballo que montaba Natalia.
Natalia soltó una entusiasta carcajada y le contestó: ___ Piensas que fingí no recordarte a propósito. ¿ Quien te crees? para mí, solo eres solo un hombre cualquiera; pasas desapercibido para mi memoria. No te creas la gran cosa; por lo menos para mí, no lo eres ___dijo Natalia, arrebatando las riendas de las manos de Santiago, borrando su sonrisa y mostrando su habitual frialdad.
Santiago sentía que su cose quería salir del pecho, sentía mucha atracción por ella. Aunque sus palabras eran frías y cortantes, le transmitían una sensación de que no todo era cierto. Deseaba con toda el alma descifrar esos ojos negros que brillaban cada vez que se enfurecia.
___ Haré que cambies de opinión y reconozcas que si me recordabas ___ dijo Santiago sonriendo.
___ Puedes hacer lo que te dé la gana; no tienes idea lo que te espera. Terminarás buscando los concejos y los pantalones de papi, para que te ayude a librarte de mí. Ya lo verás ___ le dijo Natalia, imponiendo miedo.
Pero Santiago solo veía, y aumentaba las ganas de bajarla del caballo y robarle un beso, tanto que solo la idea, lo hizo estremecer y excitar.
___ No espero menos de ti, no me equivoco cuando digo que eres una Amazona. Se que pelearas con todas tus fuerzas; yo haré lo mismo, pero a mi manera___ contestó Santiago.
___ Ya veremos cuánto aguantas ___ dijo Natalia, dando vuelta a su caballo.
__No olvides que ya falta poco para nuestra boda ___dice Santiago en voz alta, pues Natalia ya se había ido.
___ ¡ Ay, Dios! no entiendo la sensación que siento cuando veo este hombre; me irrita, lo odio... ___ peleaba Natalia en sus pensamientos.
Las dos familias anunciaron la boda ante todo el pueblo, quien no salía del asombro. Todas las mujeres estaban muy selosas, argumentaban por qué un hombre como Santiago se casaría con una mujer tan ordinaria, mal humorada y egocéntrica como la hija de los Jiménez, según ellas.
Entre ellas se encontraba Analia, quien buscaba de todas las formas posibles de encontrarse con Santiago, pero el huía siempre.
En el bar más popular del pueblo, departian Santiago y Ricardo unos tragos después de un largo día de trabajo.
___ Santiago, dinos que no es cierto que te casaras. Mira cómo se encuentra nuestro corazón, muy destrozado ___comentaron unas chicas insinuandose a Santiago, quien, con brusquedad las apartó, pues una de las chicas le había tomado una mano a Santiago y la llevó
en dirección a su pecho. Pero ante el rechazo de Santiago decidió quedarse quieta.
___ Es verdad, me casaré en 5 días, me disculpo, pero tengo que irme. Vamos, Ricardo ___ dijo Santiago, dejando a las chicas plantadas y muy molestas.
no tengo estrellas por eso te mando medallas