EL AMOR DE SEBASTIÁN

Sebastián.

Si esto es solo un sueño, quisiera nunca despertar.

Sentir su cálido abrazo eriza toda mi piel, mi corazón late sin control, quisiera que nunca acabe este momento mágico.

Dándome la vuelta, pude observar esa alegría en sus ojos, no puedo describir lo que este latente corazón está sintiendo, un impulso de abrazarla se apodera de mi ser, pero reprimo todo pensamiento, no quiero asustarla, poco a poco me iré ganando su corazón.

"Sin saber que desde hace muchos años tiene ganado ese corazón que solo se ha reservado para él"

Sebastián - Ven toma asiento, creo que nos debemos mucho después de 15 años.

- Tenemos muchas cosas por hablar, historias por contar.

Akira - Me dirás ¿por qué fallaste a tu promesa?

Sebastián - Eso y todo lo que quieras saber.

Akira - OK entonces puedes empezar por decirme la razón de tu falta, ese sería un buen consejo.

Sebastián - Muy bien, si así lo quieres, entonces te lo diré.

Aquel día cuando nos conocimos, mis padres se acaban de casar y justo en ese hotel se llevaba a cabo la celebración..... Yo al ser un niño algo travieso - sonriendo ante su recuerdo.. Decide dar un paseo, lo cual me llevó hasta a ti, después de despedirnos mis padres obviamente me pusieron un castigo y fue levantado una semana después, pero para esos días ya había recibido una beca donde saldría a estudiar fuera del país, así que tuve que marcharme y faltar a nuestra promesa.

- Siento mucho si te hice esperar por muchos años - Tomándola de la mano justo donde yace su brazalete.... Veo que lo cuidaste mejor que yo.

Akira — ¡Como no!, ¡si es mi mejor recompensa!. ¡Te lo dije, si faltas será mío.! Además, todos estos años tenía la esperanza de que vuelvas y cumplas con tu promesa, pero ahora ya estás aquí, podría.... - intentando sacarla de su mano.

Sebastián - Te queda muy bien..

- Tomándola de la mano. - consérvala siempre.

Sonrojada ante su repentino acto, agacha la cabeza para no ser vista, pero nada se escapa de los ojos de Sebastián, quien se le dibuja una sonrisa que inmediatamente es borrada.

Sebastián - Bueno ahora cuéntame de ti.

Akira - No tengo mucho que contar, como te lo dije anteriormente soy huérfana de padres y solo vivo con mi abuelita y mis hermanos.

Sebastián - Tu novio no cuenta como parte de ti familia?

Akira — Novio? Que va, aún no forma parte mi vida, mucho menos de mi familia.

Sebastián - Entonces.... ¿Quieres decir que aún nadie es digno de formar parte de tu vida?

Akira - Cuando encuentre al correcto, sabré si es el correcto o no, además ya tengo a alguien que............. "Hay no, pero que estoy diciendo." No, no me hagas caso, no hay nadie.

Sebastián - Ok, entonces te parece si te invito a comer?

Akira - oh no, debería trabajar, si no hay nada más, me retiro.

Sebastián - Bueno a esta hora normalmente ya todos están en el restaurante degustando de sus alimentos.

Akira - Pero si no...... ¡Oh por Dios! ¿cuánto tiempo estuvimos hablando?

Sebastián - lo suficiente como para darme cuenta de muchas cosas - poniéndose de pie. - ahora vamos te invito a comer.

Ante la mirada de uno que otro que aún estaba en la empresa salieron a comer.

Toda la comida se la pasaron poniéndose al corriente de todo, para muchos era una sorpresa que su CEO sonría, pero para otras era un fastidio verlo con alguien más, en especial su ex secretaria a quien había degradado un puesto más abajo.

La vida para Akira dentro de la empresa iba a hacer un completo reto por una secretaria celosa.

Volvieron a la oficina y se pusieron a trabajar, desde el momento en que se ocupó de todo tipo de documentación se concentró tanto en el trabajo que no se dio cuenta de la hora.

Al percatarse que todo estaba en silencio miró la hora, dándose cuenta de que ya era pasado las 7 de la noche, por lo que recogió sus cosas y salió corriendo, sin darse cuenta choco con algo tan duro que casi se va al suelo, pero una mano rápidamente la rodeo por la cintura evitando que choque con el suelo.

Aun agachada y conmocionada por tal suceso, avergonzada pidió disculpas.

Akira - Lo siento, no lo vi.. - Sin atreverse a ver a la persona que la sostenía.

Sebastián - ¿Por que corres tan de aprisa? ¿Acaso te sigue el cuco?

Akira - ¡Oh, eres tú!, que susto me llevé, creo que era algún desconocido, además porque te atraviesas en mi camino, se me hizo muy tarde, debo irme.

Sebastián - Espera, yo te llevo, a esta hora es muy difícil encontrar un taxi - Lo dice observando su reloj de pulsera.

Akira - No, no te molestes, debes tener cosas que hacer, vuelve primero que yo esperaré a último colectivo, no debes preocuparte.

Sebastián - No acepto un no por respuesta, además sería como parte de pagar mi promesa.

Akira - Mmmm pensándolo mejor, está bien, ahora si no te molesta ya puedes soltarme.

Sebastián - Lo.... lo siento, no me había dado cuenta, "si supieras que no quisiera nunca soltarte" entonces, vamos.

Salieron juntos hasta el estacionamiento donde ya les esperaba el chofer, listo para ser llevados.

Sebastián - Puedes ir a descansar, hoy conduzco.

Gael - Como diga señor.

Una vez en el auto.

Sebastián - Bien, me dices por donde debo ir?

Akira - Este...... Mi hogar queda un poco lejos, - agachada la cabeza. Creo que debería ir en el colectivo.

Sebastián - No importa, tengo todo el tiempo, así que dime por donde ir.

Así lo hizo, dio su dirección y avanzaron todo el camino, una hora después estuvieron llegando a la aldea por donde debería cruzar para poder llegar hasta su hogar.

Sebastián - Estás segura que aquí es?

Akira - Si, solo debo caminar un par metros y llego a casa, no deberías de preocuparte.

Sebastián - Bien, en ese caso, te acompañaré.

Akira - Oh no! No hace falta, puedo ir sola desde aquí. "No quiero que el insoportable de Felo salga con sus estupideces" además ya es muy tarde, mañana debemos estar temprano en la empresa, estaré bien, conduce con cuidado. - Le dice bajando del auto.

Sebastián - Espera.. - Bajándose del auto.

Akira - Que........... - Es tomada por sorpresa..

Sebastián - Gracias por esperarme durante todos estos años. - Abrazándola delicadamente.

Akira - No hay de que agradecer, bueno ve con cuidado... - Planteándole un beso en la mejilla, sale huyendo en dirección a su hogar.

Pero no muy lejos un Hombre observa la escena lleno de rabia y celos por lo presenciado.