Un Amor Nada Ordinario

Sebastián

Después de despedir a Leilani, no podía dejar de pensar en ella. un:

Después de 3 hrs. intente marcarle, quería saber cómo le fue y si llego bien a casa, la extrañaba, está chiquilla es única, ella es inteligente, es hermosa, es sencilla e impulsiva.

Le marco a Mark, el es mi mejor amigo y también mi abogado, le cuento sobre el acuerdo con Leilani y que necesitaba una copia bien redactada para llevarla para que firme lo más pronto posible, antes de que se arrepienta, haría un viaje a cada estado y conocer el lugar donde viven los nuevos empleados, con el pretexto de hacer más acogedor su estancia en Monterrey.

Son las 6:30 de la tarde, recibo la llamada de Leilani, ella me cuenta sobre la visita de su ex, lo cual me pone celoso, necesito verla cuanto antes con el contrato y le aviso que el diez días estaré con ella.

Al terminar la llamada recibo un mensaje, hijo estamos en Cancún de vacaciones, te vemos en el Restaurante a las 8:00pm. Necesitamos hablar.

Un dolor de cabeza me invade, ya van a comenzar con el tema del matrimonio, no veo la hora que Leilani firme y les diga que pretendo a alguien.

Llegué a la cena, saludé a mis padres, empezó la cena, mi padre pregunto por los nuevos empleados y cuál era mi opinión de ellos, sobre todo de la persona que trabajará asistiendome.

-Padre no puedo negar que este año los chicos están muy preparados, pero ninguno se compara con la destreza y visión que tiene la srta. Leilani

-Con que Leilani se llama, es un bello nombre, pero dime hijo ¿es bonita?Pregunta mi madre

-Es una chica atractiva y muy inteligente.

-¿De dónde es?-Pregunta mi padre

-De Oaxaca, estudia en el tecnológico, ella llego becada al 50% quiere decir que es una chica disciplinada y competitiva para haber llegado hasta aquí con sus recursos.

-Se oye interesante y ¿sus padres a que se dedican?

-Realmente no se, pero no creo que sean personas conocidas, ¿por qué la pregunta?-Ya me imaginaba que iban a decir.

-Pues tú dices que necesitas llevar la empresa en alto y por eso no quieres casarte, pero si te casas con alguien como esta chica, yo sé que nuestras empresas crecerían, se ve que está muy preparada, es la primera mujer en ocupar el puesto de asistente en presidencia, casi siempre son hombres y que tal si lo intentas y se enamoran- Dice mi padre

-Padre no es momento de hablar de matrimonio porfavor, entiendan que no me interesa.-Estaba ya algo molesto

-Hijo, por lo que describes esta chica tiene un gran potencial, y si es bonita que bueno, el dinero que ella tenga no nos importa siempre y cuando sea una gran mujer capaz de estar contigo en las buenas y en las malas y que nos de muchos nietos.- Dice mi madre

Estoy a punto de querés despedirme cuando suena mi celular, me salvó la campana, conteste de mal humor, ya que mis padres eran personas muy necias, lo que me dijo hizo que recordara que no me había puesto protección el día que estuvimos juntos, podré casarme con ella pero no quiero tener hijos, no quiero ser padre aún, ella tiene un futuro brillante como para empezar a cambiar pañales.

Al colgar mi madre pregunta quién era, yo le dije que era Mark de un asunto privado.

La cena transcurrió de lo más normal, era mi última noche en Cancún, mañana debía volar a Puebla para mi primera parada con el primer chico, así pasaron los días en Guadalajara, Tabasco, Veracruz... Ya por fin a Oaxaca, muero por verla, decidí comprarle unas flores para su madre y comprar un vestido para ella.

Al bajar del avión empiezo a buscarla y ahí está, tan bella con un vestido blanco.

Le estrecho la mano, ahí está un taxi esperando, llegamos a una casa muy bonita con un pequeño jardín lleno de flores, la fachada era blanca, le entregué las flores a la mamá de Leilani y el presente a ella, conviví con sus padres, ellos eran muy amables y sonrientes.

-Leilani, traigo de una vez los contratos que debe firmar, mi abogado nos espera en un Restaurante cerca para que se aliste.

-Claro que si Jefe, en un momento vengo.

Ella subió a cambiarse con el vestido que le regale, se que se vería hermosa. Me dirigí a su padre, asegurándole que la traería de regreso al terminar la cena con el abogado, él solo me recomendó que la cuidara mucho, ella era su única hija y era lo más preciado de su vida.

Me sentía raro, que diría el día que me la entregue vestida de blanco, me llevaría a su único tesoro.

No sabía que cara poner cuando la vi, no quería que sus padres pensaran mal, ella se despidió de sus padres y que al rato regresaba, llegamos a un restaurante con una hermosa terraza, ahí estaba Mark esperando.

-Mucho gusto srta Ferrer, Mark Fuentes, soy el abogado personal de Sebastián.

-Mucho gusto.

Nos sentamos y Sebastián dijo que los papeles que firmaría serían los del acuerdo para casarnos y los del matrimonio.

El primer acuerdo estipulaba que Leilani aceptaba casarse en las fechas de marzo y serían novios todo este tiempo, el compromiso era irrompible, la boda se llevaría a cabo a como de lugar.

El segundo acuerdo estipulaba un matrimonio sin fecha de termino, se podían divorciar en el momento que alguno quisiera, aparentarian ser la pareja perfecta ante todos y no habría hijos en el matrimonio, así como que serían por bienes separados .

Leilani

Pensaba en todo, si yo hacia lo correcto, pero recordando a Alberto y con un hoyo en el corazón firme sin más.

Al terminar de firmar Mark se retiró dejandonos solos a Sebastián y a mi

-¿Estás bien?- me dijo Sebastián.

-Si, solo que yo me imaginaba casarme con alguien con quién yo amará y ser feliz como mis padres, no por un contrato.

-Ya verás que no será tan malo, aún tendrás muchas libertades.

-Lo se pero no puedo evitar sentirme así.

-Ya no puedes arrepentirte, has firmado, todo saldrá bien.

Cenamos tranquilamente y charlamos felizmente, cuando alguien se acercó a nuestra mesa.

-Leilani, ¿qué haces aquí con este tipo?

Al oír esa voz me quedé en shock, me di la vuelta y lo ví, era Alberto, estaba muy bien vestido, no sabía que decir, quería que la tierra me tragara, pero caí en cuenta que estaba con Sebastián, debe de ser incómodo para el también ¿Qué rayos debo hacer o decir? Las palabras no parecen salir de mi boca, estoy entrando en pánico, cuando de repente escucho a Sebastián hablar...