La historia más cliché del año", así la describiría Carla... pero, ¿qué pasa cuando los villanos cuentan su versión?
pero ¿qué pasa cuando se ve desde los ojos de Kiara? Una joven obligada a comprometerse con el príncipe a los 15 años por decisión de su padre, quien en secreto ama al hombre con el que está destinada a casarse. Todo cambia cuando Marionela entra en escena. Su aparente dulzura esconde un lado oscuro que Kiara conoce de primera mano, pues es ella quien comienza a manipular al príncipe y convertir la vida de Kiara en un caos.
La gota que colma el vaso llega cuando Marionela, en un acto calculado, se envenena para culpar a Kiara. La supuesta villana es acusada injustamente, encarcelada y casi ejecutada, pero logra reducir su sentencia. Allí, en el calabozo, un golpe la despierta a su vida pasada y con ello, un propósito claro: cambiar su destino .
este historia está completa
NovelToon tiene autorización de andrea para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
capitulo 8 _ la llegada a la fortaleza
La llegada a la fortaleza
La fortaleza en la frontera del imperio era una construcción imponente, rodeada de muros altos y vigilada por soldados que parecían siempre alerta. Era un lugar estratégico, no solo para defenderse de posibles invasores, sino también como centro de comercio y comunicaciones.
Sin embargo, la tensión en el ambiente era palpable. Algo estaba mal.
La primera noche en la fortaleza, mientras los consejeros discutían informes en la sala principal, yo me quedaba observando desde las sombras, escuchando en silencio. La conversación giraba en torno a movimientos inusuales en las tierras vecinas, rumores de bandidos y mercenarios que parecían estar reuniéndose cerca de la frontera.
—Necesitamos reforzar las defensas —dijo uno de los generales, golpeando la mesa con el puño—. No podemos permitir que esto se convierta en un problema mayor.
Ian, sentado al final de la mesa, escuchaba en silencio, con los dedos entrelazados frente a él. Finalmente, habló.
—Si reforzamos las defensas sin entender lo que realmente está ocurriendo, podríamos provocar una guerra innecesaria. Quiero información. Precisa y confiable.
Fue en ese momento cuando se volvió hacia mí, sorprendiendo a todos en la sala.
—Kiara, acompáñame.
Los murmullos comenzaron de inmediato, pero Ian no les prestó atención. Salí detrás de él, intentando ocultar mi propia confusión. ¿Qué tenía en mente?
Cuando estuvimos solos en uno de los pasillos, Ian se detuvo y me miró directamente.
—Tengo razones para creer que alguien en esta fortaleza está pasando información al enemigo. Necesito a alguien que pueda observar sin ser observado. ¿Puedo confiar en ti?
Lo miré, sorprendida por su franqueza, pero también intrigada por la confianza que parecía estar depositando en mí.
—Confíe en mí, Su Majestad. No lo decepcionaré.
Ian ascendió, y su mirada pareció suavizarse por un breve momento.
—Bien. Entonces comienza esta misma noche. Averigua lo que puedas, y regresa con respuestas.
La misión secreta
Esa noche, mientras todos dormían, me deslicé por los pasillos de la fortaleza, moviéndose con sigilo y escuchando conversaciones susurradas entre los soldados y sirvientes. Mis instintos me llevaron a una bodega cercana, donde encontré a dos hombres hablando en voz baja.
—El pago llegará mañana. Solo necesitamos asegurarnos de que el emperador siga entretenido con sus consejeros mientras preparamos el ataque.
—¿Y qué hay de la Lombardini? La noble esa estuvo escuchando en la reunión.
—No importa. Nadie sospecha de nosotros.
Sentí que la sangre me hervía. Habían subestimado al "juguete" del emperador, pero pronto descubrirían su error.
Sin hacer ruido, regresaré a mis habitaciones y prepararé un plan. No solo informaría a Ian, sino que me aseguraría de que mi participación fuera clave en desmantelar esta conspiración.
Era mi momento de demostrar que no era solo una noble desterrada, sino una estratega capaz de enfrentar cualquier desafío. Y nadie, ni siquiera los conspiradores, podría detenerme.
Esa misma noche, después de escuchar a los conspiradores, fui directamente al emperador Ian. Sabía que las horas eran cruciales. Si esperábamos demasiado, podrían actuar antes de que tuviéramos oportunidad de detenerlos.
Me recibió en sus aposentos privados, un salón amplio pero austero comparado con la opulencia del resto de la fortaleza. Ian estaba sentado en un sillón de cuero, con una copa de vino en la mano y un mapa extendido sobre la mesa frente a él.
— ¿Qué tienes para mí, Kiara? —preguntó, levantando la mirada.
Sin rodeos, le conté lo que había escuchado en la bodega, cada palabra de los conspiradores grabada en mi mente. Ian escuchó en silencio, sus ojos oscuros fijos en mí, analizando cada detalle de mi relación. Cuando terminó, dejó la copa en la mesa y se levantó, cruzando los brazos.
—Sabía que algo había podido estar aquí, pero no esperaba que estuvieran tan cerca de atacar. —Se giró hacia la puerta y llamó a uno de sus guardias—. Prepare un grupo de hombres de confianza. Vamos a actuar antes de que ellos lo hagan.
— ¿Qué haremos exactamente? —pregunté, avanzando un paso hacia él.
Ian ligeramente, pero en su mirada había una mezcla de cansancio y resolución.
—Vamos a capturarlos. Pero quiero que tú estés ahí, Kiara. Esto no solo será una lección para ellos, sino también para ti. Necesitas ver cómo funciona realmente el poder en este imperio.