Transmigración: La Esposa del Tirano

*Arsen miró a Ryden con una mirada complicada. Vio un atisbo de ira\, tristeza y decepción en su rostro. En verdad\, esta vez Arsen recibió esa mirada de Ryden*.

"Ryd... tú..."

"¿Qué significa esto, Arsen? ¡¿Qué significan las palabras de Leon?!", dijo Ryden inquieto. Miró incrédulo a su amigo. Su mano se cerró en un puño perfecto.

*Arsen negó con la cabeza con fuerza. "¡No escuches lo que dice Leon\, Ryd... ¡Yo nunca te traicionaría!"\, dijo Arsen\, tratando de convencer a Ryden. Caminó con cuidado hacia Ryden\, que permanecía en silencio con el rostro sombrío*.

"Ryd, yo-"

"¡Sí! ¡Arsen fue quien me dio información sobre el paradero de Caroline!", interrumpió Leon, haciendo que Arsen le lanzara una mirada fulminante.

"¿Qué estás diciendo? ¡Nunca te dije eso!", espetó Arsen, furioso.

"¿Entonces? ¿Qué me enviaste la otra vez? ¡¿No fue porque eres demasiado estúpido, Arsen?!"

*El cuerpo de Arsen se tensó. "¡No\, nunca te envié nada!"\, negó Arsen. No le había enviado ningún mensaje a Leon\, ¿para qué iba a enviarle un mensaje a ese cabrón? Era completamente inútil*.

"El mensaje contenía la dirección del lugar donde estaba Caroline. ¡Y sí recibí ese mensaje de ti!", explicó Leon. De hecho, antes había recibido un mensaje de un número desconocido que mencionaba el nombre de Arsen y la dirección de Caroline. Al principio no se lo creyó, pero lo comprobó y era cierto. "Si no me crees, tengo pruebas. El número termina en 295, ¿verdad?", continuó Leon con sarcasmo. Estaba seguro de que la amistad de sus dos rivales se rompería.

"¡MALEDUCADO!

¡ZAS!

¡ZAS!

¡BRAKKK!!

*Ryden golpeó a Arsen ciegamente. No daría ninguna oportunidad a un traidor que había matado a su amante*.

¡BRAKK!!

*Finalmente\, Ryden arrojó a Arsen contra la puerta. El sonido del golpe\, muy seco\, hizo que Leon riera felizmente para sus adentros*.

"¿Por qué... por qué me traicionaste, Arsen?", susurró Ryden con rabia. Sus ojos miraban fijamente como láseres que podían atravesar a un hombre. Miró con tristeza a su amante, que yacía impotente, y luego su mirada se dirigió a Arsen, que estaba magullado, haciendo una mueca de dolor al sentir el cuerpo destrozado.

*Ryden apretó los puños\, con el corazón dolorido. Su amada había muerto trágicamente delante de él\, y el amigo en quien más confiaba había traicionado su confianza. Estaba decepcionado. Odiaba esa situación. "¡¿POR QUÉ\, ARSEN\, POR QUÉ?!"\, gritó con lágrimas corriendo por su rostro*.

*Arsen negó lentamente con la cabeza\, él también estaba triste. "Y-ya te lo dije\, Ryd... n-no lo sé... Lo siento... lo siento..."\, dijo con dificultad*.

"Durante toda mi vida, siempre te he sido fiel... t-te quiero como a un hermano. N-no me gustaba Ca-Caroline, pero todavía estaba cuerdo..." Antes de que Arsen pudiera terminar de hablar, sus ojos se abrieron de par en par al ver a Leon sacar una pistola y apuntar a Ryden.

"¡RYDENNNN!!!"

***¡Pum! ¡Pum!***!!

"Ar-arsen...", susurró Ryden en estado de shock. Se sorprendió mucho cuando Arsen se levantó de repente y lo abrazó. También se sorprendió mucho cuando, en un instante, Arsen se sacrificó por él.

*Arsen seguía abrazando a Ryden con fuerza. "T-todavía estoy lo suficientemente cuerdo como para no arruinar tu felicidad... Siempre te he considerado como mi h-hermano..."\, dijo en voz baja al oído de Ryden\, que escuchó claramente sus palabras*.

"Arsen... no, l-lo siento... tú, aguanta." Ryden negó con la cabeza y luego miró fijamente a Leon, que sonreía con suficiencia. Rápidamente sacó su pistola y apuntó a Leon antes de que éste volviera a dispararle.

¡Pum! ¡Pum! ¡Pum!

*Tres disparos\, dos en el pecho y uno en la cabeza. Los ojos de Leon se abrieron de par en par. El olor a sangre se hizo más fuerte\, ya que tres personas estaban sangrando mucho al mismo tiempo*.

*¡Brukk*!

*Arsen se desplomó\, y Ryden\, al verlo\, lloró aún más fuerte. "¡No! ¡ARSEN\, MANTÉN LOS OJOS ABIERTOS! ¡NO ME HAGAS VOLVER A PERDERTE! ¡TE PROMETO QUE INVESTIGARÉ ESTO!"\, gritó Ryden mientras abofeteaba la mejilla de Arsen. Sus manos temblaban al ver la sangre empapando la camisa blanca de Arsen. Sacudió el cuerpo de Arsen\, haciéndole sonreír ligeramente*.

"Cu-cuida de Zyo...", susurró. Al verlo, Ryden negó enérgicamente con la cabeza.

"¡De ninguna manera! ¡Deberías cuidar de él tú mismo! ¡Es tan molesto!", rechazó Ryden de plano, y rápidamente levantó a Arsen para despertarlo. Estaban delante de la puerta.

"Yo, y-yo le di algo a Zyo... Espero que tú-"

Titt

Titt

Titt...

*Ryden y Arsen se sobresaltaron. "¡Oh\, no\, hay una bomba*!"

*Lentamente\, Arsen tomó las manos de Ryden. Intentó con todas sus fuerzas reunir sus últimas fuerzas. "Espero que siempre seas feliz\, Ryd..."\, dijo con una sonrisa\, mientras empujaba a Ryden fuera con todas sus fuerzas*.

"¡NOOO! ¡ARSEN, NO LO HAGAS!". Ryden gritó con lágrimas cada vez más intensas. "¡CAROLINE, ARSENN!". Ryden vislumbró una leve sonrisa en los labios de Arsen, que volvía a caer.

¡DHUARRRR!!

"¡NOOOO!!!!"

*La explosión hizo que Ryden saliera despedido un poco más lejos. También alcanzó a ver el cuerpo inerte de Arsen salir despedido hasta la puerta. Pero dado su estado\, era seguro que no tenía ninguna posibilidad de sobrevivir*.

"¡AAAAAHHH, ARSENNN! ¡CAROLINEEE!", gritó Ryden frustrado. Se levantó y corrió a trompicones hacia el fuego de la explosión.

"¡Señor, no vaya allí!". Los dos niños sujetaron a Ryden para detener a su amo. No querían que Ryden pusiera en peligro su vida.

"¡CALLENSE! ¡SUÉLTENME! ¡LOS MATARÉ SI ME DETIENEN!", espetó Ryden con rabia. Pero sus llantos volvieron a brotar al recordar que las dos personas más importantes de su vida habían tenido que morir para salvar la suya.

—Fin del flashback.

El cuerpo de Ryden tembló violentamente al recordar el oscuro recuerdo de su vida. Negó lentamente con la cabeza, tratando de controlar su corazón y su mente para que el trauma no volviera al recordar el incidente de hacía un año.

Caminó con dificultad, sujetándose la cabeza. Tanteó la mesita de noche de la habitación del hospital de Caroline. "No, ¿no debería estar aquí?", murmuró con la respiración entrecortada, mientras su cuerpo temblaba. Entró en pánico al no encontrar la medicina que siempre tomaba cuando tenía un ataque.

"Debe estar en mi habitación", murmuró Ryden, y salió de la habitación del hospital. Caminó lentamente, sin querer molestar el descanso de los demás. Otra razón era que no quería que nadie supiera de su enfermedad.

"Shhh, me duele mucho la cabeza..."

¡Brukk!

Ryden se desplomó, incapaz de seguir caminando. Se agarró la camisa con fuerza en el pecho. Sintió opresión en el pecho, temblores en el cuerpo y un fuerte dolor de cabeza.

"¡Rydenn!"

Esa exclamación hizo que Ryden mirara a la persona que había estado en su mente durante los últimos días. "Tú... ¿qué haces aquí a estas horas?", preguntó en voz baja.

"¿Todavía preguntas qué hago aquí? ¡Estoy aquí para protestar!", espetó la mujer, que no era otra que Savierra. "¿Qué te pasa? ¡No te hagas el débil, señor Ryden!", se burló con sarcasmo. A los ojos de la mujer, Ryden parecía muy débil. Y ésta era su oportunidad de desahogar su ira.

"Por favor..."

Los ojos de Savierra se abrieron de par en par, se acercó a Ryden e inclinó su cuerpo. "¿Qué has dicho?", preguntó.

"Por favor, ¡a-ayúdame a llegar a mi habitación!", dijo con dificultad. Realmente, en ese momento tenía que tragarse su orgullo y su aversión para poder deshacerse de esa maldita enfermedad.

Savierra se quedó callada. "*¿Qué le pasa a este hombre de hielo? Parece que tiene problemas. ¿Debería ayudarle o no?". Savierra dudaba: su conciencia le decía que le ayudara inmediatamente. Pero su mente le decía que lo dejara estar.

*¡Ya está\, finjamos que estoy en una misión para ganarme el corazón de mi marido!*\, pensó Savierra\, y rápidamente cogió la mano de Ryden.

"Date prisa, agárrate a mi hombro."

Ryden se agarró al hombro de Savierra. Se puso de pie con dificultad, ayudado por Savierra, que no paraba de quejarse.

"¡Pesas mucho! ¡Maldita sea!"

Ryden no respondió. Estaba tratando de recuperar el aliento, de controlar su corazón.

Después de luchar durante unos minutos, Savierra pudo respirar aliviada. Habían llegado a la puerta de la habitación de Ryden. Savierra abrió la puerta de la habitación de Ryden con el pie, haciendo que éste pusiera los ojos en blanco.

*¡Qué poco elegante!*\, pensó Ryden\, incrédulo.

Savierra acostó rápidamente a Ryden en la cama. No se olvidó de respirar hondo porque estaba realmente agotada. Su pecho subía y bajaba, y se secó el sudor que le caía por la frente.

"¡Dios mío! No puedo creer que te haya traído hasta aquí. ¡Tu cuerpo pesa mucho! ¡Sentí que mis huesos se rompían!", se quejó Savierra, molesta.

"Po-por favor, coge mi medicina de la mesita de noche", dijo Ryden, haciendo que Savierra cogiera a regañadientes una pequeña caja transparente que contenía unos objetos redondos. Sin decir nada más, se la dio rápidamente a Ryden.

"Be-bebe..."

"¡Tsk, qué molesto!"

•••