Desafiando Al Destino

Tarde dos semanas más para volver a casa, Tía Sam venía todas las tardes a hacerme compañía y aunque al principio me sentía extraño, porque no estaba acostumbrado a verla en esa faceta tan amable y cariñosa.

Al final caí rendido y pude dejar que ella cuidara de mi, me volví a sentir como un niño pequeño y esperaba con ansias que llegara la tarde para poder compartir con ella.

No había pensado mucho en Oliver, aún así, cuando ocurría no podía evitar sentir una punzada en mi pecho.

Pero apenas aparecía en mis pensamientos trataba de alejarlo lo más rápido posible. Todavía no quería lidiar con los problemas, estaba en una densa nube de incertidumbre que me mantenía anestesiado de todo y de todos.

Cuando volvimos a casa recordé mis últimos momentos ahí y no pude evitar sentir vergüenza por mis acciones.

Tenía que hacerme a la idea de que Oliver no iba a volver, yo no hice nada malo. Le entregué mi corazón, pude haber hecho más tal vez si.

No me arrepiento de amarlo, pero si de las decisiones que tome en mis momentos desesperados.

Suspiro, dejo las cosas en mi habitación y me recuesto. Quiero olvidar todo, quiero volver a empezar.

Tía Sam entra en la habitación y se sienta en el borde de la cama.

Prefiero hacer esto ahora, porque siento que también me estoy ahogando. Tenemos cosas de las cuales hablar, pero antes de todo quiero que sepas que te quiero como a un hijo. Haré todo lo posible por mantenerte a salvo y puedes confiar plenamente en mi. Suelta de corrido como si hubiera estado conteniendo la respiración por mucho tiempo.

Cuide de tu madre desde que era una niña, ella era prácticamente la hija que nunca pude tener. Mis intenciones al principio en esa familia no fueron honestas, no porque yo lo quisiera sino porque para eso me entrenaron. Pero el amor que encontré en esa familia y sobre todo en tu madre, hizo que cambiara mi percepción del mundo.

Pero todo cae por su propio peso, cuando eso ocurrió la única persona que pudo sentir compasión por mi fue ella, pero no había mucho por hacer así que me alejé de ellos y comencé a trabajar en el hogar de niños.

Traté de olvidar todo lo relacionado con tus padres porque no me sentía digna de estar cerca de ellos por eso no sabía de tu existencia, cuando todo estalló me enteré casi al final cuando tu madre decidió dejar luchar.

Fue tanto mi arrepentimiento que creí que iba a enloquecer, fue entonces cuando te vi y me enteré de que mi niña había dejado descendencia.

Tú eres idéntico a tu madre, quisiera decirte que fui yo quién te salvó, pero la verdad es que tú me salvaste a mi.

En memoria de ella prometí cuidarte y ayudarte a ser un hombre de bien, pero mientras ibas creciendo me di cuenta que tu convicción era fuerte. El querer limpiar el nombre de tu familia, darle la dignidad a la muerte de tus padres que les había sido negada.

Yo seré tu escudo y tu espada, esa ha sido mi promesa. Mientras esperaba a que fuera el momento me he dedicado estos años a buscar la información para ayudarte a destruir a quienes traicionaron a tu familia.

Pero jamás me imaginé que te involucrarías directamente con el hijo de la familia que más daño te ha hecho. Terminó ahogando el sollozo.

Mi corazón latía rápido, doloroso en mi pecho como un pájaro enjaulado.

No podía procesar esa información, sabía que lo Tía no era cualquier persona porque su actuar nunca fue normal, pero de ahí a ser alguien de quién tener cuidado había un abismo de diferencia.

Creo que te equivocas, Oliver es solo un chico normal como yo... Ambos estábamos becados, creo que hay un error en tu información dije en voz bajita.

Cariño, sé que quieres creer que todo lo que dijo era real, pero la única verdad es que no sabes nada de él. La razón de eso fue que jamás confió en ti, nunca te vio como pareja potencial y la razón de eso es porque es el tercer hijo de la familia más poderosa de este país. Jamás podría ser pareja de alguien sin estatus. Dijo con voz suave, pero firme. No había dudas en sus palabras.

Nos amamos... Yo sé que fue real.. Entonces entendí las palabras que dijo Camila, fui solo un chiste para Oliver.

Mi Tía me tomó de las manos y continuó hablando. Escúchame hasta el final, no es solo de un niño rico del que te estoy hablando. Sino de la familia que asta detrás de él.

El padre Omega de Oliver se llama Javier Derian, la familia Derian tiene una largo historial de entregar a sus hijos de casta dominante a matrimonios arreglados para fortalecer sus lazos y estatus.

Sebastián Derian era el mejor amigo de tu padre, se conocieron en la universidad y se formaron juntos, tu padre lo consideraba casi un hermano.

Pero fue él quién traicionó a tu padre y malverso fondos y vació las cuentas, tu padre al confiar tanto en él firmo documentos que lo implicaban en la estafa.

La familia de tu madre estaba en conocimiento, pues la familia Derian pago muy bien por su silencio y para mantener a salvo a tu madre y a ti.

Pero las cosas no salieron como Sebastián esperaba, tu padre se suicidó poniendo en duda que fuera realmente el culpable y las dudas comenzaron a caer sobre él. Terminó siendo exiliado en el extranjero donde perdió su estatus y actualmente vive prácticamente de limosnas.

Sin embargo, quién planeo todo esto no fue Sebastián sino el mismo Javier, ese omega es peligroso, no teme al momento de pasar por encima de quién sea para lograr sus cometidos.

La empresa de tu papá estaba en auge, si bien no es tan poderosa como la familia Maison su trabajo era honesto. Cuando Javier se dio cuenta que tu padre sería una molestia para su familia decidió eliminar todo de raíz.

Sin contemplaciones ha acabado con todo lo que le ha estorbado estos años, no estoy seguro si su esposo Aistan Maison esta en conocimiento de todo o si solo prefiere hacerse el de la vista gorda.

Sea como sea, la sangre de esa familia solo trae crueldad. Oliver Maison no es distinto. Termina con un tono seco, mirándome a los ojos.

Yo no puedo decir nada, toda esa información golpea en mis oídos y mi corazón no deja de latir, quiero gritar y ahogarme.

Esto no puede ser cierto.